César Gabler: “James Bond fue víctima de la cancelación cultural en Chile”
A partir de la revista chilena 007 James Bond, que cerró en 1971, el artista explora, desde la visualidad, la mentalidad de una época. Es la muestra Papel Bond, en Mavi.
No fue su ídolo de juventud; tampoco se entusiasmó con las películas y se aburrió con las novelas. Pero César Gabler (1970) sabía que James Bond era una cantera para su trabajo artístico. En particular, la revista nacional 007 James
Bond, que dirigió su tío, Germán Gabler, entre 1968 y 1971. El resultado es la exposición
Papel Bond, que se despliega hasta marzo en cuatro salas del Museo de Artes Visuales, como resultado de la Beca Fundación Actual MAVI 2018 (gratis, inscripción en mavi.cl).
César Gabler explica que su obra se vincula con la tradición del pop y el arte conceptual, y que intenta hacer “una relación entre un tema y qué práctica visual lo abordó mejor”.
El cómic le interesa, pues “es un lenguaje que tiene una historia social y política bien amplia; es un buen reflejo, desde la visualidad, de una serie de cuestiones que han ocurrido”.
Así, en los 59 números que circularon de 007 James Bond,
Gabler identifica “un correlato visual de asuntos de la historia de Chile, la Guerra Fría y la formación de la imagen masculina en los 60 y 70”.
La novela Casino Royale, de Ian Fleming, detalla, “aparece en 1953, el mismo año en que muere Stalin y termina la Guerra de Corea. Pero también ese año aparece Playboy. James Bond es un playboy, ideal masculino que recién hoy está siendo cuestionado”.
A diferencia de las aventuras del espía publicadas por Okey entre 1959 y 1964, que eran traducciones de la historieta británica, 007 James Bond incorporó historias originales y personajes creados por los chilenos. Esa libertad creativa, sin embargo, se tensiona ba con una exigencia: los dibujantes debían imitar la fisonomía de Sean Connery, protagonista entonces de la saga fílmica.
Además de técnicas como el óleo sobre tela, acrílico, esmalte al agua (en muros) y dibujo, Gabler creó figuras recortadas como las que se hacían en los cines hasta los 80. Dos figuras de criminales están en el centro de la muestra: Jaws (o Mandíbula), el asesino con dientes de acero, y OddJob, secuaz de Goldfinger.
“Los únicos personajes que rescaté son los villanos, a quienes Fleming describe en forma pormenorizada, con un estilo mezcla de Dickens y de criminalistas como Lombroso y Bertillon. Hace un correlato entre la maldad y la deformidad y el mestizaje”, dice Gabler.
La muestra incluye una vitrina con ejemplares de revistas, y originales de Germán Gabler, de 007 James Bond y de Killer, la revista con un mundo bondiano y Charles Bronson de protagonista que hizo cuando se cerró la otra. Porque el fin de 007 James Bond se selló cuando Quimantú compró Zig-Zag. “James Bond fue víctima de la cultura de la cancelación en Chile. Fue interesante lo que quería hacer Quimantú, porque a Bond lo cancelaron, pero a otros personajes los reorientaron, sumándoles contenidos ideológicos acordes al proyecto. No resultó atractivo para el público y los productores nunca se hallaron muy cómodos, era algo raro en ese momento. Sin embargo, hoy día el cine y las series de televisión están llenos de esos contenidos, como el valor de la etnicidad y la crítica al colonialismo”, cierra César Gabler. ●