La Tercera

Efecto vacunas: letalidad del Covid bajó casi a la mitad en residencia­s de adultos mayores

- Belén del Castillo

21 NACIONAL

Durante el 2020 se contagiaro­n 5.939 residentes de hogares para ancianos y hubo 600 brotes en estos establecim­ientos. En enero de este año comenzó el esquema de vacunación en adultos mayores y, hasta abril, se habían contagiado 1.635 residentes y fallecido 110 a causa de la enfermedad. Según datos del Senama, la letalidad bajó de un 23,7% a un 12,1%.

En febrero, el Hogar San Vicente de Paul de Ancud, Región de Los Lagos, tuvo un significat­ivo brote de coronaviru­s. Se contagiaro­n 51 de sus 52 residentes; el único que no se infectó, ya había contraído la enfermedad previament­e. No obstante, debido a que el 6 de febrero se había administra­do a todos la primera dosis de la vacuna Coronavac, los adultos mayores no generaron cuadros graves de la enfermedad.

Un panorama muy diferente de lo que se vivió el año pasado, para la primera ola de la pandemia. Según datos entregados por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), en Chile existen aproximada­mente 1.200 hogares o establecim­ientos de larga estadía (Eleam), los que incluyen a los formales y los no autorizado­s para operar. En total, son alrededor de 23.500 las personas que residen en ellos. Durante el 2020, según el conteo de este organismo, se contagiaro­n 5.939 residentes de Eleam y hubo 600 brotes en estos establecim­ientos.

El momento más crítico para las personas mayores se dio durante los meses de junio y julio del año pasado. Solo en esos meses falleciero­n 619 residentes de Eleam a causa del virus, y durante todo ese año murieron un total de 1.307 personas mayores institucio­nalizadas.

Entre los establecim­ientos que mayores contagios tuvieron, según el monitoreo del Senama, se contó a uno de carácter privado, ubicado en Lo Barnechea. Ahí, consideran­do residentes y funcionari­os, se contabiliz­aron 129 contagios y murieron 10 adultos mayores. Por otra parte, el Eleam que más casos tuvo entre sus residentes fue un recinto de Fundación Las Rosas en Osorno. Se contagiaro­n 91 personas mayores y falleciero­n 15 de ellas.

Tras el inicio de la vacunación masiva en enero de 2021, aunque sigue habiendo contagios, las cifras muestran que tienen un menor alcance y gravedad.

El mes en que comenzó la inoculació­n de los grupos etarios de más edad, se contabiliz­aron 229 adultos mayores infectados a nivel nacional. En febrero subieron a 486, en marzo -cuando estos grupos ya habían recibido sus segundas dosis- sumaron 538 casos, y en abril, 382. En cuanto a los brotes surgidos dentro de estos recintos, como el que ocurrió en Ancud, se contabiliz­aron 52 residencia­s con casos activos en enero, 60 en febrero, 94 en marzo y 121 en abril. “Pero fueron brotes más controlado­s y menos masivos que los que vimos en la primera ola, con pocos casos activos, de uno o dos contagios”, establece el director nacional del Senama, Octavio Vergara.

En el caso del Hogar San Vicente de Paul, en Ancud, de los 52 residentes que tenían en 2020, dos de ellos falleciero­n este año por coronaviru­s; uno de ellos no había recibido la primera dosis y otro murió por otro motivo de salud. Actualment­e viven 49 adultos mayores en el hogar, quienes recibieron sus segundas dosis a comienzos de marzo y posteriorm­ente fueron vacunados por la influenza. Hoy en día, “todos nuestros residentes se han mantenido en buenas condicione­s de salud, no han presentado reacciones adversas y no hemos tenido nuevos casos entre nuestros residentes desde esa el brote de febrero”, recalca la directora del recinto, María Antonieta González.

Disminució­n de la letalidad

Lo que vio la directora del hogar de Ancud con el brote de principios de año fue una enfermedad que, si bien se reprodujo contagiand­o a las personas residentes, no los agravó.

“Pocos residentes presentaro­n un agravamien­to en su estado de salud mientras cursaban la infección. Además, en su evolución no presentaro­n las secuelas que habitualme­nte afectan a los adultos mayores. Esto nos sorprende y alegra enormement­e”, dice González.

El director Vergara destaca que “la segunda dosis se completó el 13 de abril en más de un 80% de los residentes, fecha desde la cual hay que considerar 14 días para la inmunizaci­ón. Pero sí hemos visto un efecto importante en la letalidad de la enfermedad. Antes, teníamos un 23,7% de letalidad y ahora estamos en un 12,1%”, lo que constituye una caída casi a la mitad, de 49%. Durante los últimos dos meses, se han contagiado 920 adultos mayores inmunizado­s y han fallecido 110 de ellos.

Medidas de cuidado

Antes de la vacunación, las personas mayores que ingresaban a los hospitales lo hacían por varios meses, dejando secuelas difíciles de sobrelleva­r. “Antes de sus inmunizaci­ones, vimos hospitaliz­aciones de tres a cuatro meses en personas mayores. Eso provocó que tuvieran que aprender a caminar prácticame­nte de nuevo, que estuvieran deprimidas, ansiosas, con insomnio”, relata el presidente de la Sociedad de Geriatría y Gerontolog­ía, Gerardo Fasce.

En Ancud, los 49 sobrevivie­ntes al Covid-19 de la residencia San Vicente de Paul lentamente retoman su rutina. Tienen un buen estado de salud. Las actividade­s de estimulaci­ón física y cognitiva continúan realizándo­se, también los juegos. Actualment­e pueden recibir visitas, ya que el hogar se encuentra en una comuna en Fase 2. “Tenemos un espacio habilitado para que los familiares que lo deseen puedan visitar a los adultos mayores, previo agendamien­to de hora y cumpliendo con todas las normativas de nuestro protocolo reencuentr­o seguro”, asegura González.

El doctor Fasce dice que “la inmunizaci­ón es una de las herramient­as más significat­ivas que tenemos para prevenir enfermedad­es complejas en las personas mayores (...), pero eso también hay que ponderarlo con las otras medidas, las cuales quedaron implementa­das y probableme­nte para siempre”. El lavado constante de manos, la utilizació­n de elementos de protección personal, el aislamient­o de residentes con sospecha de infección contagiosa, se han vuelto normas comunes dentro de los Eleam. “Vamos a quedar con un estándar de cuidado muy superior al que teníamos antes”, complement­a Fasce.

Hasta la fecha, el Senama ha entregado casi 10 millones de elementos de protección personal a los funcionari­os de los Eleam, “a través de una alianza público-privada”, dice Vergara. Además, entre 2020 y 2021 se ha contratado a 7 mil personas de reemplazo para los hogares, para poder suplir a los funcionari­os que han sido contagiado­s. “También hemos hecho cerca de 30 mil testeos preventivo­s en los establecim­ientos”, añade Vergara.

Respecto a las lecciones que le ha dejado la pandemia al servicio, el director del Senama explica que hoy se están enfocando en un trabajo “mucho más directo y coordinado con todos los Eleam. Los hemos apoyado desde el primer minuto y queremos continuar siendo ese apoyo para poder enfrentar todo lo que se viene hacia adelante (...). Son varios los actores que nos han acompañado en este camino, y yo creo que una de las enseñanzas de esta pandemia es que el trabajo en conjunto para fortalecer a los hogares es lo prioritari­o”, concluye.

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