ADOCTRINAMIENTO
SEÑOR DIRECTOR
Ha sido muy llamativo que el lunes pasado la Defensora de la
Niñez, en la comisión investigadora de las violaciones a los derechos humanos ocurridos durante el estado de emergencia, de la Cámara de Diputados, haya manifestado su preocupación porque los niños no tienen más espacios de discusión política, sin haber siquiera tocado el tema del (ab)uso de los niños como medios de acción política.
Toda enseñanza es, en cierto sentido, un "adoctrinamiento" en que el mismo niño asume el protagonismo y adquiere por sí mismo el conocimiento. Pero eso no permite en ningún caso atentar contra el derecho de los padres de educar a sus hijos, propagando e imponiendo a los niños una ideología, sobre todo si se trata de cuestiones y tendencias político-partidistas, lo cual, sobra decirlo, está prohibido por la Constitución (que la Defensora debe conocer y respetar).
Lo que hemos visto en los últimos días es, sin embargo, inaceptable, pues no solo se ha "adoctrinado" a los niños en contra de la voluntad de los padres, sino que además los hemos visto gritar consignas cargadas de odio enseñadas por sus profesores a espaldas de sus padres, hemos visto cómo sus profesores los han llevado a "cacerolear" a comisarías para desafiar la autoridad de Carabineros... Todo esto por ideas políticas que los niños no entienden.
Omitir que el foco debe estar puesto en los padres y su derecho y deber preferente e inalienable a educar es un error tremendo, pero mucho más es que ni siquiera vea la gravedad enorme que importa usar a los niños como cosas o simples medios para conseguir objetivos políticos.
Vicente Hargous
Coordinador Área Legislativa Comunidad y Justicia