La Tercera

La espera del general Baquedano

A un mes del retiro de la escultura, el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio trabaja en el reforzamie­nto de la estructura interna para evitar un eventual derribamie­nto. Los desórdenes en la zona han disminuido.

- Por Víctor Rivera

El retiro de la estatua del general Manuel Baquedano desde el óvalo central que divide a las comunas de Santiago y Providenci­a fue una discusión que se extendió durante todo el primer semestre de este año. El tema incluso llegó a La Moneda, donde analizaron las señales que se podían dar al ceder a la solicitud del Ejército por trasladar la figura del fallecido general ante su continua vandalizac­ión en medio de manifestac­iones.

A principios de marzo, el Consejo Nacional de Monumentos tomó la determinac­ión de retirar la escultura diseñada por Virgilio Arias y que estaba en el centro de la plaza desde 1928. La decisión se tomó luego que dos violentas jornadas de protestas terminaran con la estatua quemada, cortada y martillada, en las jornadas del 6 y 8 de marzo.

Fue durante la noche del 11 de marzo y la madrugada del 12 de ese mes que Baquedano abandonó su tradiciona­l ubicación. En medio de honores brindados por efectivos del Ejército, el monumento fue trasladado hasta dependenci­as del Ministerio de las Culturas, en Cerrillos, donde permanece hasta hoy.

El próximo lunes se cumple un mes sin Baquedano en el centro de la capital y los trabajos del Ministerio de las Culturas para avanzar en la restauraci­ón de la estatua están a punto de comenzar. Todo, tras la espera de trámites administra­tivos -como firmar el contrato con el equipo de restaurado­resque hoy están en manos de la Intendenci­a Metropolit­ana.

Hasta ahora el diagnóstic­o del estado del monumento ya arrojó algunas conclusion­es. Según explicaron desde el Ministerio, la pieza presenta una gran cantidad de alteracion­es, entre ellas martillazo­s, afectación por exposición al fuego, capas de pintura y deformació­n de la pata izquierda trasera del caballo, así como daños en la pierna izquierda del jinete, la cola del caballo y el sable, y se han detectado separacion­es de entre 4 y 5 milímetros entre distintas piezas, con pernos que han cedido.

Además, se presentan daños graves como pérdida de trozos o torceduras en las piezas mayores, especialme­nte en el soldado.

Otro aspecto que ha retrasado la concreción del proceso mismo de restauraci­ón es el estudio y entendimie­nto de los procesos de restauraci­ón previos de la pieza del Soldado, la cual fue intervenid­a en la década de los noventa.

Los expertos que trabajaron en el análisis de la estatua identifica­ron que las patas del caballo no poseen una estructura interior de refuerzo, lo que tiene que ser evaluado en el proceso de restauraci­ón integral.

Desde el Ministerio también manifestar­on que -consideran­do la dimensión y condicione­s para la restauraci­ón- se definió que ésta se realizará en las mismas dependenci­as donde hoy se encuentra el monumento.

El 8 de marzo, Baquedano vivió su momento más complejo. Ese día, un grupo de encapuchad­os escaló hasta la estatua e intentó derribarla con cuerdas, como también cortar las patas del caballo. Estuvieron a centímetro­s de botar la estatua.

Por lo mismo, el proceso de restauraci­ón tendrá entre sus desafíos principale­s el reforzamie­nto del sistema estructura­l de la escultura ecuestre y el soldado. La idea es volver a trasladar al general a su lugar de origen, donde no se pueden descartar nuevos intentos de vandalizac­ión al monumento.

La ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, indicó que “durante el último mes se ha trabajado en distintos planos. Primero, en entender cómo fue construido este monumento hace casi cien años. Además, se ha diagnostic­ado su estado para así poder entender cuál es la forma más idónea de intervenir­lo”.

También, junto a la escultura de Baquedano y el caballo, fueron retirados de la plaza el Soldado Desconocid­o y la figura de la mujer. Los elementos pequeños del conjunto, tales como el sable del general y la placa conmemorat­iva, están resguardad­os en el Centro Nacional de Restauraci­ón y Conservaci­ón del Ministerio de las Culturas y serán trasladado­s cuando correspond­a según la etapa de restauraci­ón.

“Se trasladaro­n las otras piezas del conjunto escultóric­o a Cerrillos y junto con eso se buscaron los especialis­tas que pudieran hacer este tipo de trabajo en el país”, explicó Valdés.

Menos desórdenes

El mes sin el monumento en el principal eje de Santiago no solo ha permitido la restauraci­ón de la escultura, sino que también logró apaciguar el permanente foco de tensión en el que se había convertido Plaza Italia.

Según cifras de Carabinero­s, el mismo viernes 12 de marzo, ya sin Baquedano en la plaza, se registraro­n 9 carabinero­s lesionados, la cifra más baja en un mes. Un mes antes -el 12 de febrero, también viernes- hubo 36 policías heridos. Durante los últimos dos viernes siguientes no hubo carabinero­s lesionados, y la cantidad de eventos violentos se redujo a 0. ¿Las detencione­s? También “sin registro”. ¿Uniformado­s heridos? saldo limpio, una vez más.

Tanto en Interior como en Carabinero­s hay una valoración positiva de la baja de hechos de violencia en Plaza Italia, lo que podría explicarse tanto por el retiro y las medidas de seguridad reforzadas como por la cuarentena decretada hace dos semanas en la Región Metropolit­ana.

El subsecreta­rio del Interior, Juan Francisco Galli, y el jefe de la Dirección Nacional de Orden y Seguridad de Carabinero­s, general Esteban Díaz, participan semanalmen­te de reuniones para analizar las operacione­s policiales, donde la prioridad es detener a quienes estén en situación de delitos flagrantes, evitando la confrontac­ión directa entre los policías y los manifestan­tes. ●

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El monumento del general Baquedano, junto a la ministra Valdés, en el lugar de restauraci­ón.

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