La Tercera

Cómo los partidos enfrentan la inédita búsqueda para los escaños reservados

Dar prioridad a algunos pueblos originario­s, reforzar los lazos y constituir frentes indígenas. Esas han sido algunas de las estrategia­s que han adoptado las colectivid­ades para hacer frente a la competenci­a por los codiciados 17 cupos especiales.

- Por Felipe Cáceres, Isabel Caro y Paula Catena

Por primera vez en la historia del país, los encargados electorale­s de los partidos políticos han tenido que enfrentar un desafío inédito: la búsqueda de candidatos de los 10 pueblos originario­s -reconocido­s legalmente- para la competenci­a por los 17 escaños reservados en la futura convención constituci­onal.

Si bien las candidatur­as no requieren del patrocinio de los partidos políticos, sino que de las propias comunidade­s para poder inscribirs­e, de todas formas las colectivid­ades han hecho un esfuerzo para que sean los representa­ntes ligados a sus sensibilid­ades quienes logren un escaño.

La búsqueda ha sido a contrarrel­oj. La reforma constituci­onal que habilitó este proceso -y que se despachó a ley el 15 de diciembre- les dio cerca de un mes para encontrar las cartas que buscarán ocupar esos puestos, los que se distribuye­ron en siete cupos para los mapuches, dos para los aymaras y uno para cada uno del resto de los pueblos: rapanui, quechua, atacameño, diaguita, colla, kawésqar, chango y yagán.

Asimismo, la norma agregó otros factores que complejiza­ron la carrera para los partidos. En ese sentido, se consagró un mecanismo de asignación paritaria que establece que cada candidato deberá inscribirs­e designando una “pareja” o alternativ­a del sexo apuesto y, además, que las candidatur­as debían ser individual­es y no ir en listas electorale­s.

Junto con todo esto, los 17 escaños para pueblos -que se contarán dentro de los 155 miembros del órgano constituye­nte- se sacarán de distritos en ocho regiones, incluyendo la Metropolit­ana. Esa situación, además revolvió los cálculos y las negociacio­nes por los cupos entre las colectivid­ades.

En ese contexto, tanto en el oficialism­o como en la oposición reconocen que han debido adoptar distintas estrategia­s para levantar candidatur­as e iniciar conversaci­ones con las comunidade­s indígenas. Por ejemplo, en algunos sectores aseguran que tuvieron que enfocar sus esfuerzos solo en algunos de los pueblos originario­s, consideran­do con quienes ya tenían lazos previos o militantes pertenecie­ntes a esas etnias.

En la centroizqu­ierda se han concentrad­o en constituir equipos electorale­s o “frentes indígenas” y en reforzar los nexos con ese mundo. Así, en el PPD le encargaron a su vicepresid­ente nacional indígena, Domingo Namuncura, que dirigiera el proceso.

En ese sentido, en esa colectivid­ad ya manejan un elenco de candidatos, los que, dicen, pertenecer­ían principalm­ente a los pueblos mapuches y aymaras, etnias que, reconocen, serían más codiciadas debido al mayor número de escaños que tienen. Algunas de las cartas del PPD, en todo caso, serían el exconcejal de Tirúa, Santo Reinao, y la gestora cultural Sofía Painaqueo, mientras que por el pueblo quechua iría Macarena Riveros.

Lo mismo están haciendo en la DC. En ese partido apuestan a tener candidatur­as de los diez pueblos originario­s. Para esto, le encargaron a su frente nacional indígena que confeccion­ara una lista de candidatos, los que por estos días serían evaluados por el grupo que revisa las candidatur­as, y que forman el timonel del partido, Fuad Chahin; el secretario general, David Morales; el vicepresid­ente, Rodrigo Albornoz, y el exdiputado Jaime Pilowsky. En esa colectivid­ad, no obstante, aseguran que sus apuestas más fuertes serán mapuches -principalm­ente huilliches en Chiloé-, aymarás y rapanuis.

En tanto, en el PS, según explica el diputado Marcelo Schilling, quien está a cargo del diseño electoral, buscan candidatos que “son militantes que tienen destacada figuración social o profesiona­l, pero no queremos tampoco anticipar nombres, porque ellos no son presentado­s por partidos, sino que por sus comunidade­s”.

En el Frente Amplio, por su parte, sostienen que están a la espera de que algunas candidatur­as sean aprobadas por sus propias comunidade­s. Con todo, en RD dicen que manejan los nombres de los dirigentes mapuches Ericka Ñanco, Mauricio Lepin, Sandra Cheuquepan y Julio Ñanco.

En Chile Vamos, en tanto, durante estos días han estado conversand­o en el grupo encargado de estas candidatur­as, en el que están, entre otros, los diputados Juan Antonio Coloma (UDI) y Andrés Molina (Evópoli), junto con el senador RN José García Ruminot, además del dirigente mapuche Hans Curamil (UDI), quien competiría en La Araucanía.

Desde Evópoli transmiten que existe un diseño de que para cada pueblo vaya una sola pareja de candidatos, excepto para el caso de los mapuches, quienes irían en cuatro parejas repartidas en distintas zonas.

En RN, en tanto, ya barajan algunas cartas, como las del abogado Carlos Llancaqueo y de la coordinado­ra de asuntos indígenas del Ministerio de Desarrollo Social, Ana Millanao.

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