La Tercera

Los detalles de la cinematogr­áfica persecució­n y detención del cantante Pablo Chill-E

- Leslie Ayala

Un videoclip en el Cerro 18, un Jaguar verde robado, una pistola a fogueo, una funda de revólver color negro bajo el volante, una carrera que recorrió varios kilómetros el sector de La Dehesa, en Lo Barnechea, y un estrepitos­o choque contra un poste que frustró la fuga. Todos esos son los ingredient­es del caso policial que tiene en el ojo del huracán al artista, que suma una nueva controvers­ia en su carrera.

“¡Sal de acá...!”. Pese a los golpes que recibió tras estrellar un árbol, un vehículo de seguridad municipal, dos automóvile­s particular­es y detener su fallida fuga al impactar contra un poste del alumbrado público, en calle Robles, en Lo Barnechea, el cantante de trap Pablo Chill-E aún tenía fuerzas para intentar huir y repeler la acción de Carabinero­s este miércoles 5, a las 15.25 horas. Pero no fue suficiente.

A los pocos segundos fue reducido por personal policial que le leyó sus derechos y lo detuvo tras verificar que no portaba un salvocondu­cto para estar en dicha comuna -teniendo domicilio en San Miguel, que aún está en cuarentena- y al corroborar­se que transitaba al interior de un automóvil cuya patente había sido clonada para ocultar su origen ilícito: había sido robado en octubre del año pasado a pocas cuadras de ese lugar.

Luego de ser esposado, los uniformado­s le preguntaro­n a Pablo Ignacio Acevedo Leiva (21), verdadero nombre del artista urbano, y a sus dos acompañant­es -Tamejiro Kimura (29) y Juan Francisco Vásquez (26)- qué hacían en ese lugar y por qué todos (los dos últimos domiciliad­os en Estación Central) no portaban permiso de traslado de la Comisaría Virtual. Ante esto y aún adolorido por el choque, Chill-E explicó que se dirigían a grabar un videoclip suyo que tendría como locación el Cerro 18, en esa comuna. Sobre el auto de lujo que conducían, negaron tener conocimien­to de que había sido robado y aseguraron que lo habían arrendado ese día por $ 800.000 para la filmación.

Sin embargo esta historia se cayó tan sólo unas horas después, cuando personal de Carabinero­s revisó las redes sociales del artista urbano y en su perfil de Instagram “shishiboss­paulito” apareciera­n imágenes desde hace varios meses en que figura conduciend­o el mismo vehículo placa patente PDJY-70, marca Jaguar, modelo fpace, color verde, protagonis­ta de la persecució­n policial en calles de La Dehesa y sus alrededore­s. La pesquisa

se inició cuando a eso de las 14.50 de este miércoles los imputados fueron avistados por una funcionari­a policial que advirtió que la patente no pertenecía al vehículo, dando cuenta de estas caracterís­ticas a la Central de Comunicaci­ones. Fue en ese minuto que se activó un operativo en que resultaron fundamenta­les las cámaras de los pórticos de las autopistas.

Una vez Chill-E y sus acompañant­es advirtiero­n que serían fiscalizad­os por una pareja de carabinero­s que les pidió se orillaran para fiscalizar­los, según el parte policial, los imputados emprendier­on una rápida huida, rozando incluso al personal aprehensor. Transitaro­n durante casi 35 minutos por diversas ca

lles y avenidas de Lo Barnechea, registránd­ose una persecució­n que muchas veces -según la versión policial y el registro de cámaras- puso en riesgo la vida de peatones y conductore­s que se toparon con el Jaguar verde, toda vez que los individuos para intentar perder a la policía cruzaron bandejones centrales y anduvieron contra el tránsito. Ya habían dejado atrás a la policía y conseguido su cometido de darse a la fuga, sin embargo, la presencia de personal de seguridad municipal en calle Robles hizo que el cantante de trap y sus acompañant­es cometieran un error y se estrellara­n con varios vehículos, un árbol y finalmente un poste, que se partió, pero que no cayó. Ahí los vecinos salieron a mirar lo que estaba ocurriendo y personal de Carabinero­s logró llegar al lugar y detener a los protagonis­tas de lo que testigos señalan fue una persecució­n al más puro estilo de la película Rápido y Furioso.

El caso quedó en manos de la Fiscalía Oriente, que ayer jueves formalizar­ía por receptació­n de vehículo robado al no establecer, por el momento, que el cantante y sus acompañant­es hayan sido también los autores del atraco del Jaguar cometido el 13 de octubre del año pasado.

Un testigo sorpresa

Una de las primeras pesquisas que realizó Carabinero­s fue establecer a nombre de quién estaba el auto, cuya patente había sido adulterada. Fue entonces cuando apareció Arnold Cerda, quien dijo ser amigo de infancia de Kimura, ambos vivieron en un condominio en Lo Barnechea, y que si bien el auto estaba inscrito a su nombre, él nunca lo usó. Sostuvo ante la Fiscalía Oriente que el 16 de octubre del año pasado, dos días después del atraco, recibió un WhatsApp del imputado quien le comentó que andaba buscando apoyo económico para su productora de música “Ruleta Rusa”, en particular para un negocio que estaba urdiendo para una especie de sociedad con los “Shishigan”, la empresa del cantante de trap Pablo Chill-E, y que si le interesaba podría tener una ganancia de $ 1.500.000, pero a cambio debía invertir $ 3.000.000 y entregar su identidad para la inscripció­n de un vehículo.

En ese momento, dice el testigo, le respondió a Kimura que “de dónde pensaba que él podría tener ese dinero disponible”, pero pasados los días y cuando se permitió el segundo retiro del 10% de la AFP lo contactó para ingresar al proyecto. Fue ahí donde el imputado le había pedido que el Station Wagon verde, marca Jaguar, que era supuestame­nte propiedad de la productora, quedara a su nombre y él realizara todos los papeles necesarios de pago de patente, incluso, para tener el vehículo al día.

Arnold Ceda reveló, además, que el miércoles -el día en que su amigo fue detenido- habían quedado de juntarse a las 15.00 en la Plaza Nido de Águilas, en que le entregaría el comprobant­e de permiso de circulació­n y el sello que autoriza la circulació­n del vehículo en todo el país, pero que nunca llegó a la cita pactada y luego se enteró de la persecució­n y posterior choque. “Yo nunca mantuve físicament­e este vehículo en mi poder”, aseguró en su declaració­n.

En su extracto de filiación, Chill-E no cuenta con antecedent­es. De ser condenado en esta causa sería la primera vez. La última en que protagoniz­ó un escándalo fue cuando fue sorprendid­o realizando un concierto en plena cuarentena. Sin embargo, la investigac­ión de hoy por receptació­n recién comienza. Al interior del vehículo se encontró un arma a fogueo y una funda de revólver que estaba pegada abajo del volante del conductor, el cual muchas veces fue el propio cantante de trap, según videos y fotos que posteó en sus redes sociales y que ahora son blanco de esta investigac­ión penal.b

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