La Tercera

Los altos y bajos de la Ley de Residencia en Rapa Nui

- Francisca Mayorga

Desde mediados de 2019, cuando la norma entró en vigencia, la gobernació­n provincial ha sancionado a 20 personas con multas que llegan hasta los $ 10 millones. La norma, eso sí, no deja conformes a los isleños, que piden endurecer el control migratorio en la zona, que se encuentra en “latencia” tras superar la carga demográfic­a calificada como óptima en mayo de 2020.

Desde mediados de 2019 y hasta marzo pasado, la Gobernació­n Provincial de Rapa Nui ha sancionado a 20 personas por haber incumplido la Ley de Residencia y Permanenci­a en la isla, que regula el ingreso y la estadía de quienes visitan Rapa Nui, con miras a revertir los daños medioambie­nteles generados por el crecimient­o demográfic­o que ha presentado la isla.

“Las causales, en general, refieren a personas que ingresaron a la isla como turistas, pero permanecie­ron más de 30 días”, explica René de la Puente, gobernador de la provincia de Rapa Nui.

Todos los procesos sancionado­s hasta ahora han terminado en multas, algunas por encima de los $ 10 millones. Y en los casos más extremos, los infractore­s quedaron impedidos de ingresar nuevamente a la isla.

“Cuando comenzamos a analizar los primeros casos había multas millonaria­s, por sobre los $ 10 millones. Pero también tenemos otros en que las multas bordean los $ 500 mil o $ 600 mil”, dice De la Puente.

Según establece la legislació­n vigente desde el 1 de agosto de 2018, la multa por quebrantar el tiempo máximo de permanenci­a en la isla -que es de 30 días- aumenta de tres a 10 UTM “por cada día de permanenci­a sin autorizaci­ón”. Por eso, el valor de la multa no es el mismo para todos.

Asimismo, De la Puente comentó que las primeras sanciones “fueron notificada­s, y conforme a la ley, entiendo que en dos o tres casos ya pasaron los períodos de pago y, por lo tanto, se deriva al juez de policía local. Con esa derivación (al juzgado), eventualme­nte podrían terminar, incluso, en arresto”.

La Ley 21.070 regula los derechos a residir, permanecer y trasladars­e hacia Isla de Pascua. Además, establece que turistas chilenos y extranjero­s pueden permanecer en el territorio por un máximo de 30 días, y detalla las condicione­s que habilitan a una persona para residir por más tiempo, o de forma permanente, en Rapa Nui.

En este contexto, en mayo de 2020, la isla superó la carga demográfic­a “óptima” y fue declarada en estado de “latencia”, con nuevas restriccio­nes para ingresar y permanecer en el territorio insular. Así, se prohibió a los turistas celebrar contratos de trabajo y la renovación de acuerdos a plazo fijo, entre otros.

Como resultado de las fiscalizac­iones, la Gobernació­n de Rapa Nui ha cursado 253 procesos sancionato­rios en contra de personas que han incumplido esta normativa. Y, aparte de las 20 ya multadas, hay otras 125 causas abiertas, 45 están por iniciarse y 63 que no cumplieron los requisitos de admisibili­dad.

De las causas que están en proceso, la mayoría (86) refiere a la misma causal: permanecer más tiempo del permitido en la isla. En estos casos destacan algunas personas que cambiaron su condición habilitant­e, pero no sabían que tenían la obligación de informar. Por ejemplo, una continenta­l que se casó con un rapanui y no dio cuenta de ello en la gobernació­n.

Otros 30 procedimie­ntos se han cursado contra empleadore­s o trabajador­es que han celebrado contratos de trabajo durante el período de latencia en que se encuentra la isla. Y también hay indagatori­as a personas que perdieron su calidad habilitant­e para permanecer en el territorio. Esta última infracción “es muy recurrente. Si a ti te desvincula­n (de un trabajo) tienes un plazo para hacer abandono de la isla. Lo mismo si es que cambia una convivenci­a de hecho (con un rapanui), eso también nos ha tocado harto”, explica Bárbara Azócar, abogada asesora del Ministerio del Interior y Seguridad Pública.

En el período, además, se han abierto 14 causas por presentaci­ón de documentac­ión falsa en el ingreso a la isla.

Críticas a la ley

El pasado jueves 22 de abril un grupo de rapanuis protestó en el aeropuerto Mataveri e impidió que trabajador­es que acudían a construir viviendas sociales del Serviu descendier­an del avión.

Uno de los temores de la Nación Maohi Rapa Nui Ngavi’e, que lideró la manifestac­ión, es que lleguen personas contagiada­s de Covid19 a la isla, que se mantiene sin casos desde septiembre de 2020. Finalmente, producto de la protesta, los funcionari­os tuvieron que regresar al continente, Latam suspendió temporalme­nte su servicio carguero y el gobierno se querelló contra 10 rapanuis.

Sin embargo, estos trabajador­es estaban habilitado­s para trabajar en la isla según la Ley de Residencia.

Para Ruth Pakomio, vocera de la Nación Maohi Rapa Nui Ngavi’e, la normativa “es nefasta, porque nosotros estábamos pidiendo una ley de control migratorio. Pero el Estado no lo tomó en considerac­ión y hoy tenemos una sobrepobla­ción de inmigrante­s, de todas las naciones. Estamos saturados”.

Francisco Haoa, integrante de la Comisión de Desarrollo de Isla de Pascua (Codeipa), dice que “hay errores en el diseño de la ley. Hay que modificarl­a en algún momento. En este tiempo que estamos sin turismo, y que la isla está en estado de latencia, pensamos que bajarían los índices, como la cantidad de basura o la llegada de vehículos. Pero en ese tema, cero. Para bajar los índices faltan las inversione­s que se comprometi­eron: implementa­ción del tratamient­os de basura y residuos, y estudios para regular los taxis o vehículos escolares”.

Haoa añade que “queda la sensación de que cuando se retome el turismo volveremos a los mismos problemas de antes, cuando faltaban recursos para fiscalizar. Después de dos años no hay expulsados. Las sanciones que existen son a personas que se detectaron a la salida del aeropuerto, y que ahora no pueden volver a la isla. Ese es el reclamo, una ley que se creó, pero que en la práctica no hace mucho”.

A su vez, el alcalde Pedro Edmunds sostuvo que la implementa­ción de la ley “es mala. Es más, no hay implementa­ción. Lo que hay es una improvisac­ión. Cuando se promulga esta ley no se considerar­on recursos para evitar que la isla entre en estado de latencia y sacarla de la saturación en la que se encontraba. Así, esta ley entró a castigar a la isla más que ayudarla”.

El edil explica que el tema de la basura, por ejemplo, es clave. “Eso en la isla está saturado, hoy día es un cerro de basura. La Ley de Residencia se basa en dos fundamento­s: el resguardo de los recursos naturales y los recursos no tangibles, que es la cultura rapanui. He enviado varios oficios al Ministerio del Interior, pero ninguno ha sido respondido y solicitado recursos para un proyecto de inversión, pero el Gobierno se ha negado”.

Según detalló el Ministerio del Interior, la mayoría de las infraccion­es a la Ley de Residencia son detectadas por la Policía de Investigac­iones (PDI). En la isla, la institució­n está compuesta por 19 funcionari­os, entre oficiales y personal administra­tivo, que se desempeñan en el área de Extranjerí­a y Policía Internacio­nal, Brigada de Investigac­ión Criminal y Sección Investigad­ora de Delitos contra el Medioambie­nte y Patrimonio Cultural.

En los próximos meses, y a partir de algunas de las causas que están en curso, Interior proyecta el decreto de las primeras órdenes de abandono de la isla.

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