Cornejo sale aún más fuerte de las rocas
A falta de tres fechas para el final del Dakar, el piloto agranda su liderato y acaricia estrenar el palmarés nacional en motos. Su principal rival abandona y ahora su ventaja es de 11 minutos.
La novena etapa del Dakar, que se desarrolló completamente en la ciudad saudita de Neom, será inolvidable para José Ignacio Cornejo. El piloto chileno consolidó su ventaja en la clasificación y se vio beneficiado por el abandono del australiano Toby Price (KTM).
El iquiqueño llegó en el tercer lugar y su ventaja en la punta de la general es de 11 minutos y 24 segundos, sobre su, ahora escolta, el argentino Kevin Benavides, su compañero en el equipo Honda.
Ambos fueron abriendo la ruta y enfrentando diversos problemas de navegación mientras sorteaban un camino de mucha piedra y roca. Sin embargo, el nortino cometió mínimos errores y, a tres días del final de la competencia, está muy cerca de hacer historia y convertirse en el primer chileno en ganar en motos.
“Muy buena etapa hoy, pero muy larga. Me tocó abrir pista todo el día. Fueron 465 kilómetros interminables. La idea era abrir ruta lo más rápido posible… Se hizo difícil por la extensión del tramo, con mucha piedra y navegación complicada. Cometí uno o dos errores que no me significaron mucho tiempo”, afirmó.
De todos modos, valoró poder estirar su ventaja, que al comienzo del día era de solo un minuto. “Al final fue un día positivo y ampliamos la diferencia en la general. Logré un pequeño colchón de tiempo para poder estar más tranquilo y ser más inteligente en lo que resta. Ahora a mentalizarse en la etapa 10”, comentó el deportista, de 26 años.
La jornada fue durísima, ya que los 465 kilómetros de especial fueron bastante peligrosos. Al abandono de Price, se sumó el del transandino Luciano Benavides (Husqvarna). El oceánico sufrió un accidente en el kilómetro 155, donde resultó con un traumatismo craneal y contusiones en el hombro izquierdo y la muñeca derecha, mientras que Benavides se fracturó la clavícula derecha.
Testigo de estas situaciones fue Pablo Quintanilla, quien finalizó en el puesto 10 y en la general está noveno, a una hora de Cornejo. “Hoy fue, sin duda, la etapa más difícil del rally. Muy peligrosa, por lechos de ríos y sobre rocas por todas partes. Al inicio, antes del primer
refueling, encontré a Toby en el piso, estaba siendo asistido por el helicóptero médico. De ahí en adelante fue súper difícil enfocarme y tomar el ritmo de nuevo”, expresó.
En caso de Benavides, el sanantonino cumplió un rol clave para ayudarlo en medio de la emergencia. “Llegué al abastecimiento, pude descansar algo, ordenar la cabeza y empezar a correr. Y cuando estaba tomando algo de ritmo de nuevo, encontré a Luciano (Benavides) en el suelo. Había tenido un golpe fuerte en el hombro y en el brazo, así que me quedé con él hasta que llegó el helicóptero. Estuve media hora ahí y después se hizo muy largo el día, sin encontrarle el punto a la moto, muy incómodo y solo contando los kilómetros para terminar”.
El Dakar entra en su fase decisiva, con las últimas tres etapas, que suman 1.592 kilómetros, con 1.078 de especial, y la ilusión de un chileno de poner su nombre en los libros del Dakar.