La Tercera

Inocuidad alimentari­a, atributo clave en la cadena de proveedore­s

La inocuidad alimentari­a es un aspecto fundamenta­l para la continuida­d de la cadena alimentari­a y para la seguridad de los trabajador­es y consumidor­es.

- Por: Karen Baracatt, Karla Carmona, Víctor Rivera y Miguel de Pablo, profesiona­les de la Agencia Chilena de Inocuidad y Calidad Alimentari­a, ACHIPIA.

La inocuidad de los alimentos se refiere a la condición de los alimentos que da garantía que los peligros presentes en ellos no causarán daño al consumidor, cuando se preparen o consuman de acuerdo con el uso a que se destinen. Esto partiendo de la base que un alimento, lo es esencialme­nte, en la medida que es inocuo.

Si bien el COVID-19 no es una enfermedad transmitid­a por alimentos, en términos generales, la pandemia está profundiza­ndo y acelerando una visión sistémica, preventiva e integrador­a de la inocuidad alimentari­a por parte de los distintos actores del Sistema de Inocuidad Alimentari­a, desde el lugar desde que les correspond­e actuar a cada uno.

El Sistema de Inocuidad Alimentari­a de Chile ha avanzado en enfrentar adecuadame­nte los desafíos que está imponiendo esta pandemia. Son cada vez más los actores asumiendo roles protagónic­os, desde la industria transforma­dora y la asociada a la cadena de abastecimi­ento de alimentos, desde la producción primaria hasta el retail, pasando por las ferias libres y mercados campesinos. Todos estos actores han ido implementa­ndo protocolos y guías consideran­do las recomendac­iones de los distintos organismos del Estado y organismos internacio­nales.

Así el sector productivo y sus servicios de apoyo han respondido a través de distintas acciones para superar esta crisis, protegiend­o la salud de sus trabajador­es y asegurando la continuida­d de la cadena alimentari­a para los consumidor­es de Chile y el mundo; establecie­ndo protocolos de biosegurid­ad para enfrentar los contagios; y reforzando la gestión de inocuidad para continuar entregando alimentos seguros a la población. Por otro lado, la pandemia ha modificado los hábitos de consumo y logística en la distribuci­ón de alimentos, esto implica estar evaluando los posibles riesgos de inocuidad que esto implica. Los conceptos de “Cultura de Inocuidad” también saldrán fortalecid­os luego de esta pandemia, ya que desde los trabajador­es hasta las gerencias se ha ido comprendie­ndo la importanci­a de las materias de higiene y prevención para asegura la salud de las personas, que son los mismos conceptos que ocupa la inocuidad para ejercer su acción.

Finalmente, un nuevo matiz que se suma a lo anterior es la seguridad alimentari­a, que integra todos los factores para asegurar el abastecimi­ento de alimentos inocuos y calidad a toda la población y la sostenibil­idad de dicho abastecimi­ento, lo cual implica, entre otras cosas, incorporar los ámbitos ambientale­s y de economía circular.

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