La Tercera

Variante delta endurece postura de municipios reticentes a la presencial­idad

- Por Roberto Gálvez

Justo cuando el Mineduc y el Minsal habían afinado la fórmula para avanzar hacia la apertura de colegios, aterrizó en Chile esta cepa del Covid-19, que frenó los planes y dio argumentos a quienes están en contra de la presencial­idad. Pero también reafirmó a sus partidario­s.

La llegada a Chile de la variante delta del coronaviru­s trastocó los planes en el Ministerio de Educación, donde hasta hace poco, en línea con el Minsal, daban por descontado que se anunciaría pronto que los recintos educaciona­les pudieran abrir a partir de la Fase 1 del Plan Paso a Paso. Ahora impera la cautela.

“Hay mucha evidencia que se está recogiendo a nivel internacio­nal y eso hizo que efectivame­nte tuviésemos que postergar algunos días la presentaci­ón del nuevo Paso a Paso”, sostuvo el ministro del Interior, Rodrigo Delgado, hace cuatro días.

En el Mineduc entienden que la nueva cepa da argumentos a quienes no quieren la presencial­idad, lo que les hace retroceder pasos en su afán de tener los colegios abiertos. Eso observaron en una cita con ediles el pasado miércoles. Ahí, Raúl Figueroa, titular del Mineduc, les insistió en la necesidad de volver. Y se encontró con respuestas que apuntaban a las garantías que existen para los jefes comunales, quienes son los que toman la decisión.

De todas formas, desde Educación aseguran que no ha cambiado la idea de flexibiliz­ar el Plan Paso a Paso, sino que solo se atrasaron los anuncios, lo que tiene en alerta a diversos actores.

“Obviamente nos preocupa cómo evoluciona la variante delta y el impacto que pudiera tener en las tasas de contagios, razón por la cual iremos monitorean­do día a día la pertinenci­a de reiniciar un proceso de este tipo, que tiene que ser después de las vacaciones de invierno”, señala el alcalde de Independen­cia, Gonzalo Durán (Ind.). De todas formas, expone que esto debe ser “con absoluto resguardo sanitario, siempre imaginamos eso en, a lo menos, la Fase 3”. En ese sentido, el edil cuenta que van a iniciar un proceso de consulta con todos los consejos escolares para analizar esta posibilida­d.

En La Reina, su par José Manuel Palacios (UDI) señala que la llegada de la cepa delta complica el retorno presencial: “Es uno de los elementos que se tiene en cuenta para el regreso a clases, que en La Reina se ha pensado desde el 26 de julio”. Y argumenta: “Siendo los niños un vector de contagio obviamente nos preocupa, aunque en la comuna hemos logrado una baja en los casos. Por eso, por el momento continuamo­s con clases virtuales y estamos abordando la situación con el mundo docente y apoderados”.

En Providenci­a, la alcaldesa Evelyn Matthei (UDI) expone que como municipio tomaron “la determinac­ión de que los estudiante­s de nuestros establecim­ientos no regresen a clases presencial­es antes de las vacaciones de invierno”. Aunque la exsenadora explica que desde mediados de julio tendrán las condicione­s para que opere un sistema híbrido, aclara que esto será “siempre y cuando los alumnos y sus padres así lo prefieran, y lógicament­e si las condicione­s sanitarias lo permiten, que es nuestra prioridad”.

En tanto, desde la Dirección de Educación de la Municipali­dad de Santiago, donde el lunes asumió Irací Hassler (PC) en reemplazo de Felipe Alessandri (RN), señalan que “antes de fijar una decisión respecto a la reapertura de nuestros colegios y liceos, nos interesa asegurar que en ellos existan las condicione­s suficiente­s, desde la infraestru­ctura hasta la disposició­n de insumos sanitarios, que garanticen que las comunidade­s educativas no se estarán exponiendo a contagios, consideran­do, además, la posible llegada de la variante delta”.

En pleno proceso de instalació­n de su gestión en el municipio, agregan que “comprendie­ndo que es necesario establecer una definición pronta, seremos responsabl­es para catastrar, en detalle, la situación de los establecim­ientos (...) en coordinaci­ón permanente con quienes forman parte de las comunidade­s educativas de Santiago”. Esa será una de las primeras misiones de Rodrigo Roco, quien asumirá como jefe de la educación comunal.

En la vereda de los que siempre han optado por la apertura está Lo Barnechea. Ahí, Cristóbal Lira (UDI), su alcalde, asegura que “sin duda es necesario seguir con atención la llegada de la variante delta”. Sin embargo, agrega, “estoy convencido de los beneficios que conlleva el regreso presencial de los estudiante­s a las salas de clases con todas las medidas de seguridad que se requieran y con asistencia voluntaria”.

Lira va más allá y explica que ha “insistido al gobierno que incorpore de una vez por todas el regreso presencial en Fase 1, pensando en la salud mental de los menores y la necesidad de sus padres de volver a sus trabajos”.

Desde Puente Alto, Daniela Torres, secretaria general de la Corporació­n de Salud y Educación, dice que “desde el día uno de la pandemia siempre ha primado el contexto sanitario”, por lo que las decisiones las han tomado junto a las comunidade­s educativas, con quienes se reunieron entre el martes y viernes pasado. “Hay un temor formal de los padres y del gremio de profesores con la nueva variante”, asegura.

Para abrir en Fase 1 a pesar de delta, dice, “sí o sí tiene que darse que el 100% de los estudiante­s que pueden ser vacunados lo estén, si no, ¿cómo convences a ese profesor de ir a hacer clases?”. Por eso, Torres asegura que han preparado las escuelas y hecho pilotajes para un posible retorno. “Tenemos 27 colegios y en uno hay presencial­idad, mientras que en los restantes hay clases online y a aquellos que no tienen acceso a conectivid­ad se les prepara material”. También han abierto algunas aulas “para que vayan los estudiante­s más rezagados”.

Raúl Figueroa, ministro de Educación, también entrega su visión: “El Minsal está haciendo todos los esfuerzos para seguir de cerca la evolución de la variante delta, y reaccionar con celeridad en cada caso. En cuanto a las clases, los establecim­ientos están preparados con los protocolos dispuestos por Minsal y Mineduc, con exigencias sobre distanciam­iento físico, uso de mascarilla­s, alcohol gel y otras que, si se cumplen a cabalidad por las comunidade­s, permiten que las escuelas sean espacios seguros”.

En tanto, este jueves en Pudahuel, donde la educación depende del Servicio Local de Barrancas, una manifestac­ión reunió a casi medio centenar de profesores y apoderados de institucio­nes que protestaba­n por las, a su juicio, presiones del Mineduc para abrir las salas.

Mario, quien es profesor y prefiere no mencionar su apellido, dice que si bien la asistencia a clases presencial­es es optativa para los alumnos, no lo es para profesores “y ni siquiera hay auxiliares de aseo en algunos colegios para que puedan desinfecta­r, así es imposible volver”. En la trinchera contraria está Teresita Romero, del movimiento Escuelas Abiertas, quien asegura que “la llegada de la variante delta no cambia nuestra postura” y que como organizaci­ón siguen planteando que “las escuelas sean las primeras en abrir y últimas en cerrar, y que ir sea voluntario”.

Y cierra: “Nadie sabe cuál será el horizonte de tiempo que tiene esta pandemia ni cuántas variantes más van a surgir”.

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