Universidades del mundo debaten cómo volver a las aulas
Los estudiantes de educación superior enfrentan un nuevo reto en el regreso gradual a las casas de estudio, que incluirá mascarillas, clases mixtas y la prohibición de eventos sociales. El temor de rebrotes obliga a las universidades a modificar incluso e
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El confinamiento, con efecto dominó en el mundo, empujó a los países a cerrar todo para detener la propagación del coronavirus, pero sin pausar la educación. La distancia y la cuarentena de millones de jóvenes en sus casas obligó a las universidades a adaptarse a un nuevo método de enseñanza virtual y a distancia. Tras semanas de clases online, los estudiantes de algunas partes de Asia han vuelto a los establecimientos educacionales aunque con una serie de restricciones sanitarias, mientras la mayoría de las universidades y colegios debaten si retomarán los estudios de manera presencial o implementarán un sistema mixto ante la incertidumbre de una “segunda ola”.
Controles de temperatura, mascarillas obligatorias y cámaras termográficas fueron parte del aparataje desplegado en Corea del Sur para el retorno gradual de los universitarios a los campus. Desde este mes, algunas universidades surcoreanas retomaron las clases presenciales con menos de 30 alumnos, que deben dar su consentimiento previo para asistir, y solo para asignaturas específicas. Ante las quejas por los nuevos casos positivos en Surcorea que podrían llegar a las Ues., los directorios han decidido buscar una equilibrio entre las aulas virtuales y físicas.
Preparados para cambios
Algunas casas de estudio han definido el formato de reapertura como “preparados para cualquier escenario”. La mayoría de los establecimientos busca retomar las clases presenciales, pero para no poner en riesgo a los alumnos y ante la poca claridad de las directrices, han decidido esperar para ver cómo avanza la pandemia.
La Universidad de Cambridge, por ejemplo, fue la primera en Reino Unido en confirmar que seguirán con clases online para el inicio del semestre en septiembre, buscando un “aprendizaje combinado” que en la medida de lo posible tendrá algunas clases presenciales. El denominado “modelo híbrido” busca continuar con los estudios remotos e incluir gradualmente clases con pequeños grupos. Sin embargo, una encuesta publicada por la University and College Union reveló que uno de cada cinco estudiantes estaría dispuesto a no matricularse si las restricciones se mantienen.
Alrededor de un 17% de los futuros universitarios británicos aplazarían su ingreso al próximo semestre académico. En este escenario es que algunas familias han exigido una disminución en la matrícula y mensualidades si las cla
ses se mantienen online.
Esta semana, el Centro para el Control de Enfermedades de Estados Unidos emitió una serie de recomendaciones para el regreso a la educación superior que incluyó el cierre de comedores y espacios comunes, mascarillas y si es posible mantener las clases remotas. Para el organismo, uno de los mayores riesgos está en los eventos sociales y dormitorios compartidos que podrían desatar un rebrote.
Es por esto que casas de estudio, como la Universidad de California, comenzaron un plan piloto de testeo del virus a los estudiantes.
Según el diario The Washington Post, entre los cambios que evalúan las instituciones estadounidenses
está adelantar el inicio de semestre, suspendiendo un receso para finalizar justo para el feriado de Acción de Gracias, cuando cientos de estudiantes vuelven a sus ciudades y así evitar que se coincida con una eventual segunda ola de contagios previa al próximo invierno en el hemisferio norte.
Los alemanes, que han realizado el actual semestre “casi completamente digital”, dejarán que cada universidad decida cómo volver a las clases presenciales, ya sea de manera reducida o con modificaciones en las instalaciones. A pesar de esto, Peter-André Alt, presidente de los rectores de las Ues. alemanas, señaló que la mayoría de las instituciones no tienen el espacio
para cumplir el distanciamiento.
Un escenario distinto vive Rusia, el tercer país con más contagios a nivel mundial, que aclaró que sí o sí reiniciará las clases en formato mixto el 1 de septiembre, “como todos los años desde hace décadas”.
La admisión “más difícil”
La incertidumbre ante el reinicio de las clases fue superada en algunos casos por el dilema sobre cómo ingresar a las universidades debido a las dificultades para realizar los test estandarizados, como el SAT, ACT o AP preparados por el College Board de EE.UU., desde sus hogares.
Según Politico, después de que cientos de escolares de último año en Estados Unidos denunciaron que
los resultados de las pruebas online rendidas no se enviaron, más de 1.200 instituciones educacionales decidieron que los puntajes no serán un requisito para matricularse en el próximo semestre.
Sin embargo, para las demás instituciones se están habilitando exámenes online, que incluirán una “supervisión remota” con un software que bloquea todas las ventanas del computador durante el test y con la orden de mantener la cámara y el micrófono encendido.
Según The Guardian, las Ues. británicas han comenzado a retirar ofertas realizadas a postulantes como un método de controlar las admisiones ante la eventual pérdida de estudiantes extranjeros.b