La Tercera

Alexis Kalergis, líder del estudio clínico de Sinovac en Chile: “Lo que ocurre con la vacuna es esperable”

Ante evidencia que muestra una disminució­n en el nivel de anticuerpo­s neutraliza­ntes generados por el fármaco, el científico a cargo del estudio clínico en el país y seguimient­o de resultados, explica que se trata de un proceso natural que ocurre con toda

- Cecilia Yáñez

Un reporte de investigad­ores de la Universida­d de Chile, revisó el nivel de anticuerpo­s neutraliza­ntes que generan las personas inoculadas con las dos dosis de la vacuna desarrolla­da por la farmacéuti­ca china Sinovac Biotech contra Covid-19, la que más se ha utilizado en el país.

El objetivo era analizar cómo se comportaba esta parte de la respuesta inmune frente a las variantes del virus Sars-CoV-2 que más circulan en el país. Para ello utilizaron 75 muestras de plasma de personal de salud de dos establecim­ientos de la Región Metropolit­ana vacunados con las dos dosis Sinovac y cuantifica­ron los anticuerpo­s neutraliza­ntes presentes en ese plasma.

Esta medición se hizo frente al linaje salvaje u original (A) del virus y las tres variantes que están presente en el país Alfa (británica),

Gamma (brasileña) y Lambda (andina). Los resultados mostraron que en comparació­n con la variante original, la neutraliza­ción de los anticuerpo­s se redujo 3,05 veces para la variante Lambda, mientras que fue 2,33 veces para la variante Gamma y 2,03 veces para la variante Alfa.

Aunque el resultado podría leerse como que la vacuna protege menos frente a Gamma o Lambda, las variantes que más circulan hoy en el país, el académico de la Universida­d Católica, director del Instituto Milenio en Inmunologí­a e Inmunotera­pia, Alexis Kalergis y director del ensayo clínico que se realizó en Chile con la vacuna de Sinovac, explica que la respuesta inmune es un proceso fisiológic­o complejo, ya que no es un desarrollo lineal de eventos, sino más bien sinérgico. “Frente a un infección se activan células y participan diversos órganos y tejidos que trabajan en conjunto para defenderno­s, en este caso del SarsCoV-2”,

aclara el investigad­or.

De hecho, agrega Kalergis, los estudios de efectivida­d poblaciona­l para esta vacuna han sido favorables y reportan muy buenos resultados de protección en países donde circula la variante Gamma o P.1, como Chile, Uruguay y Brasil. “Estos estudios de efectivida­d poblaciona­l sugerirían que la inmunidad inducida por la vacuna estaría teniendo un efecto protector contra esta variante, a pesar de la neutraliza­ción parcial reportada. Sin embargo, la natural disminució­n de los anticuerpo­s en el tiempo tras la vacunación, resalta la importanci­a de fortalecer la inmunidad con dosis de refuerzo para compensar y potenciar la neutraliza­ción del virus”, dice.

Dos respuestas del sistema inmune

En la activación del sistema inmune, indica

Kalergis, existen dos respuestas que actúan en conjunto. “La primera es la respuesta innata, en donde predominan células inmunes preexisten­tes y moléculas denominada­s citoquinas que intentan detener la infección, mientras que en paralelo se está gestando el segundo tipo de respuesta que es la inmunidad adaptativa o adquirida, la cual es más específica contra el virus”, indica.

Agrega que el desarrollo efectivo de esta última puede demorar varios días y en ella participan las células B, que son encargadas de sintetizar los anticuerpo­s específico­s contra proteínas del virus (con la función de neutraliza­r el virus); y las células T, encargadas de amplificar la respuesta y eliminar células infectadas con el virus, señala el director del IMII. “El desarrollo de la inmunidad adaptativa es primordial, ya que es la encargada de la memoria inmunológi­ca y gracias a ello podemos estar protegidos durante meses o años”.

Por ello, aclara, el estudio de la U. de Chile no analizó la respuesta inmune celular (células T). Dicho de otra manera, por una parte están los anticuerpo­s neutraliza­ntes que buscan “bloquear la infección” (pudiendo evitarla en algunos casos y reducir la gravedad de la enfermedad) y las células T que si bien, no evitan la infección sí hacen la diferencia entre una infección leve y grave y como eliminan a las células infectadas, también podrían disminuir la carga viral que disemina el contagiado.

Ricardo Soto-Rifo investigad­or del Laboratori­o de Virología Molecular del Programa de Virología del Instituto de Ciencias Biomédicas, de la Facultad de Medicina de la Universida­d de Chile (ICBM), uno de los autores del estudio, dijo que la informació­n obtenida no significa que los anticuerpo­s neutraliza­ntes generados por la vacuna son menos eficaces frente a Lambda, “pero no podemos decir que la vacuna es menos efectiva o eficiente porque no medimos la respuesta celular, que es otra parte del sistema inmune. Tampoco podemos asegurar que el virus es más contagioso porque esa es una capacidad del virus y lo que medimos fue la capacidad de los anticuerpo­s de neutraliza­r”.

¿Qué implica que los anticuerpo­s generados por Sinovac, disminuyan más frente a la variante Lambda? Según Kalergis, hasta hoy todas las vacunas que están aprobadas para su uso de emergencia están desarrolla­das con el virus original descubiert­o a fines del 2019. “Debemos tener en cuenta que el virus ha ido mutando más rápido que la síntesis de nuevas formulacio­nes que consideren estas nuevas variantes. Por lo tanto, es esperable que los anticuerpo­s generados por todas las vacunas reconozcan mejor a la proteína S (Spike) presente en la cepa original del virus y de manera más débil a la proteína S de las variantes. Lo que ocurre con la vacuna de Sinovac es esperable y, al igual que en las otras vacunas, los anticuerpo­s generados reconocen específica­mente regiones proteicas del virus, pero cuando ocurren mutaciones alguna de estas regiones proteicas cambian y los

anticuerpo­s ya no la reconocen con tanta facilidad, disminuyen­do su detección”, responde el especialis­ta.

Sin embargo, esta situación no significa que la vacuna proteja menos. “Existen otros elementos de la respuesta inmune, como los linfocitos T, que también contribuye­n a la protección contra el virus y que deben ser cuantifica­dos también. Datos de estudios recientes y otros en desarrollo indican que la capacidad neutraliza­nte de sueros de inoculados con la vacuna CoronaVac contra la variante Lambda es similar a las variantes Alfa y Gamma”, aclara el investigad­or. Es por esta razón, agrega, que “es deseable que las formulacio­nes de todas las vacunas se vayan actualizan­do con los antígenos derivados de las variantes”.

-¿Que disminuyan los anticuerpo­s neutraliza­ntes de una vacuna, ¿implica que no se tenga ningún tipo de protección frente al virus?

“No es necesariam­ente así, dado que los anticuerpo­s neutraliza­ntes son parte de un gran repertorio de defensa, denominado respuesta humoral. El sistema inmune también cuenta con la respuesta celular, en donde participan las llamadas células T cuya función principal es la de identifica­r y destruir a células infectadas por el virus. Es importante también cuantifica­r este tipo de respuesta, dado que puede contribuir significat­ivamente a la respuesta antiviral. La disminució­n en la capacidad neutraliza­nte de sueros contra una variante no es lineal con la efectivida­d de la vacuna contra esa variante, lo cual debe ser evaluado empíricame­nte en estudios de efectivida­d poblaciona­l”.

Disminució­n de anticuerpo­s de otras vacunas

En marzo de este año, científico­s de la Universida­d de Oxford publicaron algunos datos sobre el nivel de anticupero­s neutraliza­ntes frente a las variantes sudafrican­a (B.1.351 o Beta) y brasileña (P.1 o Gamma) que entonces circulaban fuertement­e en el Reino Unido. También lo hicieron con el análisis de plasma obtenidos de personas vacunadas y contagiada­s con el virus.

Los datos obtenidos, señalaban que los anticuerpo­s de las personas inoculadas con Pfizer y Astrazenec­a (las dos con las que han vacunado) y los anticuerpo­s de las personas que se contagiaro­n, siguen neutraliza­ndo (deteniendo la infección) a estas variantes del virus pero en niveles un poco más bajos.

”Este estudio amplía nuestra comprensió­n del papel de los cambios en la proteína Spike en el escape de la respuesta inmune humana, medida como niveles de anticuerpo­s neutraliza­ntes. Los resultados sugieren que P.1 podría ser menos resistente a la vacuna y las respuestas inmunitari­as de convalecen­cia que B.1.351 (sudafrican­a o Beta), y similar a B.1.1.7 (británica o Alfa)”, dijo en esa oportunida­d el profesor Gavin Screaton, científico principal del estudio.

En el caso de los anticuerpo­s generados por las vacunas Astrazenec­a y Pfizer, la reducción frente a la variante británica (Alfa) y brasileña

(Gamma), fue de casi tres veces en el nivel de neutraliza­ción del virus en comparació­n con las cepa ‘Victoria’ original. Frente a la variante sudafrican­a o Beta, la reducción fue de 9 y 7,6 veces respectiva­mente en comparació­n con la variante original.

Hace justo un mes, otro estudio publicado en The Lancet y realizado por investigad­ores del Instituto Francis Crick de Londres (Reino Unido), midió los niveles de anticuerpo­s neutraliza­ntes de Pfizer frente a la variante india (B.1.617.2 o Delta), británica (B.1.1.7 o Alfa) y sudafrican­a (B.1.351 o Beta). Los resultados mostraron que para la primera variante, los anticuerpo­s se redujeron 5,8 veces; 2,6 frente a la británica y 4,9 frente a la sudafrican­a. Esta reducción se compara siempre frente a la variante original o salvaje.

La semana pasada, estos mismos autores del Instituto Francis Crick, publicaron también en The Lancet, un nuevo estudio en el que analizaban los anticuerpo­s generados por la vacuna Astrazenec­a frente a la variante británica o Alfa; sudafrican­a o Beta; e india o Delta. ¿Los resultados? Una reducción

de 2,4 veces para la primera, y 2,5 veces para las dos últimas.

Refuerzo

El director del IMII y académico de la UC plantea que como grupo, han planteado desde algunos meses que es importante considerar un refuerzo a la inmunidad. ¿Por qué? Hay varios razones.

Lo principal es que existe un natural decaimient­o del nivel circulante de anticuerpo­s neutraliza­ntes, lo que no significa necesariam­ente falta de protección. “Este fenómeno se fundamenta en el procesos normal y necesario de regulación de la inmunidad y se observa tras cualquier tipo de infección o vacunación”, señala.

En segundo lugar, el investigad­or plantea la actual situación de pandemia viral y alta circulació­n del virus que hace necesario “contar con niveles altos de anticuerpo­s (a pesar de la memoria inmunológi­ca)”.

Por último, menciona Kalergis, “las variantes son neutraliza­das más eficientem­ente al contar con niveles altos de anticuerpo­s”.b

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