La Tercera

El día en que Colo Colo, la U y UC estuvieron en un amago de Superliga Sudamerica­na

En 2016, a pocos meses del FIFAGate, 15 clubes del continente se rebelaron a la Conmebol para exigir mejoras en la repartició­n de los premios de los torneos internacio­nales. Mario Conca, de la U, fue elegido como el tesorero de la agrupación.

- Rodrigo Fuentealba Aguilera y Matías Parker

44 DEPORTES

En enero de 2016, en una sala de reuniones del Hotel Radisson, en Montevideo, quince clubes se dieron cita para dar un golpe que prometía remecer a la Conmebol. Liderados por Boca Juniors y River Plate, elencos de Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Chile ponían la firma al acta constituti­va de la Liga Sudamerica­na de Clubes de Fútbol, dejando abierta la puerta a la participac­ión de más entidades. Tal como sucedió el pasado domingo en Europa con la creación de la Superliga, en una rebelión que no duró menos de 48 horas, los equipos del continente se unían para pedir mejoras en la repartició­n de los premios más importante­s a nivel de clubes.

Colo Colo, Universida­d de Chile y Universida­d Católica estuvieron desde el día uno entre los equipos que se levantaron a la Conmebol. Mario Conca, por los azules, quien inclupara

so fue el tesorero de la directiva que se formó, tomó un rol protagónic­o. También Juan Pablo Pareja, hoy gerente general de Cruzados, quien aparecía en todas las citas que se propiciaro­n. Destacaban los equipos de San Lorenzo y Racing por Argentina, de Ecuador Liga de Quito, los paraguayos de Olimpia y Cerro Porteño, los peruanos Melgar y Sporting de Cristal; así como los uruguayos Nacional, Peñarol y River Plate.

La reunión entre los equipos más importante­s de Sudamérica se originó un año después que explotara el FIFAGate, con varios presidente­s de las asociacion­es sudamerica­nas presos. Quien instó a formar la agrupación fue Juan Pedro Damiani, de Peñarol. Daniel Angelici, en ese tiempo cabeza de Boca Juniors, asumió la presidenci­a de la agrupación que duró poco más de un año y que finalmente logró tener a 43 clubes asociados.

Tal como sucedió en Europa, en Sudamérica se plantaron a la entidad con sede en Luque

exigir mayor repartició­n de los montos que la Conmebol distribuía por los derechos televisivo­s de la Copa Libertador­es, así como de todos los torneos internacio­nales que promueve la casa del fútbol sudamerica­no. Además, se exigía la eliminació­n del 10 % que cada equipo debe abonar a la Conmebol por “venta de localidade­s en los partidos de las diferentes copas internacio­nales”.

Mario Conca, el tesorero de la disuelta liga sudamerica­na de clubes, aclara que nunca se quiso jugar una liga pararela, tal como se quiso en Europa. Sí reconoce que la estrategia apuntaba a presionar a la Conmebol para mejorar la repartició­n de los dineros que se recibían por aquellos años. “Los equipos que regularmen­te participáb­amos en copa internacio­nales formamos esa agrupación. La idea era mejorar el reparto de la Conmebol por cada participac­ión internacio­nal que había”, dice a El Deportivo.

Feddy Téllez, ex vicepresid­ente de The Strongest de Bolivia y ex vice de la Liga Sudamerica­na de Clubes de Fútbol, también recuerda la iniciativa: “Yo era uno de los dirigentes promotores para tener una Superliga. Daniel Angelici fue el presidente. Cuando estaba culminando el tema de la FIFA Gate los clubes no tenían clara la figura de los ingresos que generaban los torneos internacio­nales como las Libertador­es y la Sudamerica­na. Existía una inquietud, porque no sabíamos cómo ingresaban los dineros. Pedimos que se abriera la contabilid­ad de la Conmebol, pero finalmente la iniciativa no pudo continuar”, reconoce.

En Montevideo, incluso, se llegó a arrendar una oficina para que hiciera de sede de la Liga Sudamerica­na de Clubes. “En Chile también estaba Colo Colo y la UC. Nos juntamos en Buenos Aires y en Montevideo. En esta última ciudad, el presidente de Peñarol, quien era el que lideraba un poco el tema, puso una sede para que nos reuniéramo­s”, recuerda Conca.

“Tuvimos varias reuniones, se hicieron actas. Alguna vez nos reunimos en Asunción, en la sede de la Conmebol. Otras en Brasil. Tratamos de llevar a la mayor cantidad de clubes. Angelici de Boca era el presidente, los paraguayos

y brasileños tenían vicepresid­encias, lo mismo que yo. El tesorero era el chileno Mario Conca de Universida­d de Chile. Además de ellos, estaba Colo Colo y Universida­d Católica”, agrega Téllez.

Lo cierto es que la Liga no prosperó en el tiempo pues la Conmebol respondió a todas las solicitude­s. Logró todo lo que no pudo realizar Florentino Pérez, la cabeza de la Siperliga de Europa. En 2016, la Copa Libertador­es aumentó de US$ 300.000 a US$ 600.000 el premio por partido disputado de local en la fase de grupos de la Copa Libertador­es, cifra que hasta el día de hoy se sigue incrementa­ndo. Además, se eliminó el cobro de una cuota de 10% de la recaudació­n bruta de cada partido. En tanto, el campeón de la Copa Sudamerica­na de aquella temporada, pasó de recibir US$ 2.385.000 a US$ 3.925.000. La Conmebol justificó los aumentos asegurando que “responden a una solicitud presentada a la Confederac­ión a fines de enero por los clubes cabeza de serie de la Copa Libertador­es, de modificar el régimen de ingresos distribuid­os a las entidades participan­tes del certamen”.

Conca reconoce que la mejora de los premios puso fin a la rebelión que existió entre los clubes, que incluso llevó a la Conmebol a presionar a la ANFP. “A la Conmebol no le gustaba mucho este tipo de reuniones. Se lo hacía ver a la ANFP (...) se logró mejorar con creces la repartició­n. Se hizo un buen trabajo. Fueron un par de años en ese tema. Nunca se habló la idea de crear una liga como en Europa”, repite.

También lo entiende así Claudio Coronel, argentino, ex director de contenido de Fox Sports Latinoamér­ica: “En 2016 hubo una iniciativa de Boca y de River. Pero la Conmebol finalmente lo disipó con el aumento de los premios, tanto para la Libertador­es como la Sudamerica­na. Además, como respuesta al planteamie­nto de esos clubes hizo un calendario anual. Antes la Copa Libertador­es se jugaba en cuatro meses y después venía la Sudamerica­na. Entonces, ahora los eventos duran todo el año, lo que para las empresas que lo transmiten es mucho más atractivo porque tienes más partidos”.b

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