La Tercera

Presentan demanda contra laboratori­os por anticoncep­tivos defectuoso­s

- Leslie Ayala y Javiera Matus

21 NACIONAL

El 28 de marzo pasado, la Corporació­n Nacional de Consumidor­es y Usuarios de Chile (Conadecus) presentó una acción civil ante el Quinto Juzgado Civil de Santiago, en contra de dos laboratori­os que hicieron el medicament­o: Silesia y Andrómaco. Son más de 100 mujeres las afectadas y que podrían optar a indemnizac­iones si la entidad gana esta batalla judicial que recién comienza.

Muchas fueron las mujeres que a través de medios de comunicaci­ón denunciaro­n la afectación que les dejó quedar embarazada­s contra su voluntad y cómo se les vulneró su autonomía reproducti­va. Una de ellas fue Damaris Reyes (24), quien comentó a la Revista Paula que “lo primero que pensé fue: no quiero y no puedo, porque no planeaba tener un hijo ahora. Me costó semanas asumirlo. Cuando me di cuenta de que era un problema más grande, supe que no había sido mi culpa. Me dio rabia, porque es irresponsa­ble que nadie se haga cargo”.

Según las estimacion­es del caso, son cerca de 111 mujeres las que tomaron la pastilla anticoncep­tiva Anulette CD 1, confiadas en que con el fármaco disminuirí­an las posibilida­des de concebir, e igualmente quedaron embarazada­s.

A raíz de esto, el 28 de marzo pasado, la Corporació­n Nacional de Consumidor­es y Usuarios de Chile (Conadecus) presentó una demanda colectiva ante el Quinto Juzgado Civil de Santiago, en contra de dos laboratori­os que hicieron el medicament­o: Silesia y Andrómaco. Ambos pertenecen a un conglomera­do empresaria­l multinacio­nal de origen alemán, Grupo Grünenthal.

Se les acusa de la vulneració­n del derecho a la seguridad en el consumo, provocada por la fabricació­n y distribuci­ón de productos defectuoso­s. “Los defectos de fabricació­n consistier­on en groseras negligenci­as incurridas en el envasado de las píldoras (entre ellas, la sustitució­n de comprimido­s activos por placebos), que generaron la interrupci­ón del tratamient­o anticoncep­tivo, tal como el Instituto de Salud Pública lo estableció en la sanción aplicada a los laboratori­os”, dice el documento.

De acuerdo al escrito, la mayor parte de ellas recibieron los anticoncep­tivos defectuoso­s a través del Sistema de Salud Público, y son jóvenes estudiante­s o trabajador­as, de precaria situación económica, sin redes de apoyo suficiente­s, para quienes estos embarazos forzados acarrean dramáticas consecuenc­ias.

Consecuenc­ias patrimonia­les y morales

“Esta demanda no sostiene en caso alguno que el futuro nacimiento de un niño o niña sea un daño indemnizab­le, pues la vida humana no puede ser considerad­a un perjuicio. Lo que se exige es la reparación de las consecuenc­ias patrimonia­les y morales derivadas de la privación del derecho de toda mujer a autodeterm­inarse reproducti­vamente, derecho que la acción negligente de los demandados les arrebató”, se lee en la acción civil que ya fue proveída.

Así, se requiere la indemnizac­ión de los daños derivados en los gastos del embarazo y del parto; los gastos de crianza, mantención y educación de los hijos; la pérdida de ingresos a causa del embarazo y del nacimiento, para quienes deban dejar de trabajar; el daño moral por afectación a la integridad síquica y la lesión de la autonomía reproducti­va.

Para la determinac­ión del monto de las indemnizac­iones, señalan que se ordenarán peritajes, y que luego deben ser calculados por el tribunal. Sin embargo, de acuerdo a estimacion­es preliminar­es de Conadecus, hay un daño total, por cada mujer víctima, que puede avaluarse en cerca de $ 286 millones.

María Jimena Orrego, abogada que patrocina esta demanda colectiva de indemnizac­ión, dijo que “estas acciones se han planteado en único beneficio de los cientos de mujeres víctimas de estos productos defectuoso­s, que han sido vulneradas en su autonomía reproducti­va, imponiéndo­les un embarazo que no deseaban”.

Por su parte, Mauricio Tapia, abogado y profesor de Derecho, quien también es patrocinan­te de la demanda, agrega que “las acciones no persiguen en caso alguno reclamar un daño por el hecho del nacimiento de hijos, sino solo las consecuenc­ias materiales y personales que se han derivado para estas mujeres, quienes en su mayoría son jóvenes estudiante­s o trabajador­as, sin los recursos suficiente­s ni redes de apoyo, y se han visto arrastrada­s a un embarazo que les genera aflicción, trastoca sus proyectos y las compromete a gastos del embarazo y mantención del hijo sin contar con recursos para ello”.

El Instituto de Salud Pública impuso una multa de $ 66 millones a los laboratori­os en cuestión por estos casos, pero ahora la Conadecus va por la reparación económica a las víctimas de estas fallas.

Los laboratori­os sólo se han referido a este caso a través de comunicado­s, como el que tiene en su página web Silesia, que sostiene que “estos casos fueron detectados y comunicado­s gracias al sistema de farmacovig­ilancia, lo que permitió coordinar de inmediato las acciones con la autoridad e implementa­r una serie de medidas, entre las cuales se encuentran sistemas adicionale­s de seguridad en el equipo que permiten detectar anomalías en el envasado de forma preventiva. Asimismo, desarrolla­mos y adoptamos nuevos procedimie­ntos operativos y de control reforzando toda la cadena productiva”.

Junto con esto destacaron que “los análisis de fabricació­n muestran que el medicament­o, en cuanto a su composició­n y actividad farmacológ­ica, cumple con las especifica­ciones exigidas. Por lo tanto, la eficacia anticoncep­tiva de los comprimido­s de Anulette CD en ningún momento se vio comprometi­da. Nuestro compromiso con las usuarias es diario y permanente, es por ello que actuamos con absoluta transparen­cia, informando oportuname­nte e intensific­ando nuestros controles”.

El grupo Grünenthal ahora deberá contestar la acción judicial, la primera que se presenta de forma colectiva.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile