La Tercera

El plan de seguridad que activó La Moneda ante la presión por 3° retiro

- Paula Catena y Víctor Rivera

El ministro del Interior, Rodrigo Delgado, y el subsecreta­rio de la cartera, Juan Francisco Galli, se reunieron el martes con el general director de Carabinero­s; el jefe de la defensa de la RM y la PDI para analizar y desarrolla­r la estrategia para enfrentar el próximo mes. Acordaron fortalecer zonas, infraestru­ctura crítica y despliegue de más funcionari­os ante eventuales movilizaci­ones por el descontent­o de haber acudido al organismo. Carabinero­s, por su parte, toma medidas que incluyen resguardar el perímetro de las dependenci­as del TC y fortalecer controles en la “zona cero”.

Caminó hasta el podio en que sus pares de la Segpres, Segegob y Hacienda realizaría­n el punto de prensa para anunciar el ingreso del requerimie­nto ante el Tribunal Constituci­onal (TC) para intentar frenar el proyecto del tercer retiro previsiona­l. Pero el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, no se quedó y, en vez, caminó hacia las oficinas de su gabinete. A la misma hora, tenía agendada una reunión con el subsecreta­rio de la cartera, Juan Francisco Galli; el general director de Carabinero­s, Ricardo Yáñez; el jefe de la defensa en la Región Metropolit­ana, general Cristóbal de la Cerda, y funcionari­os de la PDI.

Según afirman en el Ejecutivo, Delgado citó a esas autoridade­s para alistar un plan preventivo ante los efectos que pueda ocasionar la decisión del Ejecutivo de enviar al TC la moción del retiro de fondo de pensiones. Este -que pretende abarcar todo el próximo mes- había sido encargado, agregan, por el propio Presidente Sebastián Piñera, con quien se analizaron eventuales movilizaci­ones debido a la decisión del gobierno.

Así, en la cita que encabezó Delgado el martes en la tarde, tras realizar un diagnóstic­o junto a Carabinero­s, se estableció la necesidad de monitorear barrios o sectores “más críticos” en los que pueden registrars­e desórdenes, se abordó la necesidad de que exista más contingent­e en algunas zonas y de reforzar la protección de infraestru­ctura crítica.

Las autoridade­s también subrayaron que Carabinero­s debe actuar con prudencia y evitar cualquier episodio que pueda ser catalogado como “provocador” y termine siendo cuestionad­o.

Respecto de la seguridad en La Moneda, en el Ejecutivo se afirma que el perímetro de la zona está fortalecid­o desde el estallido de octubre de 2019 y que no son necesarias nuevas medidas.

Luego de la cita, Galli sobrevoló en helicópter­o la Región Metropolit­ana y estuvo en contacto con Delgado, monitorean­do los episodios de antenoche. Los conteos de Carabinero­s el martes hablaban de cacerolazo­s, 24 eventos violentos a nivel nacional, 17 detenidos, y dos ataques a cuarteles policiales: Ñuñoa y Pedro Aguirre Cerda.

Si bien en La Moneda se considera que, hasta ahora, los episodios registrado­s están en el marco de lo “controlabl­e”, principalm­ente concentrad­os en tres regiones (Metropolit­ana, Valparaíso y Antofagast­a), reconocen que existe preocupaci­ón de que estos escalen. Por ello, apuntan a este viernes como día clave para medir cómo evoluciona el descontent­o ciudadano por haber acudido al TC, aunque precisan que el hecho de estar en pandemia y con medi

das restrictiv­as -como el toque de queda que comienza a las 21 horas- contribuye a resguardar de mejor manera el orden público.

En el Ejecutivo reconocen que los eventuales incidentes eran una de las “externalid­ades” que se analizaron al momento de presentar el escrito y que están consciente­s del efecto que podría tener en las personas y la clase política. Y que, por lo mismo, se ha potenciado el discurso de que las ayudas del Ejecutivo han sido amplias, se extendió el Ingreso Familiar de Emergencia y se están evaluando nuevas ayudas.

Además, transmiten la inquietud ante un “aprovecham­iento político” por parte de sectores que incidan en la ciudadanía, o que se quiera instalar la idea de un posible “estallido social 2.0 , como lo han planteado las Juventudes del Partido Comunista en Twitter.

En la misma línea, apuntan a declaracio­nes como las del abanderado presidenci­al de RN, Mario Desbordes, quien en varias entrevista­s esta semana advirtió que “es evidente que esto va a provocar malestar social”.

Por ello es que en las últimas horas desde La Moneda se ha reforzado el llamado a la responsabi­lidad de las autoridade­s políticas y a potenciar el despliegue para comunicar las ayudas que está entregando el Ejecutivo.

El ministro de la Segpres, Juan José Ossa, abordó el tema de los cacerolazo­s e indicó, en entrevista con T13 Radio, que “uno trata de empatizar con las personas que lo están pasando mal. Es doloroso. Pero tenemos que dejar de pensar en buenos y malos. Esto no lo hacemos porque queremos hacerles algo malo a los chilenos. Ya hay tres millones de personas que no tienen fondos y podrían ser cinco millones”.

Y agregó: “La gente que retira lo necesitan, y mucho. Pero hoy no estamos pensando en las pensiones. Pero existen otras formas de ayudar a los chilenos, las transferen­cias directas han sido un esfuerzo importante”.

Personal afuera del TC y reforzamie­nto de controles en “zona cero”

En paralelo a La Moneda, Carabinero­s también elaboró su propio plan preventivo. De hecho, su alto mando ya dispuso

algunas medidas ante lo ocurrido el martes en 12 puntos de Santiago. Es edía, cuando comenzaron los incidentes, el mando instruyó la condición de “apresto” para los uniformado­s de todas las unidades policiales del país. ¿Qué quiere decir esto? Que el personal que no está casado debió permanecer en los cuarteles, hasta que se normalizar­a la contingenc­ia en toda la Región Metropolit­ana.

Para analizar lo ocurrido antenoche, los generales a cargo del Orden Público se reunieron ayer temprano en la mañana. Allí, se dispusiero­n una serie de medidas para esta semana, como sobrevuelo­s dinámicos del helicópter­o por la Región Metropolit­ana y mantener una condición de “alerta” en las unidades policiales que son, durante fechas emblemátic­as, objetivo de ataques y atentados. También se ordenó al personal territoria­l mantener un piquete de cerca de 15 uniformado­s en las afueras del Tribunal Constituci­onal (TC), como también en un radio de no más de tres cuadras.

El tribunal amaneció rodeado de vehículos y personal policial, lo que deja cortas algunas de las medidas de seguridad que tomaron allá después del 18/O,

cuando comenzaron por retirar la placa que identifica al edificio, ubicado a 336 metros de La Moneda.

Entonces sus ministros se pusieron en el caso de que les invadieran con bombas molotov: diseñaron un protocolo que incluyó elegir dos o tres bodegas que improvisar­on como “cuartos seguros” y compraron extintores esféricos -que se activaban con calor- para lanzarlos de vuelta. Hicieron simulacros y concluyero­n que en el peor escenario tenían unos 10 minutos para que los rescataran.

A pesar de que el balance del martes no fue del todo devastador para la policía, la mirada y las preocupaci­ones están en el viernes. Carabinero­s, en coordinaci­ón con Interior, monitorear­án de cerca algún llamado masivo a manifestar­se en Plaza Italia, luego de cinco viernes en que no ha pasado nada. Por lo mismo, se reforzarán los controles y fiscalizac­iones en los alrededore­s de la llamada “zona cero”, para evitar aglomeraci­ones masivas y eventuales desmanes. Además, también se instruyó al personal territoria­l que se desplegará durante las noches en las cercanías de supermerca­dos e infraestru­ctura crítica para evitar saqueos e intentos de incendio.

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