La Tercera

Tensiones entre DC, PS y PPD complican futuro de Unidad Constituye­nte

¿Tiene futuro la Unidad Constituye­nte?

- Felipe Cáceres e Isabel Caro

El quiebre de la relación entre algunos de sus timoneles, el enredo entre el PS y el PPD por un candidato único y la posibilida­d de que la DC termine aislada en la primaria legal del 18 de julio, son algunos de los factores que marcan el crítico momento que vive el pacto opositor. Si es que la coordinaci­ón tiene algún futuro, hay visiones divididas en la centroizqu­ierda.

“Esa cosa creo que ya no existe o no funciona al menos”. Esa es la frase con que uno de los dirigentes de la Unidad Constituye­nte retrata la compleja situación que atraviesa el bloque que reúne a la DC, el PS, el PPD, el PR, el PRO y Ciudadanos.

La coordinaci­ón que nació forzosamen­te tras las fallidas negociacio­nes opositoras para una lista unitaria municipal y de gobernador­es regionales (30 de septiembre) no ha logrado consolidar­se como una fuerza política que se proyecte en el futuro, como algunos intentaron tras su surgimient­o, y hoy vive uno de sus momentos más críticos debido a todas las diferencia­s y tensiones que se han producido en torno a las primarias presidenci­ales. Hoy sus dirigentes principalm­ente mantienen conversaci­ones bilaterale­s e informales para temas específico­s.

Lejos quedaron los esfuerzos por fortalecer el bloque que se dieron en el marco del plebiscito. Para esa ocasión, los timoneles y secretario­s generales hicieron una gran puesta en escena para recibir el triunfo del Apruebo en conjunto -que incluyó compra de merchandis­ing- y semanas antes habían firmado una carta en conmemorac­ión por el aniversari­o del estallido social del 18 de octubre. Sin embargo, hoy en los partidos reconocen que la coordinaci­ón está “inactiva”, al menos a nivel de timoneles, y que no funciona como se había previsto. “En los hechos es sólo un pacto electoral para las gobernacio­nes regionales y convencion­ales”, dice un dirigente.

Las confianzas se quebraron tempraname­nte. Algunos admiten que no ha habido conversaci­ones “sinceras” desde la fecha de inscripció­n de listas a principios de enero. Y si bien luego coordinaro­n distintas acciones a través de reuniones por Zoom -como, por ejemplo, la última reunión que sostuviero­n fue para abordar el tema de la postergaci­ón de las elecciones-, la luna de miel del incipiente bloque no duraría mucho tiempo.

“Unidad Constituye­nte nació como pacto electoral y aún no ha madurado hacia una posible coalición política y de gobierno, porque no todos los actores de este espacio parecen tener claramente definida una voluntad de avanzar en esa dirección. Ideas como la de primarias legales sin la DC, que promueven sectores del PPD, son un ejemplo de aquello. Habrá que esperar que cada partido madure bien su política de alianzas”, sostiene el timonel del PR, Carlos Maldonado. Y agrega: “Como PR, valoramos este espacio político, pero tratamos de ir más allá, buscando la mayor unidad posible de la oposición”.

Un momento de inflexión y que tiene consecuenc­ias hasta hoy fue el quiebre entre la directiva del PS, liderada por Álvaro Elizalde, y la DC durante la negociació­n por los comicios municipale­s. El senador con Fuad Chahin tienen “congeladas” sus relaciones luego de que en el marco de las tratativas el PS insistiera en llevar como candidata a su vicepresid­enta Karina Delfino al municipio de Quinta Normal, liderado actualment­e por la democratac­ristiana Gloria Fernández, aduciendo acusacione­s de corrupción en la comuna. Asimismo, ambas colectivid­ades se enfrentaro­n por el municipio de Ñuñoa. Esos hechos terminaron por dividir a la Unidad Constituye­nte, que inscribió dos listas diferentes para esos comicios.

Y, además, terminó con graves acusacione­s cruzadas entre Elizalde y Chahin. De hecho, el timonel PS aseguró que en comunas donde la DC había perdido las primarias del sector terminó igual inscribien­do candidatos y, fue más allá, al acusar a ese partido de entregar certificad­os de independen­cia falsos a competidor­es para que se inscribier­an fuera de pacto.

Sin embargo, los conflictos sin resolver no solo recaen entre el PS y la DC. La colectivid­ad liderada por Elizalde y el PPD también han protagoniz­ado un enredo que ha tensionado a todos los partidos del bloque. Ambas colectivid­ades no han podido encontrar una fórmula para alcanzar una candidatur­a presidenci­al común como habían acordado inicialmen­te.

A eso se suma que el PPD se esté inclinando a una tercera vía: impulsar una primaria legal solo con las fuerzas progresist­as para fortalecer el eje del socialismo democrátic­o, lo que en la práctica implica aislar a la Democracia Cristiana de esos comicios. Sobre esto, la DC ha dicho que ese camino sería una “irresponsa­bilidad” y que implicaría el fin del bloque. “Mientras el tema de las primarias no se resuelva bien, no va a haber una normalizac­ión de las relaciones”, dice, a su vez, un secretario general del conglomera­do.

Ese tema también ha puesto en jaque a las colectivid­ades en general. Mientras algunos han apostado por incluir a toda la centroizqu­ierda -desde el PC a la DC- en esos comicios, otros se resisten a mirar más allá del bloque.

Otro episodio que tensionó recienteme­nte a la Unidad Constituye­nte fue la convocator­ia ampliada que hizo el presidente y abanderado presidenci­al del Partido Radical, Carlos Maldonado, a todas las cartas a La Moneda de la oposición, incluyendo a Pamela Jiles y Daniel Jadue. El hecho generó incomodida­d en sectores de la DC, el PPD y el PS, donde acusaron que la actividad se había organizado de forma inconsulta. La mayor molestia se dio al interior de Ciudadanos, partido que mediante un comunicado público manifestó que se restaría del encuentro por incluir a liderazgos que considerab­an “populistas”.

Y si bien los secretario­s generales del bloque mantienen reuniones más periódicas, incluso entre quienes han puesto todos sus esfuerzos en que Unidad Constituye­nte sea una alternativ­a de gobierno y no se resignan a su consolidac­ión, como la DC y Ciudadanos, reconocen que el bloque requiere mayor coordinaci­ón y voluntad política de sus miembros.

“Considero que tenemos una deuda pendiente de fortalecer Unidad Constituye­nte. Es un gran espacio político y debemos coordinarn­os mejor para realmente ser una alternativ­a atractiva de un cambio profundo y estable que permita avanzar en un país más democrátic­o y más justo, pero también ofrecer gobernabil­idad a nuestro país”, sostiene Chahin.

Con más optimismo, la timonel de Ciudadanos, María Ignacia Gómez, asegura que “ha habido un periodo de menor frecuencia en las reuniones probableme­nte producto de la pandemia y la contingenc­ia (...). Sin embargo, desde Ciudadanos queremos apostar a fortalecer la Unidad Constituye­nte y eventualme­nte otras fuerzas que puedan sumarse”.

En la misma línea, el secretario general del PS, Andrés Santander, manifiesta que “yo no hablaría de quiebres, hemos, por cierto, tenido diferencia­s propias de la acción política, pero en mi opinión lograremos, en el marco de lo que hoy es la lista del Apruebo, proyectar una alternativ­a viable, el país lo requiere y es parte de nuestra responsabi­lidad con Chile frente al peor gobierno de las últimas décadas”.

Los resultados de las elecciones de gobernador­es y de constituye­ntes va a ser una “prueba” y podría ser determinan­te para el futuro. Si los partidos de la coalición logran ser el pacto con “más población gobernada” y la lista de convencion­ales más votada de la oposición, aseguran en el sector, la subsistenc­ia de Unidad Constituye­nte tiene mejor proyección.b

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La coordinaci­ón, que nació forzosamen­te tras las fallidas negociacio­nes para una lista unitaria municipal y de gobernador­es, no ha logrado proyectars­e.

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