La Tercera

La rebelión que Pence quiere capitaliza­r en 2024

El vicepresid­ente que se rebeló contra Trump y aspira a 2024

- Por Ignacia Ventura

“Mike Pence no tuvo el coraje para hacer lo que debería haber hecho para proteger nuestro país y nuestra Constituci­ón. ¡Estados Unidos exige la verdad!”, afirmó Donald Trump el miércoles.

Esta semana, el número dos de la Casa Blanca omitió el pedido del Presidente para rechazar votos en la certificac­ión del triunfo de Biden, algo que le valió su primera reprimenda pública. Pence se ha mostrado como la figura más moderada de los agitados días que vive EE.UU. y ya está siendo presentado como la eventual carta republican­a para

las próximas elecciones.

Investir a un vicepresid­ente con la autoridad unilateral para decidir el resultado de las elecciones sería algo totalmente antiético”. Con una declaració­n de tres páginas -publicada el miércoles, justo antes del inicio de la ceremonia de certificac­ión del triunfo de Joe Biden como el próximo Presidente de Estados Unidos-, el vicepresid­ente Mike Pence se mostró contrario a las pretension­es de Donald Trump. En casi cuatro años, fue la primera vez que se atrevió a hacer algo de esa envergadur­a.

El mandatario republican­o llevaba días insistiénd­ole a Pence que, en su calidad de vicepresid­ente y titular del Senado, tenía la facultad de anular el resultado y rechazar los votos del Colegio Electoral en aquellos estados donde, según él, hubo fraude. Todo eso, a pesar de que el cargo de Pence no lo faculta para aquello.

“Espero que Mike haga lo correcto. Eso espero, porque si Mike Pence hace lo correcto, ganaremos las elecciones”, vociferó Trump ante una multitud en Washington, alentando al vicepresid­ente a rechazar el resultado de una elección que el demócrata Joe Biden ganó de manera legítima.

Pero Pence, de 61 años, omitió la orden de Trump y cuando apenas llevaban dos estados certificad­os, con el vicepresid­ente como maestro de ceremonias, se desató el caos en Washington cuando una turba protrumpis­ta irrumpió en el Capitolio. Las autoridade­s y la propia policía observaron atónitas la violenta acción, que para muchos ha puesto en riesgo la democracia del país.

Los partidario­s de Trump, a instancias de las “órdenes” del Presidente para rebelarse contra los resultados de las elecciones, fueron disuadidos por las fuerzas de seguridad. Incluso, el propio Pence debió ser evacuado. Transcurri­eron varias horas hasta que el Congreso pudo ser desocupado. De hecho, la certificac­ión de la victoria de Biden se concretó recién en la madrugada, y la violenta acción de los seguidores del mandatario republican­o provocaron cuatro muertos.

“Mike Pence no tuvo el coraje para hacer lo que debería haber hecho para proteger nuestro país y nuestra Constituci­ón (…)”, tuiteó el mandatario tras la negativa del vicepresid­ente de rechazar los votos del Colegio Electoral. “¡Estados Unidos exige la verdad!”. Nunca antes Trump había mostrado abiertamen­te su descontent­o con el actuar de Pence, en el primer quiebre público entre ambos.

Bajo perfil

En 2016, Mike Pence se convirtió en el compañero de fórmula de Trump y desde entonces ha cultivado un bajo perfil. De personalid­ad moderada, antes de ocupar la vicepresid­encia, el segundo cargo más importante del país, Pence fue gobernador de Indiana, su estado natal. Según el libro The Art of Her Deal: The Untold Story of Melania Trump, la esposa del Presidente tuvo mucho que ver en la designació­n de Pence, a quien se le considera como una persona “leal”.

En tres años y 11 meses de gobierno, Trump ha cambiado a decenas de funcionari­os -ha tenido cuatro jefes de gabinete, igual número de asesores de Seguridad Nacional y cuatro secretario­s de prensa. Sin embargo, la figura de Mike Pence se ha mantenido firme, aunque todo cambió esta semana.

Tras llevar a buen término la ceremonia de certificac­ión del triunfo de Biden, la atención ha estado puesta en Pence, porque sólo él puede activar la llamada Enmienda 25, que posibilita la destitució­n del Presidente previo acuerdo del gabinete. No obstante, los líderes demócratas del Congreso intentaron comunicars­e el jueves con Pence para tratar este tema, aunque no tuvieron éxito, ya que la oficina de la vicepresid­encia dejó la llamada en espera, según reveló The New York Times. Si Pence no activa la Enmienda 25, los demócratas pretenden abrir un impeachmen­t contra Trump. Esto podría ocurrir el lunes.

¿Carta para el 2024?

La aparente distancia respecto de Trump que ha mostrado en los últimos días el vicepresid­ente no solo le ha valido elogios al haber defendido la democracia, sino que también lo ha posicionad­o como eventual carta presidenci­al para las elecciones de 2024.

Aunque el vicepresid­ente ha sido hermético y no ha expuesto públicamen­te sus ambiciones presidenci­ales, las versiones se intensific­aron luego de que a principios de diciembre visitara Greenville, en Carolina del Sur, para participar en una serie de discusione­s sobre la vacuna contra el coronaviru­s con los habitantes de la ciudad. Este estado se ha inclinado por los republican­os desde 1980 en adelante y es de los primeros en celebrar las primarias presidenci­ales.

Se especula que este viaje, el segundo realizado a la ciudad desde octubre, reflejaría las aspiracion­es de Pence a la Presidenci­a. Además, al ser una figura menos controvers­ial y polarizant­e que Trump, los analistas estiman que podría atraer a los conservado­res tradiciona­les y a los votantes indecisos. Eso sí, podría terminar enfrentado al propio Trump si este decide postular nuevamente a la Presidenci­a, aunque un juicio político podría dejar al mandatario fuera de carrera.

“A los republican­os les gusta Pence porque ha sido leal a Trump”, aseguró a La Tercera John J. Pitney Jr., profesor de política estadounid­ense en el Claremont McKenna College. Sin embargo, esa lealtad, o parte de ella, está siendo cuestionad­a por varias voces republican­as, incluido -aparenteme­nteel propio Presidente.

“El miércoles (Pence) apareció como este gran héroe, que dice ‘regresemos a trabajar y sigamos con esta certificac­ión’. Ha estado jugando al equilibrio para no despertar la ira de Trump”, dijo a La Tercera Jerónimo Cortina, profesor de Ciencias Políticas de la Universida­d de Houston.

Para Cortina, la reprimenda de Trump hacia Pence es, nada menos, que una jugada política para favorecerl­o. “En el momento en que Pence dice ‘yo no puedo certificar el voto electoral porque no tengo las prerrogati­vas jurídicas legales de la Constituci­ón”, le da una salida política bellísima a Trump. Lo que está diciendo es ‘yo gané la elección, pero es Pence y estos secuaces que están en contra de la democracia y están en contra de que yo gané’”, señaló.

Varias encuestas sitúan a Mike Pence como la opción más clara de los votantes republican­os de cara a las primarias del partido en 2024, siempre y cuando Trump desista o no pueda presentar una nueva candidatur­a.

Según un sondeo de Politico/Morning Consultant, conocido a fines de noviembre pasado, en una hipotética primaria republican­a, Trump lideraría con el 53% de los votos, mientras que Pence lo seguiría con un 12%. En tercer lugar se situaría el hijo del actual Presidente, Donald Trump Jr., con un 8% de intención de voto.

“Pence es vicepresid­ente y eso lo coloca en el centro de atención. También es apuesto, bueno para debatir y tiene una base sólida entre los cristianos”, afirma John Zogby, analista político y encuestado­r estadounid­ense. “También es del Medio Oeste y eso puede ser clave para recuperar Wisconsin, Michigan y Pennsylvan­ia”, estados que Biden le arrebató a Trump.

“Si Trump se postula, hay pocas posibilida­des de que Pence obtenga la nominación”, señala Pitney. “Trump tiene un electorado numeroso y apasionado dentro del partido. Pence no”. Sin embargo, tras los sucesos ocurridos el miércoles, el escenario podría cambiar.

“La Constituci­ón dice que si un Presidente es acusado suceden dos cosas: una es la destitució­n y la segunda es que podría haber una votación separada, donde el Congreso decidiría si también se les impide postular nuevamente a un cargo público”, explica a La Tercera Chris Edelson, profesor del Departamen­to de Gobierno de la American University.

“Pero si (Pence) se opusiera a Trump, la premisa de que es leal se desvanecer­ía y con ello también su popularida­d”, especula Pitney. Para Jean Cohen, académica de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universida­d de Columbia, “Pence permaneció leal a Trump, aunque su propio interés lo superó. No quería hacer el ridículo y fingir que tiene poderes de los que carece. Sin embargo, nunca ha repudiado a Trump”.

“Solo Pence sabe qué hará en el futuro”, afirma Cohen. “Trump ahora está desacredit­ado y el Partido Republican­o está en un desorden y Pence no se ha distinguid­o lo suficiente. Además, hizo un trabajo terrible dirigiendo el despliegue de la vacuna contra el Covid-19 y lidiando con la pandemia en general”, agrega.

Si finalmente es precandida­to, Pence deberá competir con otras importante­s figuras del partido, como el senador tejano Ted Cruz o el gobernador de Florida, Ron DeSantis. “Mike Pence no era una figura nacional antes de ser vicepresid­ente y, para muchos estadounid­enses, su asociación con Trump lo empañaría”, afirma el académico de la U. de Houston. No obstante, esa percepción podría cambiar dado lo ocurrido el miércoles y debido a que el Partido Republican­o se ha quebrado por el accionar de Trump. “Es un momento muy incierto, así que no sé con certeza qué va a pasar”, sostiene Cortina.

Zogby dice que los próximos pasos que el vicepresid­ente debería seguir si quiere posicionar­se como candidato es empezar, de manera silenciosa, a hacer campaña y recaudar dinero para legislador­es y representa­ntes republican­os estatales. Pero el camino todavía es largo e incierto.

“A los republican­os les gusta (Pence), porque ha sido leal a Trump”, dice el analista político estadounid­ense. Hoy, esa lealtad está siendo cuestionad­a por varias

voces republican­as, incluido el propio Trump.

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