Senado argentino aprueba el aborto libre y Fernández salda promesa de campaña
Con una masiva vigilia fuera del Congreso, la “marea verde” celebró la histórica aprobación del proyecto, luego de la amarga derrota en la misma instancia en 2018.
En una histórica votación, la segunda fue la vencida. El Senado argentino aprobó ayer, por 38 votos contra 29, el proyecto de ley que legaliza el aborto libre, sin causales. Era la segunda vez que un proyecto como este alcanzaba a llegar a la Cámara Alta, tras la amarga derrota para la “marea verde” en 2018, cuando el resultado fue el opuesto, con 38 votos en contra. Además, era la primera vez que el proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fue ingresado por el Poder Ejecutivo. Así, el Presidente Alberto Fernández, tal como esperaba, logró saldar una de sus promesas de campaña días después de haber cumplido su primer año de gestión.
“Hoy somos una sociedad mejor que amplía derechos a las mujeres y garantiza la salud pública. Recuperar el valor de la palabra empeñada. Compromiso de la política”, escribió en Twitter Fernández poco antes de las 5.00 de la madrugada de ayer, cuando ya se conoció el resultado de la votación, luego de más de 12 horas de debate.
Tras la holgada aprobación del 10 de diciembre en la Cámara de Diputados, el proyecto quedaba en manos de un Senado que se preveía dividido y casi empatado. Sin embargo, todo parece haber sido una estrategia del oficialismo. Un elemento a favor fue la ausencia de dos “celestes”, es decir, provida: Carlos Menem, que está en coma inducido, y José Alperovich, con licencia por una denuncia de violación en su contra. Además, hubo una serie de senadores que cambiaron su voto desde 2018.
La mirada estaba en los indecisos o quienes prefirieron mantener su voto en secreto. En esta última categoría se encontraban dos senadoras que ya le habían adelantado confidencialmente a los “verdes” del bloque oficialista que votarían a favor del proyecto, pero que preferían no hacerlo público para evitar presiones.
Por otro lado, entre los indecisos, figuraban dos oficialistas que pedían modificar algunos artículos del proyecto. Los senadores Edgardo Kueider y Alberto Weretilneck terminaron por aprobar el proyecto con el compromiso de que se retoque la reglamentación del mismo.
La legislación actual sobre el aborto en Argentina fue promulgada en 1921 y admite dos causales: violación y riesgo de salud para la mujer. Pero ahora el país se suma a Uruguay, Cuba y Guyana en la región, los tres países que cuentan con legislaciones abiertas sobre el aborto.
Un estudio comisionado por el Ministerio de Salud en 2005 estimó que en Argentina se realizan entre 350.000 y 500.000 abortos clandestinos al año, una cifra que, según se estima, no ha cambiado. Los últimos datos del Ministerio muestran que en 2018 se registraron 35 muertes de mujeres embarazadas a causa de abortos clandestinos.
Con la nueva legislación se establece que toda persona gestante podrá acceder al aborto seguro, legal y gratuito hasta la semana 14 de gestación, y la práctica deberá ser efectuada en un tiempo máximo de 10 días posteriores al requerimiento. Eso sí, el profesional de salud tiene derecho a ejercer la objeción de conciencia y en el caso de que una institución privada no cuente con profesionales para realizar la práctica, deberá disponer la derivación a otro centro. Para las niñas menores de 16 años se requerirá, además de su consentimiento informado, que esté acompañada por un familiar o un referente afectivo. Y en los casos de violación se deberá denunciar el delito.
“Creo que tenemos por delante un gran desafío”, dijo el
ministro de Salud, Ginés González García, a Radio Vos. “Esto no va ser fácil de aplicar, porque por lo que pasó con lo que ya está aprobado, que es la interrupción legal, que tiene incluso hasta fallos de la Corte. No es lo mismo la aplicación en cada lugar del país. Ahora hay que meterle mucho, mucho esfuerzo y voluntad”, agregó.
El proyecto logró romper con la “grieta” argentina y la polarización política puesto que en ambos sectores -oficialismo y oposición- hubo posturas a favor y en contra. Entre los “celestes” que rechazaron el proyecto, anunciaron que recurrirán a la Justicia, ya que sostienen que sería inconstitucional. El senador de la coalición Juntos por el Cambio, Pablo Blanco, aseguró que “este proyecto es violatorio de lo dispuesto por la Constitución. Este proyecto le niega la condición de persona al niño por nacer. Aquí no hay margen para especulaciones”.
La tensión con la Iglesia Católica no tardó en hacerse presente apenas se conoció el resultado. El Papa Francisco planteó ayer, durante la catequesis desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, que “vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida”. Por otro lado, La Conferencia Episcopal Argentina consideró, en una carta publicada ayer, que la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo “ahondará aún más las divisiones” en Argentina y lamentó “la lejanía de parte de la dirigencia del sentir del pueblo”. A los dichos de la Iglesia, el ministro de Salud respondió que “no puede la creencia estar por encima de la evidencia”.
“Hoy somos una sociedad mejor que amplía derechos a las mujeres y garantiza la salud pública”.
ALBERTO FERNÁNDEZ
PRESIDENTE ARGENTINO
“Vivir es ante todo haber recibido la vida. Todos nacemos porque alguien ha deseado para nosotros la vida”.
PAPA FRANCISCO
“Esto no va ser fácil de aplicar, porque con lo que ya está aprobado, tiene incluso hasta fallos de la Corte”.
GINÉS GONZÁLEZ GARCÍA
MINISTRO DE SALUD