Los beneficios del colágeno en nuestro organismo
Con la edad el colágeno se hace menos estable y quebradizo, lo que ocasiona huesos menos resistentes, generado con frecuencia dolor en las articulaciones y pérdida de la elasticidad de la piel, entre otros.
El colágeno cumple diversas funciones en nuestro organismo. De manera práctica, da forma, flexibilidad y resistencia al organismo, lo que lo convierte en un elemento indispensable para la salud, firmeza y elasticidad de la piel, huesos, cartílagos y tendones.
Evelyn Sánchez, académica de Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas (UDLA), indica que los beneficios del colágeno están dados principalmente por las diversas funciones que desempeña en el organismo, en este sentido, al ser una proteína fibrosa, cumple funciones estructurales que refuerzan, dan sustento, forma y resistencia a los diversos tejidos y órganos del cuerpo, como huesos, cartílagos, tendones, dientes, encías, cuero cabelludo, piel y vasos sanguíneos, entre otros.
Pero ¿qué pasa a medida que avanza la edad? “Con la edad el colágeno se hace menos estable y quebradizo, lo que ocasiona huesos menos resistentes, generando con frecuencia dolor en las articulaciones y pérdida de la elasticidad de la piel, entre otros. Este cambio se produce por varias causas, una de ellas es un aumento en el número de ciertos enlaces de aminoácidos durante el transcurso de la vida, lo que ocasiona que la estructura del colágeno se modifique, volviéndose más duro y resistente, pero menos flexible, por lo que se vuelve frágil e inestable. Este proceso inicia a partir de 30 años y se da principalmente en las mujeres y personas que realizan práctica deportiva intensa”, agrega la especialista de UDLA. “Existen factores o conductas modificables que aceleran la pérdida de colágeno, dentro de los que destacan la exposición solar excesiva, el tabaco, la obesidad, algunos contaminantes y el estrés”. Evelyn Sánchez, académica de Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad de Las Américas UDLA.
Asimismo, la profesional agrega que existen factores o conductas modificables que aceleran la pérdida de colágeno, dentro de los que destacan la exposición solar excesiva, el tabaco, la obesidad, algunos contaminantes y el estrés.
Alimentos que lo contienen
Esta molécula proteica compleja está presente exclusivamente en alimentos de origen animal, encontrándolo en la piel y las espinas de pescados, cartílagos de la carne, los caldos de origen animal y las gelatinas.
“Sin embargo, existen alimentos vegetales que, si bien no contienen colágeno, su ingesta podría contribuir a la formación natural de éste, ya que entre sus nutrientes se encuentran algunos de los aminoácidos precursores como la glicina, prolina y lisina, en este grupo destacan las legumbres y frutos secos”, comenta Sánchez.
Si bien estos aminoácidos son relevantes para la producción de colágeno, no se debe olvidar a los cofactores, que son compuestos no proteicos que intervienen en las reacciones necesarias para su síntesis y que protegen el tejido conjuntivo, destacando entre estos la vitamina C, E, B1, B2 y B6 y el magnesio, presentes en frutas y verduras, entre otros, enfatiza la experta en nutrición.