La Tercera

NO CONFUNDIR ORIGEN DE LA VIOLENCIA

-

SEÑOR DIRECTOR

Chile ha vivido 12 meses de violencia desatada en todo el territorio, incluida La Araucanía. Mientras allí una minoría invoca “revindicac­iones” de cuarta generación, en el resto del territorio son “protestas pacíficas” pero con piedras, bombas, interrupci­ón de las calles, destrozos e incendios. Ambos tipos de violencia obedecen al mismo origen y son defendidos por los mismos actores políticos.

El Estado, como todos los estados, debe velar por el orden público y proteger a los ciudadanos de la violencia, para lo que cuenta en Chile con su cuerpo de Carabinero­s de antigua y prestigiad­a data. Es una consecuenc­ia ineludible que la mantención del orden público en un escenario de violencia requiere el uso de la fuerza y que como consecuenc­ia de ello los provocador­es sufrirán daños que no son imputables a aquellos que tienen la obligación de mantener el orden.

Los responsabl­es son los que llaman a las “protestas pacíficas” sabiendo que no son tales, como forma de presionar a la sociedad. Acusan a Carabinero­s de la violencia para dificultar­les e inhibirles el cumplimien­to de su deber y dejar el campo libre a los violentist­as, lo que resulta un absurdo inaceptabl­e en cualquier sociedad.

Mantener el orden sin dañar a nadie es imposible si los atacantes lanzan piedras y bombas a Carabinero­s.

Juan Ariztía Matte

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile