La UC no se cae ni con el plan B
Los cruzados empataron 2-2 frente a Everton presentando un equipo lleno de suplentes. El promedio de edad de la oncena titular no superó los 25 años.
La hegemonía de Universidad Católica le permitió arañar un punto frente a Everton pese al cansancio y las rotaciones. Tal es el dominio de los cruzados en el fútbol que con la mitad del plantel exhausto por tener que disputar dos partidos en 72 horas, de igual manera se las arreglaron para meterle presión a Universidad de Chile, que se juega sus chances de liderar ante la difícil Unión Española.
El panorama no era amigable con Ariel Holan. Debido a lo ajustado de la programación y de los protocolos sanitarios tras viajar desde Colombia, los dirigidos por el argentino prácticamente no pudieron entrenar para enfrentar a los ruleteros en el estadio Sausalito. La decisión de elegir a suplentes y juveniles para enfrentar a Everton parecía obvia: lo complicado estaba en los nombres.
El extécnico de Independiente optó por darle la oportunidad a cinco juveniles, dos de ellos debutantes. Aaron Astudillo y Carlos Salomón jugaron por primera vez un partido de Primera División, disfrutando así de la misma chance que ya habían tenido Tapia, Munder y Valencia, también en cancha frente a los viñamarinos.
La patrulla canterana de la UC estaría acompañada por nombres de más experiencia, pero cuyo presente se desarrolla más en la banca que dentro del campo de juego. Buonanotte, Silva, Asta-Buruaga y Magnasco completaron el envite con el que Holan salió a buscar los tres puntos a Viña del Mar. Sin embargo, ya en los primeros minutos comenzó a vislumbrarse que no funcionaría.
El dominio de Everton no fue una sorpresa. La falta de experiencia de los juveniles se manifestó en la fragilidad con la que enfrentaron el partido. Nerviosos, fallaron en la asociación de juego, en las marcas y en la velocidad. La falta de fútbol fue visible en el Gato, mientras que el Enano tuvo demasiado poco la pelota como para influir.
Ante el repliegue natural de la UC, el cuadro oro y cielo marcó el ritmo y dispuso de las mejores ocasiones. A los 19’, Juan Cuevas desperdició un penal tras mandar la pelota contra el travesaño.
En todo el primer tiempo el bicampeón no disparó al arco. Los cambios se volvieron perentorios, incluso si atentaba contra el descanso de los titulares. Holan volvió a arriesgar y en el entretiempo realizó sus cinco cambios permitidos. Se deshizo de Munder, Astudillo, Silva, Huerta y Tapia; e hizo ingresar a Zampedri, Pinares, Saavedra, Lanaro y Aued. A los pocos segundos de iniciado el complemento, el gol que Zampedri convirtió tras un grosero error de Johnny Herrera parecía darle razón y tranquilidad al DT transandino.
La felicidad no duró mucho, ya que apenas tres minutos después Cuevas se redimió de su penal fallado con un zurdazo imposible para Dituro. Y tan solo cinco minutos después, Cerato aprovechó un grosero error del novel Salomón para marcar el 2-1. Paradójicamente, la visita jugaba peor que en el primer tiempo. Cansados, sin estamina, y ningún tipo de preparación para el partido, tampoco podían hacer mucho más.
La salvación para la franja llegó a los 72’ gracias a una torpeza de Zúñiga, que tocó la pelota con el brazo mientras disputaba la posición con Zampedri. Aued, a diferencia de lo sucedido en Cali, remató con fuerza y cobró el 2-2 final.
Un empate valioso para el equipo de San Carlos de Apoquindo, que sigue aumentado su ventaja pese a las circunstancia. A los viñamarinos, no obstante,no les alcanza para escaparse de los puestos de abajo, ni tampoco para tocar la zona de clasificación internacional.