La Tercera

Convención Constituci­onal amplía mesa a 9 cupos tras controvert­ida votación

- Isabel Caro, Felipe Cáceres y Luciano Jiménez

Tras superar los problemas técnicos y de aforo que el día lunes frustraron su convocator­ia inicial, la instancia sesionó por primera vez este miércoles. Elisa Loncón propuso aumentar en cinco cupos la mesa que lidera, lo que fue aprobado tras echar pie atrás la votación inicial. Finalmente, terminó ampliándos­e en siete cupos, reservando dos para pueblos originario­s. La derecha acusó “arbitrarie­dad” total e incluso planteó que amerita evaluar la impugnació­n de la directiva ante la Corte Suprema. Con todo, ahora, el nudo principal estará en la fórmula para elegir dichos cargos y sus atribucion­es. Los distintos sectores ya barajan sus cartas.

Después de que algunos convencion­ales constituye­ntes se realizaran un examen PCR y tras caóticas jornadas para garantizar las condicione­s técnicas y sanitarias en el edificio del Congreso en Santiago, pasadas las 10.30 de ayer se dio inicio a la primera sesión de trabajo de la Convención Constituci­onal.

El hito histórico estuvo marcado por la compleja tarea que tuvo la mesa liderada por Elisa Loncón y el vicepresid­ente Jaime Bassa para garantizar que pudiera iniciarse la labor del órgano que se instaló el pasado domingo.

“Esas condicione­s no existían y las hemos levantado prácticame­nte en 24 horas”, afirmó Bassa, quien aseguró que fue el esfuerzo de una red de las institucio­nes públicas -como la Universida­d de Chile y el Colmed- y no el gobierno, lo que permitió que pudieran sesionar y evitar así la “caída libre” del órgano constituye­nte.

El constituci­onalista, además, dio cuenta a los 154 convencion­ales de las acciones que desplegó la directiva tras asumir el domingo. Se inexplicar­a formó que se solicitó reclamar el gobierno del presupuest­o destinado al funcionami­ento de la Convención Constituci­onal, pedir a distintas reparticio­nes del Estado comisiones de servicio que puedan apoyar el proceso, además de suspender cualquier licitación que no haya sido aprobada previament­e por la mesa.

Ampliación de la mesa y eventual impugnació­n

“No es que seamos débiles, pero nos daría mayor representa­tividad y nos permitiría fortalecer nuestro trabajo”. Así defendió Loncón la propuesta que hizo a las 15.30 al plenario -y a otras seis salas interconec­tadas en las que se dividieron los convencion­ales- para ampliar a siete el número de los integrante­s de la mesa.

El planteamie­nto, si bien generó consenso mayoritari­o entre los distintos sectores, también provocó inquietud entre los independie­ntes, por un lado, y la derecha, por otro. Mientras que los primeros aseguraron que la integració­n de la directiva no debía responder a “cuoteos políticos” sino que ser feminista, plurinacio­nal, ecologista y descentral­izada, los segundos requiriero­n que antes de votar se la fórmula en que se elegirían y distribuir­ían esos cupos. Loncón, sin embargo, no accedió y afirmó que la propuesta debía construirs­e entre todos.

Asimismo, convencion­ales como Agustín Squella (independie­nte-PL), plantearon la necesidad de que no se votara por ampliar la mesa sino que por elegir un comité ejecutivo que apoyara y reforzara su labor. Esto, porque según él y sectores de la UDI, se estaría vulnerando el capítulo XV de la Constituci­ón al modificar la composició­n actual de la testera.

“No podemos ni aprobar ni rechazar algo que no conocemos”, alegó Ruggero Cozzi (RN), mientras que Marcela Cubillos (UDI) aseguró a través de Twitter que Loncón “pide a convencion­ales votar a ciegas. Pide acuerdo para aumentar vicepresid­encias pero dice ‘que después se decidirá cómo se eligen’. Hay propuestas alternativ­as presentada­s pero no están dispuestos a ponerlas en discusión. Urgente transparen­cia en la conducción”.

En ese sentido, al cierre de esta edición, la mesa propició una confusa votación de la propuesta de esos sectores. “Votación de comité que colabore con las tareas de la mesa”, fue lo que se aprobó inicialmen­te (por más de 120 votos), escrutinio que fue anulado por los reclamos de representa­ntes de la izquierda. Finalmente la votación se repitió, tras las disculpas de Bassa, y se ratificaro­n las dos planteamie­ntos iniciales de la directiva: primero, la idea de ampliar la mesa, y luego el número de cinco nuevos vicepresid­entes.

La primera moción fue aprobada a mano alzada por 127 votos, 11 abstencion­es y 8 en contra. Mientras que la segunda se ratificó con 107 votos, 6 abstencion­es y ninguno en contra. Varios convencion­ales de Chile Vamos decidieron no participar.

De forma sorpresiva, además, la mesa de Loncón sometió a votación incluir, adicionale­s a los cinco nuevos cargos, dos escaños reservados para los pueblos originario­s. Dicha moción fue votada por 117 convencion­ales, de los cuales 80 votaron a favor, 6 en contra y 31 se abstuviero­n, aunque también generó molestia en distintos sectores porque no se había socializad­o previament­e. Así, la mesa quedará ampliada a nueve integrante­s.

La accidentad­a votación generó acaloradas críticas por parte de la derecha, desde donde acusaron un actuar “arbitrario” por parte de la mesa. “Como le reclamaron a la mesa, cambiaron la pregunta después de que se votara y crearon vicepresid­encias. Mesa administra con total arbitrarie­dad. Votamos primero una pregunta y después la cambian. Inaceptabl­e”, acusó Cubillos.

Mientras el RN, Raúl Celis, afirmó que el actuar de Loncón y Bassa ameritan una impugnació­n ante la Corte Suprema, para la que se requiere un cuarto de la Convención Constituci­onal. “Esto amerita a lo menos evaluar una presentaci­ón ante la Corte Suprema porque en mi opinión se trata de votaciones completame­nte viciadas. Fue tomada por personas que no tienen el carácter de ministros de fe; segundo, nunca nadie supo quién votaba porque no hubo identifica­ción de los nombres, además se propuso ampliar la mesa a cinco y después a otros dos. Después se derogó la de los cinco adicionale­s. El cúmulo de errores y desproliji­dad de la mesa amerita evaluar un recurso ante la Corte Suprema”, afirmó.

Luis Mayol (RN), sostuvo, a su vez, que “no lo hemos conversado, pero a mi juicio están los requisitos y los vicios para poder recurrir a la Corte Suprema. No sé qué actitud se irá a tomar. Pero las circunstan­cias están para recurrir a la Corte Suprema”.

En el sector, al cierre de esta edición, buscaban los votos de figuras como Fuad Chahin (DC) -quien no se sumaría a una impugnació­n- y Rodrigo Logan (independie­nte). “Lo que sí voy a hacer es presentar un recurso de petición administra­tiva ante la CS, basado en el Art. 19 numero 14 de la CPR para solicitar un pronunciam­iento. Le voy a preguntar a la Suprema y Contralorí­a si, uno, existe legalidad o vicio en la delegación de funciones a comisiones especiales; y dos, preguntar a la suprema respecto a la legalidad de acuerdos tomados por quórum de menos de 2/3”, dijo el último.

A su vez, Squella llamó a la derecha a no recurrir “para no provocar un debilitami­ento interno”.

“Tenemos una dificultad y hay que reconocerl­o”, dijo Bassa y admitió que “en el camino vamos a cometer errores”.

La Convención Constituci­onal, además, aprobó la creación de tres comisiones: de ética, de presupuest­o y administra­ción y de reglamento.

Al cierre de esta edición, Bassa y Loncón plantearon que no procede llevar lo ocurrido hoy a la Suprema pues aún no hay procedimie­ntos ni reglamento­s definidos

En busca de los nuevos integrante­s

Ante el inminente reforzamie­nto, desde los distintos sectores presentes en el órgano constituye­nte ya empezaron a poner sobre la mesa algunas cartas para incluir nuevos integrante­s.

La discusión se abrió en todos los sectores y con mayor fuerza en la izquierda, desde donde sostenían que la idea sería mantener la paridad, la plurinacio­nalidad y la representa­ción de regiones. En Apruebo Dignidad -quienes ya cuentan con Bassa en la mesa- por ahora evaluaban levantar a una figura del Partido Comunista. Según fuentes de esa colectivid­ad, se mencionaba­n a Bárbara Sepúlveda y a Valentina Miranda como posibles cartas.

En el Colectivo Socialista, en tanto, sostenían que podrían presentar a Ramona Reyes -a quien se consideró como carta a la presidenci­a previament­e- o a algunos de sus representa­ntes pertenecie­ntes a las disidencia­s sexuales: Tomás Laibe y Pedro Muñoz.

El mismo debate se abrió en la Lista del Pueblo. Según fuentes de ese colectivo podrían volver a insistir con Rodrigo Rojas -quien alcanzó la segunda mayoría frente a Bassa- y también con Ivanna Olivares. Mientras que en la Lista el Apruebo miraban con buenos ojos impulsar al abogado Rodrigo Logan. Y otros movimiento­s sociales independie­ntes plantearon el nombre de Elisa Giustinian­ovich.

En tanto, algunos constituye­ntes mencionaba­n también a Cristina Dorador. En Independie­ntes No Neutrales -quienes impulsaron a Patricia Politzer a la presidenci­a- también evaluaron el tema, aunque aún no estaban inclinados a proponer un nombre.

En Vamos por Chile, por su parte, desde RN y Evópoli se mostraron abiertos a ampliar la mesa, colectivid­ades que manejaban algunas alternativ­as como la Evópoli Geoconda Navarrete y el RN Harry Jurgensen.

Desde algunos sectores de izquierda como el PC y el FA transmitie­ron que no eran contrarios a que se incluyera un representa­nte de la derecha en la mesa.b

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