Flamengo vuelve a su lugar
Gracias a un par de apariciones de Gabigol, el Mengao de Jorge Jesús le arrebata la Copa Libertadores a River Plate en tres minutos y consigue el certamen por segunda vez en su historia, luego de 38 años.
Una final única. No solo por el escenario, también por el desenlace. Flamengo no tenía por donde, pero encontró una luz en el epílogo y le arrebató en tres minutos la Copa Libertadores a River Plate, que ya hacía espacio en sus vitrinas para su tercer trofeo continental en cinco años. El Mengao, el club más popular de Brasil, toca el cielo luego de años fuera de la vanguardia. Un 21 inolvidable.
Obligación versus oficio. Así se planteaba la final. Flamengo tenía una oportunidad histórica, en su segunda final de Libertadores, primera en 38 años. Eso sí, esa intención se cruzaba con un rival que sabe qué hacer y cómo plantear los partidos, liderados con un técnico inteligente como Marcelo Gallardo. A un plantel europeo como el Fla había que atacarlo para evidenciar sus grietas. River hizo aquello, siendo completamente superior en el primer tiempo.
En el minuto 14, el colombiano Rafael Santos Borré abrió la cuenta, con una media vuelta. El trámite justificó la ventaja de los Millonarios, que fueron tan eléctricos como aplicados en su accionar. El punto es que el pequeño margen que le dejó a Flamengo (cansancio en los minutos finales, errores individuales, cambios desacertados, sea lo que fuere) permitió que se les
"Puede ser injusto, pero las finales son así, hicimos los goles y el trofeo es nuestro”. Filipe Luís Lateral de Flamengo
“La sensación es de dolor. Hay que digerirla, hoy nos toca perder”. Marcelo Gallardo Técnico de River Plate
escurriera la copa.
Los cariocas mostraron en el complemento atisbos más cercanos a lo que habían hecho antes de la final, aunque no era suficiente. River era más, pero la energía no era la misma. En los 76’ entró Paulo Díaz por Milton Casco. El chileno se instaló como lateral izquierdo.
Durante el partido, el protagonismo de Gabriel Barbosa, el popular Gabigol, era igual a cero. Intrascendente. Pero los goleadores tienen otra cosa. Pueden estar ausentes mucho tiempo, pero tienen una y facturan. Tal cual. En tres minutos hizo dos goles (Pratto y Pinola, respectivamente, cometieron fallos evidentes) y se erigió como el factor determinante de la final. Y eso que había tocado la copa en la salida de los equipos. Cero maldición.
En un abrir y cerrar de ojos, el Flamengo lo dio vuelta, obtiene por segunda vez la Copa Libertadores (la primera fue en 1981, superando a Cobreloa) y estira a 26 partidos su racha invicta. Por su parte, Paulo Díaz no pudo ser el segundo chileno en ganar la Libertadores con un club extranjero. El único sigue siendo Ignacio Prieto, que la consiguió con Nacional de Uruguay en 1971.
En tanto, el portugués Jorge Jesús es el segundo DT no sudamericano en ganar el certamen. ¿El primero? Mirko Jozic, con Colo Colo en el 91.
Hoy, sin jugar, Flamengo puede lograr otra corona. Se trata del Brasileirao. Si Palmeiras pierde, serán ganadores de la liga luego de una sequía de 10 años.