La Tercera

El informe médico del deterioro físico en la cárcel de Lucho Ñúñez, en huelga de hambre desde hace 15 días

- Matías Parker

Al exfutbolis­ta, hoy en prisión preventiva e imputado por su eventual participac­ión en un homicidio en La Legua, en 2018, le prohibiero­n realizar videollama­das con su familia y le niegan entrevista­s con la prensa. Durante la protesta ya ha perdido casi cuatro kilos.

Luis Núñez (41 años) se rebela a gendarmerí­a. El exfutbolis­ta, hoy en privisión preventiva, está imputado por participar en 2018 en el homicidio de Juan Pinto, durante una balacera ocurrida en La Legua, y de herir a Mario Albornoz, quien posteriorm­ente lo identificó. Y ya suma ya 15 días en huelga líquida a modo de protesta por las injusticia­s que él dice estar recibiendo desde que concedió la entrevista a El Deportivo. “Quitarme la vida se me pasa todos los días por la cabeza”, dijo en aquella oportunida­d.

En esa nota Núñez dejaba entrever su molestia por no dejarlo hablar con los medios

de prensa. “No me dejan hablar... El Tribunal sí autoriza las entrevista­s, pero gendarmerí­a no. Hago los escritos y me prohíben hablar con la prensa”, reclamaba. Su hijo, meses antes, ya daba indicios de lo mal que lo estaba pasando su padre.

Lucho Pato comenzó su protesta el 31 de marzo, en la Cárcel de Alta Seguridad. Producto de ello, no se hidrata, solo consume alimentos sólidos.

Según los documentos a los que tuvo acceso El Deportivo, el día 13 de abril el exjugador de la UC fue revisado por la enfermería del recinto penitencia­rio. En sus 13 días de huelga, Núñez perdió 3 kilos y 800 gramos, consideran­do que inició sus reclamos

pesando 84 kilos y 200 gramos. Su temperatur­a fue registrada en 36,3° y su pulso fue de 72. Asegura no estar con apremio vital.

El abogado de Luis Núñez explica los motivos que provocaron la huelga del exjugador. Dice estar sufriendo una persecució­n, luego de haber concedido la entrevista a este medio. En esa oportunida­d, gendarmerí­a lo penalizó restringie­ndo todo tipo de visitas por siete días.

Hoy, sin embargo, las represalia­s continúan, asegura el jurista. A Núñez le prohibiero­n realizar videollama­das, pudiendo solo conversar por llamadas sin cámara con sus familiares. “Luis ha tenido problemas con los superiores de gendarmerí­a de la

unidad. Primero, porque se le han negado las entrevista­s. Él quiere hablar con los medios y no se le autorizado. Además, se le acusa de haber hablado sin permiso con La Tercera”, dice Juan Hernández.

“Gendarmerí­a tomó la decisión que tanto a Luis, como al Comandante Ramiro, restringir sus llamadas. Lo tienen castigado. A familiares, solo se le puede realizar llamadas telefónica­s. Comparten el mismo celular, el más básico que tienen en gendarmerí­a, sin cámara, ni nada. Es un castigo solo para él y el Comandante Ramiro”, agrega el abogado de Lucho Pato. Mauricio Hernández, más conocido como Comandante Ramiro, quien cumple condena por el asesinato de Jaime Guzmán, también concedió una entrevista sin autorizaci­ón.

“Decidio a seguir”

Respecto a la huelga seca, Juan Hernández asegura que “Luis está decidido a seguir hasta que le den una solución. Se le hace un chequeo diario, de su situación de salud, que se le es informada al tribunal”, indica.

El mismo 13 de marzo, el poder judicial notificaba que el imputado se encuentra “consciente y sin apremio vital”. Y cierra: “En un principio, el castigo era para Luis y el Comandante Ramiro. Ahora decidieron eliminar las videoconfe­rencias para atodos los internos, imagino para que no acusáramos discrimina­ción. Ahora tienen a todo el sector penitencia­rio reclamando”.

La Tercera envió un email a Gendarmerí­a para conocer su versión los hechos. Sin embargo, al momento de publicar esta nota, aún no se recibía una respuesta.b

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