Europa vigila atenta a Aragón, el nuevo epicentro del virus en el continente
La comunidad española alcanzó la mayor tasa de incidencia de casos positivos, por lo que Francia, Alemania, Austria y Dinamarca respondieron con alertas ante el alza de contagios.
En los últimos boletines emitidos por el Ministerio de Salud de España, Aragón registró una de las alzas más notorias en casos diagnosticados de Covid-19, quedando en el primer lugar del país con la mayor incidencia acumulada. El repunte en la zona, que ahora es el principal foco en Europa, coincide con lo vivido en Cataluña hace semanas. Esto hace temer que España estaría ante la presencia de la temida segunda ola de contagios.
Después de meses siendo el continente más azotado por la pandemia, Europa es ahora la segunda región del mundo con más casos positivos, con 3,4 millones, siendo superada por América,
que roza los 10 millones, según datos de la OMS
A pesar de haber superado el primer gran brote, los datos de España, con 354.530 casos y 28.500 muertos, mantienen intranquilos a los líderes de la Unión Europea (UE), ya que el país tiene la peor tasa de incidencia de casos positivos del bloque. De acuerdo a datos entregados por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), el nuevo epicentro del virus es Aragón, comunidad autónoma española que tiene casi 2,4 millones de habitantes y 18.870 contagios, con 937 víctimas fatales. Pero esta semana alcanzó un récord de 567 casos por cada 100 mil habitantes en las últimas dos
semanas, lo que significa que en solo 20 días la cifra se multiplicó por 10 y superó a las áreas más afectadas a nivel nacional, como Madrid y Cataluña.
En comparación, la tasa de contagios a nivel nacional es de 81,4 casos por cada 100 mil habitantes durante los últimos 14 días. Más atrás en el ranking del ECDC con las zonas más afectadas aparece Rumania, Luxemburgo, Croacia y nuevamente España, con Cataluña y Navarra como zonas rojas.
Durante la jornada de ayer, las autoridades de Aragón informaron un leve descenso que dejó la tasa de incidencia en 532 por cada 100 mil habitantes. Pero los ojos de Europa ven con inquietud la situación, lo que derivó en
que Francia desaconsejara a sus ciudadanos a viajar a Aragón, tal como lo hizo antes con Cataluña, mientras Alemania incluyó a la comunidad en “alto riesgo”, por lo que emitió una alerta a la que se sumó Dinamarca y Austria. De esta manera, los países exigirán a los viajeros procedentes de estos lugares a realizarse un test de descarte del virus.
En un intento por calmar la atención del bloque europeo sobre la gestión española, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, aseguró ayer que “Aragón está evolucionando bien. Es muy probable que haya superado el peak de transmisión”.
Sin embargo, para José Ma
ría Abad, director de Asistencia Sanitaria de Aragón, ya existe una transmisión comunitaria, lo que significa que es imposible rastrear el origen de los brotes.
Es que la situación actual en esta comunidad es radicalmente opuesta a la que enfrentó en junio, cuando la incidencia acumulada era inferior a 10 casos positivos por cada 100 mil habitantes.
En promedio, Aragón registra entre 400 y 650 nuevos casos diarios, la mayoría procedentes de la capital, Zaragoza, donde no solo preocupa el estado de los hospitales, sino también que los hogares de ancianos comienzan a resentir las consecuencias del rebrote local, que dejó los primeros coletazos tras el fin del estado de
alarma, el pasado 21 de junio. Efectos que han aumentado drásticamente en las últimas semanas.
Según el diario El País, en poco más de 10 días se duplicaron las hospitalizaciones y los centros médicos aragoneses empiezan a notar la presión con 491 camas ocupadas con pacientes Covid19. De ellos, 42 están en Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), dejando un 43% de espacio disponible en este tipo de instalaciones.
Debido a que Europa está en pleno verano es que el gobierno regional busca estar preparado para un eventual colapso. Por esto, ordenaron la instalación de unidades de apoyo en carpas fuera de hospitales y evalúan medidas como suspender
las vacaciones de los trabajadores de salud, cancelar cirugías no urgentes y pedir apoyo de médicos jubilados.
De acuerdo con el portal español 20 Minutos, la mitad de los contagiados notificados el miércoles fueron asintomáticos, pero preocupa el aumento de hospitalizaciones, con énfasis en ingresos de personas mayores de 65 años. En los últimos 15 días, las residencias de adultos mayores confirmaron 647 infectados.
Implicancias del rebrote
La comunidad de Aragón cumple medidas restrictivas similares a la Fase 2 del plan español de retorno a la normalidad desde el 23 de julio, pero para el presidente regional, Javier Lambán, lo que ocurrió fue una “tormenta perfecta”.
Una mezcla entre “alta población”, “ocio nocturno”, “fiestas privadas”, “movilidad por trabajadores temporeros” y el “rechazo a un confinamiento” hicieron que Zaragoza cumpliera con todos los factores para evitar contener la propagación del coronavirus.
Con la curva todavía en aumento, es que los funcionarios locales decidieron el lunes extender a todo el territorio de la comunidad la prohibición de labores de
entretención nocturna, así como los “botellones”, como se conocen a las reuniones masivas de jóvenes en espacios abiertos, así como la reducción de horarios de hostelería y limitaciones a los encuentros sociales.
Pero no han sido los únicos. Para evitar una situación similar es que el gobierno de Castilla y León ordenó ayer que la ciudad de Aranda de Duero, con 32 mil residentes, regresara a una cuarentena de 15 días después que se detectaron 230 casos. Esto implicará que a partir de hoy las personas solo pueden entrar y salir de la urbe por motivos médicos, laborales o cuidado de población de riesgo.
La Moncloa ha sido enfática en que no tendrá dudas en endurecer las restricciones en zonas que no puedan controlar los rebrotes. El 12 de julio, la Generalitat de Cataluña decretó confinamiento total para la ciudad de Lleída y otras siete provincias, el que dejó a más de 160 mil personas con orden de mantenerse en sus casas para evitar contagios.
A pesar de esto, el gobierno español sostiene que lo que vive el país no es una “segunda ola” hasta que no sea detectada una “transmisión comunitaria descontrolada”.●