La Tercera

TRABAJOS ESENCIALES

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SEÑOR DIRECTOR

Desde el primer día en que entró en vigencia el Estado de Catástrofe, la principal medida aplicada de restricció­n a la movilidad de las personas, afectó duramente a la fuerza laboral, quienes han costeado la crisis con sus propios fondos. No se cuestiona la necesidad de restringir la movilidad de la población. Pero las medidas siguen a cargo del trabajador. ¿No sabrá la autoridad que el porte del contrato no es exigible al trabajador por ser consensual y la escriturac­ión es obligación del empleador? Tampoco lo tienen los trabajador­es informales, los honorarios y migrantes.

El 15 de marzo, el Instructiv­o de Desplazami­ento fijó las labores esenciales, lista que sorprendió por su amplitud, en especial las autorizada­s bajo el Permiso Único Colectivo, que incluyó, entre otros, servicios en la construcci­ón y de postventas, o alumnos de doctorados. Para mañana lunes las volvieron a modificar, excluyéndo­se quienes laboran en teletrabaj­o, administra­tivos y similares, y equipos de servicios mínimos en caso de huelga.

Aún es amplia la lista -ni una calificaci­ón de servicios mínimos fijaría tantas. Pero funciones más o funciones menos, si la fiscalizac­ión es débil, no es más que una falsa restricció­n. Es esencial para evitar abusos que la autoridad laboral esté a la altura y cumpla su deber de protección.

Patricia Silva Meléndez Ex directora del Trabajo

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