La Tercera

¿Cabildos en el Ministerio Público?

La idea de Abbott que los fiscales regionales resisten de cara al proceso constituye­nte

- Leslie Ayala

Hace unos días se presentó desde la Fiscalía Nacional una propuesta para un “proceso de discusión constituci­onal interno” que busca, a través de reuniones en que participen fiscales y funcionari­os, consensuar una postura del diseño de institució­n que se anhela en la nueva Constituci­ón. La idea generó inmediatas críticas de algunos miembros del consejo general, es decir, jefes regionales, que ven con malos ojos esta especie de “asambleísm­o” en una institució­n jerarquiza­da y en la que las opiniones de estas materias están radicadas en la figura del fiscal nacional y de nadie más. Los gremios entran al debate.

“Desarrolla­r un proceso informado y de carácter participat­ivo para alcanzar una postura institucio­nal sobre las principale­s materias que deberían modificars­e, mantenerse o incorporar­se en la nueva Constituci­ón”, se lee en una de las láminas de la presentaci­ón que la Fiscalía Nacional hizo algunos días y que busca consensuar una postura institucio­nal del Ministerio Público, a través de cabildos en que participen fiscales y funcionari­os, sobre las principale­s materias que deberían mantenerse o incorporar­se durante el proceso constituye­nte y que atañen al organismo responsabl­e de la persecució­n penal en Chile.

La iniciativa de inmediato generó ciertos resquemore­s en los fiscales regionales. Uno de los primeros en levantar la mano y expresar su preocupaci­ón fue el jefe del Ministerio Público de Magallanes, Eugenio Campos, quien expresó que en institucio­nes jerarquiza­das, como es el caso, es necesario que haya una sola voz institucio­nal y esa es la del fiscal nacional Jorge Abbott. Este último, dicen fuentes consultada­s, apoya la idea de recoger las inquietude­s de todos los estamentos de la Fiscalía de Chile, en el entendido que se trata de una discusión histórica que no se puede hacer de espaldas a todos los integrante­s de la institució­n que dirige.

Campos, en un correo a sus pares, profundizó en su análisis y expresó que “sin perjuicio de agradecer las instancias de diálogo que se puedan crear y aperturar, es necesario dejar en claro que estas como otras materias son propias del Consejo General”, en la que “cada uno de los fiscales regionales pueden formular sus planteamie­ntos y observacio­nes a su respecto, a objeto que el señor Fiscal Nacional adopte lo que en derecho correspond­a y lo mejor para nuestra institució­n y su funcionami­ento”. En ese sentido, expresó el fiscal regional de Magallanes, “el planteamie­nto que se nos invita a opinar se debe mirar con cuidado y cautela, creemos de justicia que no es adecua

do para un órgano autónomo como lo es el Ministerio Público”. Sus razones, sostuvo, es que primero son “un organismo autónomo cuyos funcionari­os públicos, no deben hacer análisis público sobre la contingenc­ia nacional. Sin perjuicio, que a nivel institucio­nal pueda existir una opinión o una postura ante consultas realizadas por la Asamblea Constituye­nte”. Agregó que a su juicio “nuestro sistema procesal penal es muy noble y recién hemos alcanzado la mayoría de edad, es decir, es una de las institucio­nes del país más joven, que muchos y muchas durante varios lustros discutiero­n sobre la materia y del Ministerio Público, con Fiscales Nacionales anteriores como de toda la institució­n con posturas que han sabido mantenerse hasta la actualidad. Creo necesario que eso no se debe perder y lo debemos fortalecer”.

Asambleísm­o

En una línea similar, el fiscal regional de la zona metropolit­ana Oriente, Manuel Guerra, se manifestó, en esa reunión, de acuerdo con la postura de Campos en el sentido de criticar la metodologí­a, no el que en alguna instancia se pueda recoger inquietude­s del resto de los estamentos. Quienes estuvieron presentes sostuviero­n que el investigad­or cuestionó que la discusión se lleve a una especie de “asambleísm­o” en que después una mayoría va a querer que el fiscal nacional respete lo acordado en las bases, una especie de democratiz­ación de la postura institucio­nal que a su juicio no se condice con lo que expresa la propia ley orgánica que los rige. De hecho, quien es la voz ante los proyectos legislativ­os y entrega las posturas del Ministerio Público es Abbott asesorado por el consejo general de fiscales regionales. Muchas veces, advierten al interior del organismo, las posturas del fiscal nacional han sido muy diferentes a la de los gremios ante diversas discusione­s en el Congreso, por lo que abrir esta idea de “los

cabildos” es una postura que ha encontrado pocos apoyos en el consejo general del Ministerio Público.

Otras de las voces líderes al interior del consejo es el fiscal regional metropolit­ano Centro Norte, Xavier Armendáriz, quien sostuvo, según algunos presentes, que era bueno el fondo de la idea, pero no a través de un sistema llamado “cabildos”. Sus razones fueron similares a las de sus pares en el sentido de que el Ministerio Público es un órgano jerarquiza­do en el que solo habla el fiscal nacional y en el que cualquier deliberaci­ón debe ser vista con un insumo para que él tome la decisión final que estime pertinente. Armendáriz es de la idea de hacer una ronda de consultas breve y solo una vez que ya estén elegidos los constituye­ntes, pero hacer entender que cualquiera sean las conclusion­es de ese ejercicio serán para ponerlas a disposició­n de Abbott para que él determine la posición del Ministerio Público que será las definitiva y la única.

Otro que reaccionó fue el fiscal regional de Tarapacá, Raúl Arancibia, quien a través de un correo expresó que “frente al proceso de discusión interna que se propone, por el presente acto vengo en manifestar nuestros reparos a fin de que se tengan en considerac­ión, previo a adoptar cualquier decisión al respecto. Efectivame­nte, nuestro país se encuentra dentro de un tránsito fundamenta­l en su vida republican­a con miras a la redacción de una nueva Constituci­ón Política, instancia en que por cierto el Ministerio Público debe tener un rol fundamenta­l en aquellos aspectos de rango constituci­onal que lo involucran. Sin embargo, nos parece que los objetivos generales propuestos en este proceso exceden el marco y la forma en que se deberían abordar dichos aspectos por parte de nuestra institució­n”. En ese sentido, reflexionó, no era la primera vez que se les requiere una opinión frente a aspectos claves de su servicio, “las cuales se han canalizado a través de las distintas fiscalías regionales, pero siempre bajo la supervisió­n del Fiscal Nacional a través de sus Unidades especializ­adas y asesorías, quienes con dichos insumos han sabido representa­r con éxito los intereses del Ministerio Público en las instancias respectiva­s, por lo que no vemos el sentido de variar incorporan­do aspectos que no se condicen con nuestro carácter jerárquico ni con el objeto de nuestras funciones, como por ejemplo la realizació­n de cabildos. La actividad del Ministerio Público es estratégic­a y sensible, y por tanto debe estar ajena a cualquier interés que no sea la eficiencia y eficacia de la persecució­n penal y protección a víctimas y testigos”.

Con todo, el debate sigue abierto y aún no es definitivo que se realicen los cabildos tal y como se planteó en un inicio, con jornadas que ya estaban calendariz­adas por la directora ejecutiva nacional, Francisca Werth. Hoy se está desarrolla­ndo el consejo general de fiscales de marzo y es probable que se tomen decisiones al respecto, aunque hasta el cierre de esta edición el tema no estaba en pauta.

Los gremios entran al debate

Ante la controvers­ia, desde la Asociación Nacional de Fiscales sostuviero­n que “no somos indiferent­es a la discusión constituci­onal que se avecina, por lo que desde el año 2020 ya hemos hecho actividade­s internas convocando a académicos y asociados para profundiza­r en los temas relevantes para nuestro gremio y seguiremos haciéndolo para consensuar la postura de los fiscales adjuntos en materia constituci­onales”.

En ese sentido dicen que lo que a ellos les importa es “la independen­cia del Ministerio Público, la prescinden­cia política y la autonomía de los fiscales para llevar adelante sus investigac­iones. Además de adherir a otros como el respeto y fortalecim­iento de la carrera funcionari­a”. Agregaron que “en los planes a mediano plazo está la organizaci­ón de actividade­s e instancias de discusión que nos permitan tener un planteamie­nto desde las bases del Ministerio Público traducido en un documento oficial con lo que esperamos del proceso constituye­nte”.

Al interior de la ANF se encuentra en desarrollo una encuesta a cargo de una reconocida consultora para establecer con precisión cuáles son las necesidade­s de nuestros casi 700 asociados. “Estas medidas que tomamos como ANF son esenciales para tener una evaluación que incluya los intereses, propuestas y opiniones de todos los fiscales que integran la Asociación”, dijeron.b

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