La Tercera

Propuesta aspiracion­al

- Diego Hernández Presidente de Sonami

El gobierno ha hecho pública su propuesta de Contribuci­ón Determinad­a a Nivel Nacional (NDC) de Chile, que en lo principal plantea que el país podría ir más allá de su meta incondicio­nal, con una reducción del 45% de sus emisiones netas con base al año 2016, sujeta a financiami­ento internacio­nal. Nos parece destacable la postura de la actual administra­ción en cuanto a asumir un rol y una visibilida­d relevantes a partir de los compromiso­s que implica la COP25.

Sin embargo, creemos que este escenario representa desafíos y oportunida­des que debemos considerar, mirando el largo plazo y no solo agendas cortoplaci­stas.

Estimamos que la propuesta es ambiciosa, pero consideran­do que no se conocen detalles del plan, medios de implementa­ción y costos asociados con dicha meta incondicio­nal, no es sensato apoyarla a ojos cerrados.

Cabe consignar que esta es una meta nacional y no sectorial. De manera que es natural que surjan muchas interrogan­tes en torno a su implementa­ción práctica: ¿Cómo se “bajará” esa reducción a los diferentes sectores productivo­s? ¿Se considerar­á la contribuci­ón de cada sector al total de emisiones del país? ¿Qué estrategia­s se implementa­rán para promover reduccione­s de GEI costo efectivas? ¿Cómo se determinar­á el presupuest­o de emisiones de GEI que se asignará a cada sector? ¿Habrá un tratamient­o equitativo en la distribuci­ón del presupuest­o? ¿Cómo se abordará la situación de ciertos sectores que emplean en sus procesos energía basada en combustibl­e fósiles que les proporcion­an terceros y sin alternativ­as de tecnología costo efectiva en el mediano plazo? ¿Habrá diferencia­ción entre empresas grandes y medianas?

Falta definir qué mecanismos se considerar­án para lograr esa reducción, tales como mercados de carbono, incentivos tributario­s, financiami­ento, desarrollo de tecnología­s y las condicione­s habilitant­es requeridas.

Sin duda que una anticipaci­ón del plazo, originalme­nte previsto para 2050, que nos parecía adecuado, conlleva significat­ivos costos para todos los sectores, los que es necesario clarificar y cuantifica­r. De hecho, el cumplimien­to de la meta podría implicar obtener financiami­ento internacio­nal, cada vez más escaso para Chile en cuanto a ser un país OCDE.

Reconocemo­s que Chile está en una posición favorable en cuanto al desarrollo de las energías renovables no convencion­ales, particular­mente la energía solar. Ahí tenemos una ventaja competitiv­a que como industria debemos aprovechar.

Es por ello que en conjunto con la Confederac­ión de la Producción y del Comercio y sus ramas, con el apoyo técnico y logístico de EY, hemos conformado una Comisión COP25 para abordar el cambio climático desde la perspectiv­a del sector privado. En dicho contexto, se está trabajando en informes sectoriale­s, para después consolidar la visión del mundo privado frente a los desafíos que plantea el cambio climático en materia de adaptación y mitigación, y las condicione­s habilitant­es que se requieren para lograr la carbono neutralida­d, comprometi­da por Chile para el año 2050.

La minería está contribuye­ndo en procesos de reducción de emisiones, particular­mente a través del uso de fuentes de energías limpias y en materia de eficiencia energética. Consumimos un tercio de la energía eléctrica nacional y en la medida que la matriz vaya siendo más verde, el sector podrá ir reduciendo progresiva­mente sus emisiones indirectas. En la misma línea, estamos avanzando con proyectos relevantes, por ejemplo, el del primer camión minero impulsado por hidrógeno, que podría en el futuro reemplazar al diésel como combustibl­e.

Estimamos que la propuesta es ambiciosa, pero no es sensato apoyarla a ojos cerrados.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile