“El populismo penal es una fórmula fácil que usan de izquierda a derecha”
Advierte el daño que es para la política el populismo punitivo que ha quedado a la vista con el asesinato de Ámbar y en el juicio por violación contra Martín Pradenas
ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL “Escandaloso. Populismo barato. Es fácil tirarse contra una jueza que no se puede defender, porque en general no hablan con la prensa”. RECHAZO DE MERA “Hay que ser absolutamente ingenuo de creer que los mérito van a ser evaluados técnicamente”. LÍMITE A PENAS “Todo castigo se supone debe tener un límite, a menos que como Estado nos planteemos contra los tratados de DD.HH.”
La abogada María Inés Horvitz (60) no es cercana a la jueza de la Corte de Apelaciones de Valparaíso Silvana Dovo
noso. Sin embargo, su firma está en la carta que 36 abogadas y profesoras de Derecho difundieron la semana pasada rechazando la condena pública por su rol como presidenta de la comisión de libertades condicionales de Valparaíso, que en 2016 -después de cumplir 11 de 27 años de condena por un doble homicidiodejó en libertad a Hugo Bustamante, único imputado en el crimen de Ámbar Cornejo (16).
Horvitz -quien recalca que sus opiniones son en su calidad de académica de la Universidad de Chile y no representan al Consejo de Defensa del Estado, que integra como consejera desde 2006plantea los peligros del populismo penal que, a su juicio, no solo ha quedado a la vista con el asesinato de la menor de 16 años de Villa Alemana, sino en otros casos de alta connotación pública, incluido el juicio por violación a Martín Pradenas.
La jurista apunta al rol de los parlamentarios y los intereses cruzados en el nombramiento de miembros del Poder Judicial.
¿Cuál es el peligro del populismo penal y quién cree que está cayendo en eso?
Yo llevo toda mi vida luchando contra el populismo punitivo, porque uno se da cuenta de que da puros réditos a quien lo proponga. Es una fórmula fácil que utilizan todos, de izquierda, derecha, del medio, del lado y del costado. Y también los movimientos feministas. No hay diferencias. Es un mecanismo que se utiliza mucho cuando se quiere obtener un respaldo social y es totalmente falso. Es una herramienta que no conduce a nada, saldefinir
desde el punto de vista simbólico. Hay una especie de confianza de que a partir de este tipo de iniciativas se va a generar en forma mágica un efecto inhibidor de las conductas... Otros las utilizan para obtener dividendos políticos rápidos.
En el caso Ámbar, las críticas se han centrado en el rol de la jueza Donoso, ¿cómo se compatibiliza el sistema de libertades condicionales con la necesidad de ejecución de penas?
Lo que resulta criticable es que se hagan todo tipo de comentarios y se condene a una persona sin saber el contexto en el que actuó. El juez por ley tiene que actuar en ciertas etapas, porque la ley señala que, cumpliéndose ciertos requisitos, las personas privadas de libertad tienen derechos. ¡Ni siquiera es una cosa potestativa! Esa es una premisa de todos los sistemas penales modernos y democráticos, incluso en países que son tremendamente duros con el tema, como Estados Unidos.
¿Quiere decir que los jueces solo evalúan si están las condiciones legales para el otorgamiento de libertades?
Si el Estado no realiza una política pública que signifique efectivamente que esa persona pueda enfrentar su vida en libertad sin recaer en el delito, el dilema del juez es terrible..., porque es
si se queda para siempre, porque el Estado falló y no le dio la oportunidad. La pena es un castigo, y todo castigo se supone que debe tener algún límite, a menos que derechamente como Estado nos planteemos contra todos los tratados de derechos humanos. Y para eso tendríamos que desahuciar algunas convenciones y restituir la pena de muerte o el presidio perpetuo efectivo, no como el último, que plantea 40 años en la cárcel para optar a la libertad condicional, sino que para siempre. Eso es una pena cruel para el sistema de derechos humanos, porque significaría que esa persona, aunque cambiara -como el Chacal de Nahueltoro-, va a estar presa toda su vida. Entonces el tema es qué hace el juez, que tiene que aplicar la ley.
En el Parlamento avanza la idea de una acusación constitucional contra Donoso, ¿cuál es su opinión?
¡Es escandaloso! Es un tema de populismo barato. Es muy fácil tirarse contra una jueza que, además, no se puede defender, porque los jueces en general no hablan con la prensa.
¿Cuánto influyen las redes sociales en estos procesos? En el caso de Pradenas la propuesta de modificar el sistema de prisión preventiva surge después de protestas en ese espacio...
Eso no solamente es inconstitucional, sino que viola derechamente los tratados internacionales. Hay muchas cosas que no prosperan porque necesariamente pasan como lo hizo Perú en su momentopor salirse de la Convención Americana sobre Derechos humanos.