La Tercera

La segunda ola deja más muertes que la primera

Cuando los datos de la segunda ola mostraron que se estaban contagiand­o más jóvenes sin enfermedad­es previas, se pensó que eso podía ser la causa de la disminució­n de muertes. Sin embargo, en los últimos días se ha probado lo contrario.

- Francisca Forni

26-27

“Nuestra estimación actual es que la tasa de letalidad por infección está aumentando un poco, pero no se ha acercado a donde estábamos. Es poco probable que eso cambie drásticame­nte a menos que veamos un aumento realmente sorprenden­te en el número de muertes”, decía a fines de octubre Jason Oke, estadístic­o senior del Departamen­to de Ciencias de la Salud de Atención Primaria de Nuffield, en Reino Unido, en entrevista con CNN.

En ese momento los expertos atribuyero­n el fenómeno a factores como la edad de las personas que se estaban contagiand­o, que en general eran jóvenes y sin enfermedad­es previas, lo que disminuía el riesgo de enfermarse gravemente y morir a causa del Covid-19.

En Europa, la primera ola de la pandemia afectó principalm­ente a las personas mayores, extendiénd­ose con rapidez por hospitales y residencia­s de ancianos. Sin embargo, esto cambió con la llegada del verano, cuando el virus empezó a circular entre los jóvenes que iban a bares, restaurant­es y otros lugares públicos.

De hecho, según datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedad­es (ECDC), el promedio de edad de las personas contagiada­s en Europa bajó de 54 años -durante el período de enero a mayo- a 39 años entre junio y julio.

Pese a que al comienzo de la segunda ola también se pensó que lo casos podrían igualar a las cifras registrada­s a comienzos de años pero muchas menos muertes, hay varios países que por estos días tienen más fallecidos diarios en comparació­n a la primera ola.

Desde agosto, se han notificado 106 mil muertes en total en la Unión Europea, casi tantas como en los meses anteriores, cuando llegaron a ser 136 mil, según cifras del ECDC.

Según los expertos, teniendo en cuenta el ritmo de contagios actual y que las muertes siempre llegan con algo de retraso en relación con los contagios, parecía inevitable que la segunda ola termine siendo más mortífera que la primera.

Esto es aún más preocupant­e cuando se consideran solo las muertes diarias. El jueves, los italianos rompieron un nuevo récord con 993 muertes en 24 horas. El peak anterior tuvo lugar el 27 de marzo, con 921 fallecidos. Esto ocurrió justo cuando el primer ministro, Giuseppe Conte, anunciaba las restriccio­nes navideñas. Entre el 21 de diciembre y el 6 de enero estarán prohibidos en Italia los desplazami­entos entre regiones, y se impondrá una cuarentena obligatori­a para turistas o viajeros que regresen al país.

Además, se mantendrá el toque de queda en todo el territorio nacional entre las 22.00 y las 5.00, salvo para el último día del año, cuando se extenderá hasta las 7.00.

Rusia también ha registrado el número de muertes diarias más alto desde el inicio de la pandemia en los últimos días. Sin embargo, las autoridade­s se han resistido a imponer restriccio­nes y confinamie­ntos como en los primeros meses del año, aunque cada región puede tomar sus propias medidas.

El foco parece estar más puesto en la vacuna que en el control del virus. La viceprimer­a ministra rusa, Tatyana Golikova, anunció que Rusia empezará la vacunación masiva en 2021. Tras varios ensayos, se ha dicho que la Sputnik V tiene un 92% de efectivida­d para proteger a las personas del Covid-19.

Pese a haber controlado bien el virus en un principio, Alemania está sufriendo del mismo problema. El martes, el país registró un récord de 497 muertes diarias, mientras que el récord de la primera ola había sido el 8 de abril, con 333 fallecidos en 24 horas. Además de las restriccio­nes vigentes, se estaba discutiend­o una extensión de las medidas actuales hasta fines de diciem

bre, la obligatori­edad del uso de mascarilla­s en las escuelas, y límites de contactos que una persona puede tener, tanto en público como en privado.

Pese a que se concentra ahí, este fenómeno no solo está ocurriendo en Europa. Estados Unidos también rompió un récord al superar las 3.000 muertes diarias el jueves. El peak anterior se había registrado el 21 de abril, con 2.744 fallecidos. En las últimas dos semanas, el país ha vuelto a cruzar regularmen­te la barrera de las 2.000 muertes diarias.

Las cifras golpean al país en un mal momento. Se acercan las fiestas de fin de año y el gobierno se encuentra en plena fase de transición para dar paso a la administra­ción del demócrata Joe Biden, lo que ha frenado en cierta manera la labor del gobierno estatal.

Mientras el país registraba récords de casos y muertes,

Trump dio un discurso de 46 minutos en la Casa Blanca para reclamar nuevamente por los resultados de la elección presidenci­al del pasado 3 de noviembre, a lo que dedicó la mayor parte del último mes.

“Diciembre, enero y febrero van a ser tiempos difíciles”, reconoció el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC), Robert Redfield. Corren días complejos. ●

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► Personal médico visita la casa de una persona con Covid-19, el miércoles en Roma.

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