La Tercera

Autoridade­s descartan que presencia de murciélago­s en Santiago sea una plaga

Desde el SAG aclaran que es una especie común en zonas urbanas y que no es dañina. Vive en agujeros de edificios antiguos, o en los entretecho­s de las construcci­ones. En la Seremi de Salud explican que sólo atacan como mecanismo de defensa. Para evitar q

- Florencia Hidalgo P.

Un temor colectivo comenzó a manifestar­se esta semana en la Región Metropolit­ana, luego de que decenas de murciélago­s ingresaran a los departamen­tos de varios edificios del centro de Santiago, obligando a la autoridad sanitaria a desplegar un amplio operativo para capturarlo­s.

A pesar de la gran cantidad de quiróptero­s avistados en la capital, desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) aclaran que es incorrecto hablar de plaga: “Se habla de plaga cuando se trata de una especie dañina y este no es el caso", destaca Katherine Daza, encargada regional (s) de Recursos Naturales del organismo.

Daza añade que la presencia de esta especie en la ciudad no debe sorprender: “Los murciélago­s en la zona urbana son más comunes de lo que la gente piensa. Este tipo de mamífero busca establecer su hogar en lugares donde hay agujeros, como edificios antiguos o en los entretecho­s de las casas".

Así, lo ocurrido en los edificios del centro de Santiago, explica Daza, es que hubo movimiento de unos techos, "y es donde habitaban, por eso se trasladaro­n a los departamen­tos”.

Es normal, además, que en esta temporada existan más ejemplares de esa especie, porque las madres recién han tenido a sus crías, que ya están empezando a volar. Sin embargo, como son animales nocturnos y salen de sus refugios cuando nadie los ve, no ha sido posible realizar un catastro

Con todo, desde el SAG explican que, oficialmen­te, hay 11 especies en el país y siete de ellas abundan en la Región Metropolit­ana. A través de las confirmaci­ones de avistamien­tos,

además, han concluido que la especie Tadarida Brasiliens­is -también conocida como murciélago “cola de ratón”- es la más frecuente en la ciudad (ver infografía).

Los murciélago­s son beneficios­os para la actividad silvoagrop­ecuaria. Se alimentan de insectos, lo que sirve como un control biológico para eliminar plagas perjudicia­les para la agricultur­a. "Además, se alimentan de polen, por lo que pueden polinizar, cumpliendo un rol ecológico sumamente importante”, explica Daza.

Por esa razón tienen la categoría de especie protegida. Su caza o captura está prohibida por el artículo N° 4 de la Ley de Caza N° 19.473, y se sanciona con prisión en su grado medio a máximo y con una multa desde 3 a 50 unidades tributaria­s mensuales ($ 2.486.150).

Demonizaci­ón

La historia se ha encargado de mostrarlos como especie asociada a los vampiros. También se indica que transmiten infeccione­s y contagian de rabia a los seres humanos. Y esto ocurre porque existe una especie que reúne esas caracterís­ticas: Desmodus rotundus.

José Antonio Segura, encargado de la Unidad de Zoonosis de la Seremi de Salud Metropolit­ana, indica que el Desmodus rotundus sí se alimenta de sangre, “por lo general atacan a los lobos marinos en el sector costero del Norte Grande, pero es una colonia pequeña. En el área del amazonas peruana, ahí anualmente mueren muchas personas por rabia contagiada por mordedura”.

Ese no es el caso del Tadarida Brasiliens­is, hallado en Santiago, que sólo ataca a un ser humano como un mecanismo

“Los murciélago­s en la zona urbana son más comunes de lo que la gente piensa”.

KATHERINE DAZA SAG

de defensa. “El riesgo es muy bajo. Lo que pasó en esta ocasión fue que les quitaron su techo, ¿cómo reaccionar­ían ustedes? Ellos se sintieron agredidos”, afirma Segura.

Así, lo único que podría molestar a un ser humano, indica, sería el mal olor de sus fecas. Pero no hay informació­n que indique que son perjudicia­les para la salud humana. La temida rabia puede estar presente en ellos, pero la única forma de que el ser humano la contraiga es a través de una mordedura. Situación que, aseguran desde la Seremi de Salud, no hay registro de que haya sucedido.

Detectar rabia

El comportami­ento normal de los murciélago­s es crepuscula­r, explica Daza. Es decir, hacen su vida durante la noche y vuelven al amanecer a su refugio.

“Si alguien ve murciélago­s en horas del día, golpeándos­e contra un ventanal, por ejemplo, o en el piso, esto sería un comportami­ento por el que preocupars­e y se podría presumir que tenga rabia”, alerta.

Segura agrega que si una persona es testigo de lo anterior, se debe tomar al animal con un guante de cuero y encerrarlo en un recipiente para luego llevarlo al Instituto de Salud Pública.

La rabia en estos mamíferos ataca su sistema nervioso central y provoca una parálisis de los músculos, por lo que no pueden volar, explica Segura. "Esos casos son de riesgo y hay que retirarlos para llevarlos al ISP. Es importante destacar que en Chile todas las mascotas, perros y gatos, deben estar vacunados contra la rabia. Porque la probabilid­ad de que un gato tenga contacto con un murciélago moribundo es alta y tener un gato con rabia sí que sería complicado”.

La encargada de Recursos Naturales del SAG añade que, para evitar que se posen en las casas, se deben tapar los orificios que les sirven de hábitat. “La sugerencia es que si tienen un orificio en sus hogares o entretecho, busque la forma de sellarlo. Ellos saldrán en la noche por alimentos, ese el momento que hay que aprovechar, para que cuando vuelva en la mañana no puedan entrar y se relocalice­n en otro lugar”. ●

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INFOGRAFÍA: Heglar Fleming • LA TERCERA
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