“Llevamos tres meses hablando de cuotas y nada de la Constitución que queremos”
Junto con la defensa del derecho a la vida y la separación de poderes, el parlamentario plantea que el debate constitucional puede también significar una revisión de las facultades del TC y del régimen presidencial.
Fue parte de los dirigentes que el 14 de noviembre pasado llevó adelante intensas conversaciones y que derivaron, la madrugada del viernes, en el acuerdo constitucional.
Con la UDI jugada por el “rechazo”, el diputado Javier Macaya explica por qué su partido se sumó a ese acuerdo y hoy pide votar que “No”. Pero, también urge por hablar de contenidos y expresa la disponibilidad de la UDI para revisar el rol del Tribunal Constitucional, quórums para modificar algunas leyes y el rol del Estado subsidiario, entre otras materias.
“El pueblo tiene todo el derecho a defenderse de las fuerzas de orden”, dijo Daniel Jadue en entrevista con La Tercera. ¿Cuál fue su impresión ante el análisis hecho por el alcalde de Recoleta?
Es fiel reflejo de una izquierda que ha justificado la violencia todo este tiempo, en forma mañosa y haciendo acusaciones sin pruebas, basándose en fake news. Carabineros nos ha defendido de los matones que Jadue aplaude. En democracia no hay espacio para la violencia, por eso se le entrega el monopolio de la fuerza a Carabineros. Si Jadue tiene un problema con esa definición, que deje de decir que es demócrata.
¿Y qué le pareció la rutina del humorista Stefan Kramer y el hecho de que haya declarado que “la primera línea es la que nos deja marchar”?
Los humoristas tienden a buscar el aplauso fácil, sobre todo en la Quinta Vergara, pero fue casi el relacionador público de la primera línea. Trata como algo bueno, justo o simpático a un grupo de matones que tiene secuestrada nuestra democracia. Además, cuando levanta banderas sociales y se está ganando millones por hacerlo, es tan contradictorio como hacer vista gorda cuando la destrucción y la violencia es lejos de su casa, cuando él no pierde la pega o cuando no ha perdido a un ser querido. Recordemos que las turbas han asesinado a chilenos. Su falta de empatía me parece grave.
Ante el debate constitucional, la UDI ha expuesto algunas cuestiones que quiere defender, como el derecho a la vida, a la propiedad, la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos…
Llevamos tres meses hablando de cuotas, financiamiento y franja, y nada del contenido de la Constitución que queremos. Tenemos que pasar a una etapa en que hablemos de qué es lo que queremos defender de la actual Constitución, desde los emblemas patrios al derecho a la vida o la estructura institucional del país, con independencia del Poder Judicial, un Ministerio Público autónomo, separación de poderes; que el Estado tiene que garantizar no solo el acceso a
cuestiones básicas, como pensiones, salud y educación, sino la calidad de estas. Tenemos voluntad de que, si gana el “rechazo”, pongamos sobre la mesa qué es lo que pensamos que se puede cambiar. ¿Qué está dispuesta la UDI a cambiar?
Hay quórums que son excesivos en algunas leyes que podrían ser revisados, hay una discusión anacrónica sobre lo que significa el Estado subsidiario y la necesidad de incorporar componentes de mayor solidaridad;
se puede incorporar el reconocimiento a pueblos originarios en nuestra Constitución, no así un Estado plurinacional. En materia de medio ambiente, tenemos que establecer en la Constitución un estatuto de protección un poquito más profundo del que existe vía recurso de protección, y en materia de aguas, tener la capacidad de entender el fenómeno del cambio climático, con una forma distinta de mirar el tratamiento de las aguas y la priorización del consumo humano. Yo, por primera vez, veo que un régimen semipresidencial podría eventualmente ser un camino, dado el actual escenario de la política y los tipos de Parlamento que vamos a tener en adelante. Creo que el TC puede ser revisado en cuanto a sus facultades. Hay cosas que se pueden hacer, mejorarlas más que echar la casa abajo en una siesta constitucional en que vamos a estar inmersos por los próximos dos años.
Se ha acusado a la UDI de haber evitado por mucho tiempo cambios como los que usted plantea ahora. ¿Por qué sería creíble hoy la disposición de su partido?
Esa es una caricatura. Si se revisa la historia de los cambios constitucionales que se han hecho en Chile, particularmente el que fue aprobado en 2005, la UDI participó en todos. Y, segundo, el 2017, los entonces diputados Arturo Squella y Osvaldo Andrade –que era presidente del PSconvergieron en un proyecto de ley que fue aprobado en primera instancia por la Cámara de Diputados con amplia mayoría, y que hablaba de cambios al TC, incorporaba matices y nuevas estructuras en derechos y deberes en la Constitución. Los únicos rechazos que hubo en el Parlamento a ese proyecto fueron de los tres diputados que tenía el Frente Amplio -Boric, Jackson y Mirosevicy los comunistas, porque ellos hablaban de la nueva Constitución vía asamblea constituyente. Ese proyecto de ley está durmiendo en el Senado y contó no solo con el respaldo, sino el empuje, patrocinio y la fuerza del exdiputado Arturo Squella. Ahí hay una demostración empírica de que la UDI ha participado y que no hay temas vetados.
¿Y por qué decidieron embarcarse en este proceso para luego decir “rechacemos”? ¿Cree que se cometió un error al firmar el acuerdo?
Estoy convencido de que Chile necesita una reconciliación con su Constitución, que perfectamente se puede lograr con el “rechazo” y planteando modificaciones a futuro. Habiendo transcurrido cuatro meses, la violencia, la poca buena fe política que hemos visto de la oposición empujando insistentemente acusaciones constitucionales, ha hecho que nosotros también nos decantemos con más fuerza por el “rechazo”, considerando que la reconciliación constitucional tiene que venir manteniendo las cosas que están bien e incorporando en un compromiso con el país, desde antes del plebiscito del 26 de abril, las cosas que estamos disponibles para cambiar.