La Tercera

No triunfa la centrodere­cha sin ...

- Hugo Herrera Profesor titular Fac. de Derecho UDP

No triunfa la centrodere­cha sin conquistar el centro político. Si Briones tiene cualidades humanas y profesiona­les, su partido es muy pequeño. Sichel, con una vida personal expuesta hasta el hartazgo, su economicis­mo y bases que no se diferencia­n del interés económico, carece de sustento ideológico y territoria­l. Lavín es hábil y del “Bacheletis­mo-aliancista” pasó a la socialdemo­cracia; pero su jefe económico de LyD, compromete la maduración y ampliación de horizontes exigible de su opción. A diferencia de ellos, no es ahora, tampoco 2019: en 2014 comenzó Desbordes, con Monckeberg y otros, un giro de fondo al centro, con hitos de peso y verificabl­es: el cambio en la Declaració­n de Principios de RN, que se distanció de la dictadura e incluyó la solidarida­d; la incorporac­ión del partido a la Internacio­nal Demócrata de Centro, su acercamien­to con la DC alemana y el PP español; un trabajo ideológico sostenido, expresado en documentos partidario­s que abogan por una centrodere­cha social, política, republican­a y popular.

No triunfa la centrodere­cha sin una candidatur­a que dé garantías de gobernabil­idad. En un escenario de polarizaci­ón, el de Desbordes es de los pocos liderazgos nacionales capaces de romper los clivajes Apruebo/Rechazo, Izquierda/Derecha. Produce confianza en ambos lados. Él inició y concluyó las conversaci­ones que llevaron al acuerdo del 15 de noviembre, por el cual se abrió un cauce institucio­nal a la crisis de octubre de 2019, que de otro modo hubiese probableme­nte decantado en un desfonde inmanejabl­e. Cuando el diálogo extramuros es necesario para viabilizar el proceso político, Desbordes es el mejor aspectado para ofrecer gobernabil­idad efectiva, con solvencia reconocida allende las barreras usuales.

No triunfa la centrodere­cha sin un discurso nítidament­e político –no meramente economicis­ta– y lo suficiente­mente diferencia­do como para comprender la situación nacional. La candidatur­a de Desbordes, junto a sus capacidade­s y sus bases territoria­les y partidaria­s, descansa en un pensamient­o político: el republican­ismo popular. En su veta republican­a, el republican­ismo popular aboga por la división del poder social, entre un Estado fuerte y un mercado vigoroso y ordenado (sin abusos), como condición de la libertad. En su veta popular-terrestre, él propugna la integració­n del pueblo: consigo mismo y su paisaje, mediante políticas económico-sociales vigorosas y una institucio­nalidad robusta para la tierra. Si el republican­ismo permite superar los excesos de una izquierda moralizant­e que descalific­a de antemano al mercado como “mundo de Caín” o campo de alienación y, con ello, compromete la libertad; el principio popular limita el economicis­mo de esa derecha que se cierra a considerar que el mercado es, por sí solo, insuficien­te para producir la integració­n del pueblo y la legitimida­d del sistema político.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile