Vegas tenía una noche perfecta, pero apareció Paquetá

Bravo: Muy seguro cada vez que Brasil se aproximó. Tuvo una gran intervención ante Neymar. Nada pudo hacer en el gol.

Sierralta: Se complicó con Richarlison. Entró nervioso. Se afirmó con el paso de los minutos y terminó haciendo un buen papel, sobre todo, despejando centros.

Medel: No importa su baja estatura, siempre se las arregla para complicar por arriba o por abajo al rival. Anuló a Firmino y ordenó a un confundido y nervioso Sierralta.

Vegas: Hizo un gran primer tiempo; impasable en la marca. Había controlado a la perfección a Gabriel Jesús. Sin embargo, falló en la marca de Paquetá en el gol local.

Isla: El Huaso tuvo una destacada labor. Se sintió cómodo jugando en el medio y bien abierto por la derecha. Gran labor en la salida y en el ataque. Impidió que Renan Lodi se proyectara por esa zona.

Aránguiz: Le dio equilibrio al mediocampo. Ayudó mucho en la recuperación y en la salida. Gran sociedad con Pulgar. Cuando pudo, llegó a tres cuartos de cancha y se asoció bien en la ofensiva.

Pulgar: Gran partido del volante, sobre todo, por arriba, donde ganó la mayoría de los duelos. Cada balón que entregó tuvo una intención clara, más allá de algún pelotazo que no llegó a destino o algún remate desviado.

Vidal: Luchador. El Rey colaboró en todos los sectores de la cancha. Cuando hubo que meter pierna fuerte, no eludió el desafío. Su sola presencia le da fortaleza a la Roja.

Mena: Bien. No tuvo una jornada fácil, ni con Gabriel Jesús ni con Danilo. Llegó un par de veces al área brasileña, pero muy exigido. Recibió una patada de Jesús por la que el local fue expulsado.

Vargas: Peligroso y movedizo. Turboman entró con muchas ganas y fue una preocupación para la defensa local. Probó a Ederson en el primer tiempo y fue generoso colaborando con la zaga.

Sánchez: Entró con ganas, pero no estaba al ciento por ciento. Se vio lento. Se fue en el entretiempo.

Brereton: Entró por Alexis y tuvo el empate, pero su cabezazo pegó en el travesaño.

Valencia: Entró a buscar la hazaña. Eso sí, Lasarte debió mandarlo al campo antes, por los intrascendentes Meneses y Palacios. ●