Nueve de cada 10 jóvenes entre 15 y 19 años ha sufrido acoso virtual
Así lo indica un estudio realizado por StatKnows, junto a la Universidad del Desarrollo y Fundación Katy Summer.
“No acuden a los amigos, a los padres ni a las autoridades en busca de ayuda”.
MARÍA EUGENIA GARCÍA STATKNOWS.
El ciberbullying o acoso virtual ocurre a través de medios digitales. Desde cualquier plataforma una persona o grupo molesta o acosa a otra. Estos ataques se pueden dar mediante la divulgación de información confidencial o falsa. También publicando contenido negativo, perjudicial o cruel, o compartinendo información privada provocándole humillación o vergüenza.
Lamentablemente es una vivencia cotidiana para muchos jóvenes y adolescentes: en la Región Metropolitana, el 14% reporta ser víctima de ciberacoso una vez a la semana o más y nueve de cada 10 jóvenes entre 15 y 19 años dice que ha sido víctima de ataques virtuales.
Se da en especial en aquellos que se conectan a redes sociales más de cinco horas al día, principalmente en la noche, y mayormente mediante Facebook, entre 15 y 19 años (40,27%) y lo mismo en los jóvenes entre 25 y 29 años (38,86%).
Así lo comprobó el estudio Posibles relaciones entre ciberacoso y tendencias depresivas, patrones de uso de redes sociales y perfil demográfico realizado a adolescentes y jóvenes entre 15 y 29 años por StatKnows, en colaboración con la U. del Desarrollo y con respaldo de la Fundación Katy Summer.
Por sobre el promedio de la población general, estas víctimas en su mayoría declara sentir angustia o tener una orientación sexual o una identidad LGTBIQ+, dice María Eugenia García, fundadora de StatKnows y directora del estudio.
También suelen sentirse tristes,
solas o aisladas, y tener miedo, y consideran muy difícil hacer frente al acoso. “En su mayoría no acuden a los amigos, a los padres ni a las autoridades educacionales en busca de ayuda. Tienden a pedir a los victimarios, por el mismo medio, que se detengan o intentan ignorarlos”, aclara García.
Emanuel Pacheco, director ejecutivo de la Fundación Katy Summer, subraya la importancia que tiene dimensionar lo que esto significa en la vida de adolescentes y jóvenes. En ese espacio generan su identidad. “Y hoy, con las condiciones de pandemia, es el único medio que tienen. Si los agreden por ese medio, los destruyen, destruyen su identidad. A un joven que funan en redes sociales, su identidad se ve destruida y sienten que no tiene valor existir si no tienen identidad. Es su mundo y están destruyendo su mundo”, explica.
Los resultados evidencian una relación negativa con la salud mental –depresión en este caso-, señala Jorge Varela, investigador del Centro de Estudios en Bienestar y Convivencia Social de la UDD, lo cual puede ser más complejo en tiempos de pandemia. “Los
análisis que hemos desarrollado muestran que entre aquellos jóvenes que son más víctimas de ciberacoso, los niveles de depresión aumentan. Esta relación negativa se intensifica cuando los jóvenes señalan tener una orientación sexual o una identidad de género LGTBIQ+”.
Población vulnerable
La población más vulnerable está en el grupo etario de 15 a 19 años (ver infografía). El estudio determina que en ese rango de edad, el 92% declara haber sido amenazado por internet o redes sociales al menos una vez en los últimos tres meses. Al observar por género, el 44% de los hombres y el 56% de las mujeres reconoce que han sido víctimas de acoso. ¿Quiénes los acosan? El 27% reconoce que son principalmente adultos o mayores de 18 años.
Preocupa que, del total de adolescentes y jóvenes de 15 a 19 años que señala haber sido acosado, sólo un 3% avisa o pide ayuda a un profesor o inspector; sólo un 11% avisa a sus padres, y sólo un 12% lo plantea a sus amigos.
El problema no son los celulares. El problema es que los adultos no saben con quiénes interactúan los adolescentes en esas plataformas. “Acá no es que alguien extraño los moleste, quienes les dicen cosas y les hace daño es alguien de la comunidad. Por eso el llamado de atención que tenemos que hacer es para que los jóvenes se sientan cercanos para hablar de la situación y generar espacios de contención y escucha activa, incluso en los trabajos para jóvenes entre los 18 y 29 años que ante esto no saben con quién hablar”, dice Pacheco. ●