La Tercera

Batalla por cuestionad­o proyecto Zoccalo de Vitacura llega a la Contralorí­a por presuntas “ilegalidad­es”

- Leonardo Cárdenas

Dos denuncias se han presentado en el ente fiscalizad­or en contra de la iniciativa que contempla la construcci­ón de estacionam­ientos subterráne­os en Av. Alonso de Córdova. Sus vecinos y locatarios acusan presuntas irregulari­dades en una votación del concejo municipal que habría cambiado las bases de la licitación original y permitió a la concesiona­ria expandir el proyecto, sumando un supermerca­do, gimnasio y tiendas comerciale­s. La empresa contesta que no es un centro comercial como tal y que su eje es el cuidado del medioam

Hace unos meses, un grupo de vecinos y dueños de tiendas de la Av. Alonso de Córdova, en Vitacura, comenzaron a organizars­e para dar una batalla que -asumen- será larga. Son opositores al proyecto Zoccalo, que contempla la construcci­ón de estacionam­ientos con locales comerciale­s bajo tierra. La iniciativa que genera polémica por sus externalid­ades, considera una inversión total de $ 16.512 millones (US$ 23 millones).

Detrás de la iniciativa se encuentra la Concesiona­ria de Estacionam­ientos Alonso de Córdova (Zoccalo). La firma es propiedad de las inmobiliar­ias SuKsa -la misma que exintenden­te Claudio Orrego acusó de construir guetos verticales en Estación Central-; Kumquat, de familia Abumohor y el empresario español José Cabrerizo.

La obra, según la empresa, requerirá un plazo de dos años y nueve meses de ellos serán en la superficie. Pero sus opositores califican el proyecto como un “mall” y acusan presuntas “ilegalidad­es” en su tramitació­n. Según los locatarios de la zona, la pandemia los ha golpeado muy fuerte. Sus ventas se han

desplomado y cerrar sus locales durante la construcci­ón los conduciría inexorable­mente a la quiebra.

Frente al temor por el proyecto, un grupo de dueños de tiendas comerciale­s, restaurant­es y galeristas se reunieron y constituye­ron la Asociación de Vecinos y Locatarios de Alonso de Córdova. Su presidenta, Rosita Lira, dijo no entender por qué quieren romper la calle, cortar los árboles y sacar las veredas. “Ni en la peor de mis pesadillas me habría imaginado esto. Es muy triste y grave, no sólo porque cortarán muchos árboles, sino porque será la muerte para los locales comerciale­s. Será un lugar totalmente inhóspito, pero no perdemos la esperanza de que volverá la buena crianza a este país y no se hará el proyecto”, afirmó Lira, quien también es directora de Galería ArteEspaci­o.

Los vecinos no solo han sostenido reuniones con concejales de la comuna y represente­s de la concesiona­ria. Un día después de obtener su personalid­ad jurídica, la agrupación lanzó bajo absoluta reserva su mayor ofensiva. El viernes 26 de marzo, presentó una denuncia en la Contralorí­a General de La República, acusando siete presuntas “ilegalidad­es”

que habría cometido el concejo municipal de Vitacura al cambiar la concesión que originalme­nte consistía en un subterráne­o con estacionam­ientos, pero sumó un supermerca­do, gimnasio y locales comerciale­s.

A comienzos de marzo, la agrupación contactó a los abogados José Gabriel Undurraga y Julio Pellegrini, socios de Guerrero & Olivos y Pellegrini & Rencoret, respectiva­mente. Ambos son vecinos de la comuna y -según trascendió- colaboraro­n en la redacción del escrito presentado. La génesis del conflicto

El origen de la disputa comienza en 2007, cuando la concesiona­ria se adjudica la administra­ción de los estacionam­ientos de calle El Mañío, ubicado en Vitacura frente al supermerca­do Jumbo y los estacionam­ientos superficia­les de Alonso de Córdova. La licitación venía con un “premio adicional” -según dice la denunciaqu­e permitía dotar a esta zona con estacionam­ientos subterráne­os más adelante.

En la presentaci­ón se dice que la empresa tenía la obligación de replicar lo hecho en El

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Mañío. Es decir, construir cuatro niveles de estacionam­ientos bajo tierra, desde la Av. Bicentenar­io a Américo Vespucio. Sin embargo, el 25 de junio de 2014, la municipali­dad de manera unilateral decidió, en una sesión del concejo cambiar condicione­s de la licitación. La agrupación también acusó a la concesiona­ria de haber excedido los plazos que estableció originalme­nte la licitación para la construcci­ón del proyecto, pues sus trabajos debieron comenzar a comienzos de 2019. Además, destacó que los ejecutivos de la concesiona­ria han presentado distintas versiones sobre las caracterís­ticas reales de la iniciativa.

Pero la denuncia de los vecinos no es la única arremetida que enfrenta el proyecto Zoccalo.

El 25 de marzo, el concejal Felipe Irarrázava­l (RN) envió un mensaje vía WhatsApp a algunos miembros de la agrupación denominada “No al Zoccalo”, anunciando que presentó una denuncia a Contralorí­a para pedir un pronunciam­iento sobre la aprobación que hiciera el concejo en el año 2014, que terminó por “desnatural­izar la concesión original”.

“No es lo mismo licitar estacionam­ientos que locales comerciale­s con estacionam­ientos. Lamentable­mente, no hay ninguna aprobación que tenga que ir al concejo y, por lo tanto, no hay facultades de los concejales hacia adelante y la aprobación del proyecto radica en Tránsito y Obras. Lo que sí puedo hacer como concejal es fiscalizar y por ello llevé el caso a la Contralorí­a para que se pronuncie respecto de lo aprobado el 2014 y que con ello se invalide la concesión”, dijo el edil que va por la reelección.

“El cambio consiste en pasar de 500 estacionam­ientos en subterráne­o a 1.300, agregando 16.714 metros cuadrados de superficie como actividad complement­aria, pudiendo utilizarse con fines comerciale­s. Es decir, en vez de ser una licitación de estacionam­ientos, se transformó en la construcci­ón de locales comerciale­s, probableme­nte 25 restaurant­es, que además tiene estacionam­ientos. Ello cambia la esencia de la licitación inicial, que en sus bases solo decía estacionam­ientos y que en su punto 2. Objeto Licitación decía la construcci­ón y explotació­n de estacionam­ientos subterráne­os y nada decía respecto de locales comerciale­s”, consignó la denuncia presentada por Irarrázaba­l.

Según el acta del concejo del 14 de junio de 2014, los cambios a la concesión del proyecto de estacionam­ientos de Alonso de Córdova que hoy son objeto de cuestionam­ientos fueron aprobados por la unanimidad de sus miembros. A la reunión asistieron el alcalde Raúl Torrealba y los concejales: Rodolfo Terrazas, Macarena Bezanilla, Aldo Sabat, Patricia Alessandri, Ricardo Moena, María José Domínguez y Matías Bascuñán.

Para Matías Bascuñán (UDI) -el único concejal que sigue en su cargo y que asistió a dicha sesión- “el proceso de concesión que permite tener un porcentaje de equipamien­to ha pasado por todos los trámites legales y tramitacio­nes pertinente­s. En lo conceptual el sacar vehículos de superficie y generar mejores espacios públicos es coherente con el desarrollo urbano de una ciudad”.

“El cuidado del medioambie­nte es central para nuestro proyecto”

Frente a las preocupaci­ones de los vecinos y locatarios, el director de la Concesiona­ria de Estacionam­ientos Alonso de Córdova (Zoccalo), Mauricio Muñoz Silva, respondió que “estamos al tanto de la consulta a la Contralorí­a y siempre valoraremo­s la supervisió­n y revisión de nuestro proyecto. Para nosotros desarrolla­r un proyecto legítimo, cercano a la comunidad, que respete normas sociales, comunitari­as y legales es fundamenta­l”.

“Somos un proyecto de estacionam­ientos subterráne­os con servicios de barrio en Alonso de Córdova. Zoccalo tendrá cuatro subsuelos, tres de ellos destinados a estacionam­ientos y uno a comercio que complement­e la actual oferta del sector. No es un mall. Es un proyecto que busca ampliar la capacidad de estacionam­ientos de la zona, pero lo más importante, mejorar la seguridad y la experienci­a de todas las personas del barrio y sus visitantes”, acotó vía escrita.

“Sabemos que los desarrollo­s de este tipo pueden generar ciertas externalid­ades negativas durante su período de construcci­ón, por eso para nosotros es fundamenta­l promover espacios de diálogo y relación para conocer de primera fuente las inquietude­s de quienes se pueden afectar, como vecinos directos y el comercio del sector. Lo que no compartimo­s, son campañas que se sustentan en informació­n falsa y poco precisa”, explicó

Asimismo, dijo que todos los servicios o comercios complement­arios que tenga el proyecto -ya sea un minimercad­o, un gimnasio studio o retail- serán siempre evaluados por su aporte al proyecto, pero esencialme­nte, por su contribuci­ón al sector. En esa lógica, agregó que “el cuidado del medioambie­nte es central para nuestro proyecto. Zoccalo no cortará 400 árboles y hará un trabajo de reemplazo y aumento de especies”. “Se utilizarán maceteros, los que consisten en un elemento de contención de tierra, con pared perimetral y sin fondo, para ganar más profundida­d y permitir así un crecimient­o mayor y natural de los árboles”, remató.

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Felipe Irarrázava­l, concejal de Vitacura.
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El cambio consiste en pasar de 500 estacionam­ientos subterráne­os a 1.300, agregando 16.714 metros cuadrados en superficie a actividad complement­aria.

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