La Roja de Lasarte debuta con escuálido triunfo y con Bravo de capitán
La primera vez de Martín Lasarte al frente de la Roja fue una victoria. Y un golpe sobre la mesa. No tanto por el discreto 2-1 sobre Bolivia, sino por una decisión ruidosa con variadas y hasta contradictorias interpretaciones: Claudio Bravo volvió a ser el capitán.
Y eso que estaba ahí en Rancagua también Gary Medel, al que le tocó soportar la jineta en los tiempos en los que el arquero fue degradado y señalado como enemigo por los referentes. Pero el brazalete volvió a ser ayer para Bravo, redimido o reforzado por un entrenador con el que mantiene cercanía desde los tiempos en que coincidieron en la Real Sociedad. Como primera medida del técnico, una de personalidad.
El de Viluco no era capitán de la Selección desde noviembre de 2017, en el 3-0 en Brasil que eliminó a Chile de Rusia 2018. Martín Lasarte volvió a la vieja costumbre y le devolvió el reconocimiento al arquero.Entre los jugadores y él, dijo el técnico que iban a tomar la decisión.Cabe interpretar la medida como consensuada, por tanto.
Aunque al que más le puede doler el arrebato no estaba en la conovocatoria, claro. Arturo Vidal, el origen de la caída en desgracia de Bravo como jefe de la Roja, sigue en Italia recuperándose de una lesión. Aunque no permaneció impasible ante la noticia. El Rey desenfundó su arma favorita, el Instagram, nada más conocerse el dato y posteó dos emoticonos, uno echándose a dormir y otro de enojo. ¿Intencionado? Vidal, siempre juguetón, le puso color enigmático al caso.
“Es solo un distintivo”, dijo luego el propio meta, restándose importancia. Pero Lasarte ha dejado un mensaje claro desde el primer día: los galones de su camarín los vuelve a llevar Claudio. ●