La tensión entre esperanza y temor
Colombia (1991)
“El primer día del resto de nuestros días”. Así tituló el diario El Espectador de Colombia su edición del 5 de febrero de 1991 ante el inicio de su proceso constituyente.
Aunque estaba fijado que comenzara a las 10 de la mañana, se pospuso una hora. Una crónica del mismo diario -ante el aniversario de los 30 años de aquel hito que tomó cinco meses y concluyó el 4 de julio de 1991- rememora que había un ambiente con dudas alrededor del Salón Boyacá del Congreso, lugar en que trabajaría la asamblea.
Había razones para la incertidumbre. Al contrario del proceso chileno, no se sabía si sería una nueva Carta Fundamental o una gran reforma a la Carta Magna de 1886. Otra razón es que iban a buscar ser parte del proceso, tras dejar las armas, el Ejército Popular de Liberación (EPL), el Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y el Movimiento Armado Quintón Lame. Eugenio García-Huidobro, investigador de CEP, cuyo estudio se relaciona con los procesos constitucionales de América Latina, explica que “el contexto histórico era distinto al de Chile, pero también era de una situación de crisis. En esa época tenías a Pablo Escobar en su auge, los carteles eran un actor social y político súper importante, pero además llevabas décadas de guerra civil”. Hubo hitos previos para ese gran acuerdo nacional. A juicio de García-Huidobro, uno habría sido la toma del Palacio de Justicia en 1985 que dejó 101 muertos, entre ellos 11 magistrados. Aunque el atentado fue iniciado por el grupo subversivo M-19, terminó cuestionando el actuar de la policía. Otro hito fue el asesinato del político Luis Carlos Galán en 1989 por orden del Cartel de Medellín. Galán era considerado una seria carta presidencial.
En el primer día, los constituyentes Aída Avella y Carlos Daniel Abello, nominados presidentes internos, fueron los encargados de dirigir la sesión. Los constituyentes juraron sobre la Constitución de 1886 y declararon a la constituyente “autónoma, soberana, libre e independiente”.
Avella, Abello y el presidente colombiano de entonces, César Gaviria, dieron discursos respectivos, siendo este último más extenso. Aunque para esta nota no se pudo dar con la extensión en cuanto a minutos, la transcripción de los dos primeros discursos -en el documento oficial Diario de la Asamblea Constituyente-apenas ocupan lo equivalente a una o dos páginas, mientras que la de Gaviria acapara unas 14 hojas.
Lo de Gaviria no es solo una anécdota. “Al contrario de lo que pasará en Chile, en este proceso estuvo muy involucrado el Ejecutivo. De hecho, uno de los principales asesores de Gaviria, Manuel José Cepeda, fue uno de los principales articuladores del acuerdo de la convención”, agrega García-Huidobro.
En el primer día se inició el debate por el reglamento y se aprobaron cuatro artículos de éste. Durante las dos semanas siguientes se eligió a los tres presidentes del proceso: Horacio Serpa, Antonio Navarro y Álvaro Gómez, y se establecieron las comisiones. Pero faltaba tiempo para la redacción misma, pues la asamblea se tomó un mes para que cada constituyente -en total eran 70- hablara sobre sus ideas para la nueva Carta Fundamental.