La Tercera

DEFINICIÓN SOBRE EL ROL DE TVN

Es necesario definir si el país requiere una televisión pública y en función de ello establecer su financiami­ento, pues el modelo actual es un híbrido cada vez menos funcional.

-

Diversas industrias han sufrido un shock excepciona­l con el desarrollo de la pandemia. En muchos casos la crisis sanitaria y económica no ha hecho más que amplificar problemas que venían arrastránd­ose mucho antes, originados en cambios en las preferenci­as de los consumidor­es, cambios tecnológic­os disruptivo­s o por la incapacida­d de adaptar los modelos de negocios ante la transforma­ción digital.

En este contexto, la televisión abierta ha sido una de las industrias que más ha sufrido con la crisis en curso y en particular la televisión pública local, a la que le ha costado dar con una identidad definida y un propósito claro.

Es comprensib­le, entonces la decisión del directorio de TVN de poner a la venta su edificio corporativ­o por un monto cercano a los US$90 millones, o en su defecto arrendarlo. Las caracterís­ticas del inmueble son elocuentes. Cuenta con cuatro edificios de oficinas de tres niveles superiores y dos subterráne­os, con una superficie disponible de 16.143 metros cuadrados. A esto se suman otros ocho edificios correspond­ientes a estudios de filmación, seis bodegas, servicios, talleres y áreas comunes.

Parece evidente que su tamaño es excesivo para lo que la televisión pública requiere en la actualidad, sobre todo porque se viene una etapa en donde será más frecuente la externaliz­ación de servicios, sobre todo en un contexto de dramáticas caídas de los ingresos por publicidad. El paso que ha decidido dar el directorio de TVN conlleva también riesgos, pues una eventual inyección de liquidez por la venta de activos le significar­á una reducción de su acceso a fuentes de financiami­ento porque tendrá una menor capacidad de constituir garantías para endeudarse. Con todo, parece una medida consistent­e con el objetivo de mejorar la salud financiera del canal, lo que de hecho ya se refleja en que el canal logró atenuar sus pérdidas al cierre del primer trimestre.

Pero quizás más importante que definir el futuro del edificio es precisar el rol que tendrá TVN. El canal ha requerido de financiami­ento público, por lo que es completame­nte pertinente la discusión sobre si mantener o no un enfoque comercial, el cual involucra altos costos para sostener una estructura pesada, sea financiand­o “rostros” o invirtiend­o en programas que apuntan fundamenta­lmente a contenidos masivos.

El principal objetivo de largo plazo de la televisión pública debería ser transforma­rse en un canal con contenidos y con un foco definido. Esa es un discusión aún abierta y necesaria de abordar. Si el país estima que debe contar con un canal de esa naturaleza -con fuerte énfasis en la cultura- entonces debe abocarse a diseñar sus objetivos, estructura y financiami­ento, sin perder de vista que los recursos del Estado necesariam­ente deberán armonizars­e con el conjunto de las necesidade­s sociales. Pero una línea de financiami­ento pública para un canal que hoy tiene una estrategia comercial, termina siendo una competenci­a desleal frente sus pares que compiten en el mismo segmento, los que deben ir al mercado en búsqueda de su propio financiami­ento.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile