Los actores que revivirán a Los Prisioneros
Jorge González, Claudio Narea y Miguel Tapia volverán a la pantalla en 2021 en la serie Los Prisioneros. Por primera vez, sus tres protagonistas hablan sobre cómo llegaron a encarnar los roles y por qué la pandemia ayudó en su preparación.
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Una anécdota como la que recoge Aron Hernández (25) en general sólo aparece si el final es feliz. De lo contrario, es el relato de lo que pudo haber sido. El siempre amargo “qué hubiera pasado si”. “Pasaba el tiempo y nunca me llegaba el mail con la información del casting del que me habían avisado. Hasta que me comuniqué y pregunté. Resulta que cuando anoté el mail, lo hice con una nota medio ilegible, estaba mal escrito. Pero me dijeron: el casting es mañana, si quieres igual te puedo mandar la información”, rememora.
“Entonces recibí todo el día anterior. Ese fue el primer desafío, atreverme a ir con la información súper reciente y jugármela por el personaje que me tocó hacer”, agrega por videollamada frente a la posibilidad de adueñarse del rol más importante de su todavía incipiente carrera.
Han pasado cerca de 12 meses desde que vivió la adrenalina de casi quedar fuera del proceso de selección de Los Prisioneros. Ahora se encuentra sentado en un patio de una casa en Providencia junto a quienes se han transformado en sus compañeros durante este agitado año: a él, que encarnará a Jorge González, se le unen Andrew Bargsted (27), Claudio Narea en la ficción, y Diego Madrigal (24), que obtuvo el papel de Miguel Tapia.
Por primera vez, luego de meses con la certeza de que los roles ya eran suyos, hablan sobre sus protagónicos en la serie de ocho capítulos que alistan Movistar y la productora Parox, la primera ficción que cuenta con los derechos de las canciones del trío y el uso de su nombre.
Con pelo más largo que el habitual y uniformados con poleras negras –parecidas a las que usaron para las fotos que les tomó La Tercera dos días antes–, los tres subrayan que este no es el look definitivo que tendrán en la historia, ambientada entre 1984 y 1989. Es el único freno al referirse a la trastienda y lo que vino tras haber sido seleccionados.
Aron Hernández cuenta: “Para el segundo casting bajé ocho kilos, y para el siguiente otros cinco más. Al principio fue lo más difícil, porque consistía en no comer y entrenar mucho. Igual que Miguelito aquí, obsesivo”.
Le da el pase a Madrigal, quien dice que primero audicionó para el papel del líder de la agrupación. “Me metí en Jorge González, en su energía, pero después que me dijeron que fuera por Tapia, me hizo más sentido, quizá me parezco más. Para mí todo ese proceso fue muy agotador. También implicó una bajada de peso apenas me dijeron, empecé a hacer deporte, todos los días (escuchando) Los Prisioneros. Yo soy obsesivo, entonces me metí de lleno, y no he parado”, explica el actor con experiencia en obras de teatro, cortos universitarios y un primer protagónico que aguarda por su estreno.
De los tres, Andrew Bargsted es el mayor y el más experimentado. Acumula roles en series como Ramona y Héroes invisibles, además de los protagónicos de las películas Nunca vas a estar solo, de Álex Anwandter, y Mala junta, de Claudia Huaiquimilla. De hecho, a fines de 2019 se encontraba “muy mentalizado” en el rodaje de una nueva cinta de la directora (Mis hermanos sueñan despiertos, ambientada en una cárcel juvenil), cuando apareció la posibilidad de participar en el casting de Los Prisioneros.
“Me sorprendió mucho, porque yo sentía
que no me parecía nada en ese momento”, señala sobre encarnar a Narea. “Creo que lo fundamental fue que nos comunicamos harto entre nosotros (los actores). Y eso es lo que hemos ido rescatando ahora, construir individualmente nuestros personajes, pero al mismo tiempo también generar una química grupal, que era la que representaba e identificaba mucho a la banda”.
Aunque la producción nunca estableció como prioridad que los protagonistas supieran tocar algún instrumento, los tres han perfeccionado sus habilidades y se reunieron para tocar juntos hace cerca de un mes, en su primer encuentro desde el verano, apuntando al inicio del rodaje en enero (en un comienzo sería en junio, pero la pandemia lo postergó, y ahora no sufriría nuevos cambios salvo que la Región Metropolitana baje a Fase 1). Especifican que interpretaron La voz de los 80, Sexo y Nunca quedas mal con nadie, parte de las canciones que formarán parte de la banda sonora de la serie, junto a otras como El baile de los que sobran, ¿Por qué no se van?, Muevan las industrias y Sudamerican rockers.
Aron Hernández detalla que además de aprender a tocar bajo se preparó durante el confinamiento leyendo artículos de prensa y escuchando a Jorge González para construir su “mundo interior”. “Lo externo es más concreto, pero el desafío es encontrar la empatía que uno puede llegar a tener con el rol que te toca cumplir. Y en mi caso ha sido escuchándolo hablar, escuchándolo pelear, imaginándomelo también en su intimidad. Y entender también sus canciones desde otro punto de vista, donde le está hablando directamente a alguien. Hay una función apelativa, una intención y, por lo tanto, hay una energía, que es la que yo intento rescatar escuchando sus canciones. Y con cada disco, entender el viaje emocional por el que pasó él”, explica.
El retraso en el inicio de las grabaciones, asevera, le permitió terminar de acomodarse en el papel. “Era un desafío físico extraño, pero el alargue del tiempo ha permitido que el trabajo cuaje, y lograr sentirme más seguro y más tranquilo con el instrumento y con el cuerpo mismo”.
El ascenso y la ruina
A diferencia de Sudamerican rockers (Chilevisión), que en 18 episodios siguió desde los días en que el trío sanmiguelino se conoció en el liceo hasta que cerraban detalles de La cultura de la basura (1987), la nueva producción sobre la banda los encuentra como una agrupación ya constituida, tras el lanzamiento de La voz de los 80 (1984). Los ocho capítulos de la serie de Movistar culminarán en la previa al debut de Corazones (1990), con Claudio Narea fuera del grupo.
“Ese compás podría considerarse como el camino hacia el ascenso, probablemente la parte musical más interesante. Pero la paradoja es que es también el camino hacia la ruina. Ese cruce es lo que más llama la atención de la historia, el momento en que se pueden juntar más emociones, más conflictos”, define el colombiano Carlos Moreno, instalado en Santiago desde hace algunas semanas para dirigir la producción.
El realizador de películas como Perro come perro y de Pablo Escobar, el patrón del mal es acompañado por el peruano Salvador del Solar (Magallanes), quien también da su visión de la historia: “El arco de la serie los muestra buscando ese público que finalmente los convierte en Los Prisioneros en Chile y fuera de las fronteras, y también los muestra en esa pugna por una identidad musical y por una identidad personal de los protagonistas. Hay tres hilos que hacen una trenza muy interesante: lo musical, lo personal y el contexto social y político”.
La producción incluirá episodios en Perú (su concierto en la Plaza de Acho, en Lima) y Colombia, mientras que en lo local integra el plebiscito de 1988 y su presentación en Sábados gigantes en 1985. Sobre cómo abordará la interna de la banda, la showrunner del proyecto y jefa de la división de ficción de Movistar, Joanna Lombardi, apunta: “La serie no toma partido por uno u otro personaje. Es una serie que valora mucho la humanidad de cada uno y creo que se está realizando un gran trabajo en encontrar por qué hacen lo que hacen y en entenderlos siempre desde ese lugar”.
Del Solar añade: “Expone y al mismo tiempo explora sus contradicciones, que no las estamos rehuyendo para nada. Porque Los Prisioneros son unos ídolos, pero también son seres humanos con sus contradicciones y dudas”.
Aron Hernández y Andrew Bargsted también se hacen cargo del retrato del vínculo entre sus personajes. “Jorge y Claudio constantemente, desde afuera, se ven como personas que se enfrentan, pero ellos no siempre fueron así. La historia de ellos tres es una historia de tres amigos inseparables que se separan. Eso es lo que la hace tan compleja”, plantea Hernández.
Bargsted suma otro matiz: “A estos personajes lo que los une y los que los mueve es la música. Yo creo que al final eso es lo que está súper presente en su construcción y en la serie completa”.
Lejos de expresar una preocupación por la respuesta que vaya a tener la producción en su estreno (segundo semestre de 2021 en la plataforma Movistar Play), la extensión del período de preparación parece haber inyectado calma al elenco. “Hay quienes están de acuerdo con uno o con otro. En ese sentido yo creo que lo mejor que podemos hacer es enfrentar nuestro trabajo con mucho respeto, mucha dedicación y delicadeza”, sostiene Diego Madrigal.
“Siempre uno como actor va a estar nervioso de la recepción, pero donde uno pone el foco de atención y la concentración es justamente en el trabajo y en dar lo mejor de nosotros para poder construir esta historia y finalmente homenajear su legado”, cierra Bargsted.
Aron Hernández detalla que además de aprender a tocar bajo se preparó durante el confinamiento leyendo artículos de prensa y escuchando a Jorge González para construir su “mundo interior”.