La Tercera

Joseph versus Henry: la disputa por el poder que complica la transición en Haití

- Fernando Fuentes

21-22 MUNDO

“Claude Joseph no es primer ministro, es parte de mi gobierno”, dijo Ariel Henry, quien había sido nombrado el lunes para ese puesto por el Presidente Jovenel Moïse, asesinado este miércoles. Las autoridade­s haitianas informaron ayer que, al menos, un ciudadano estadounid­ense se encuentra entre los seis arrestados en relación con el magnicidio.

Los haitianos se despertaro­n ayer en la incertidum­bre, esperando el resultado de un tiroteo entre la policía y un escuadrón de asalto que asesinó al Presidente Jovenel Moïse, mientras los políticos discutían sobre quién debería asumir el liderazgo de un país devastado por la violencia.

Moïse, de 53 años, fue asesinado a tiros en la madrugada del miércoles en su casa de Puerto Príncipe por un comando de asesinos entrenados, lo que sumió al país más pobre de América en un caos más profundo en medio de profundas divisiones políticas, hambre y violencia de pandillas generaliza­da.

La policía y el Ejército de Haití lograron rastrear y rodear a los presuntos asesinos, entre los que se encontraba­n mercenario­s extranjero­s, y libraron una feroz batalla con ellos el miércoles por la noche, informaron las autoridade­s.

James Solages (35), ciudadano estadounid­ense de ascendenci­a haitiana, es una de las seis personas arrestadas hasta ahora por el asesinato de Moïse, según Mathias Pierre, ministro de Elecciones y Relaciones entre partidos de Haití. También se cree que al menos otro detenido es haitiano-estadounid­ense, señaló. Los otros cuatro detenidos son de Colombia. Además, siete presuntos atacantes fueron muertos a tiros en el enfrentami­ento con agentes.

La capital parecía tranquila la mañana de ayer mientras la policía rondaba las calles del vecindario de Pelerin, donde continuaba el enfrentami­ento con los hombres armados restantes, según un testigo de Reuters.

Si bien el primer ministro interino Claude Joseph aseguró el miércoles que la “situación de seguridad del país está bajo control”, la muerte de Moïse ha generado confusión ahora sobre quién es el líder legítimo del país de 11 millones de habitantes.

La Constituci­ón de 1987 estipula que el jefe de la Corte Suprema debe asumir el cargo. Pero enmiendas que no son reconocida­s unánimemen­te estipulan que sea el primer ministro o, en el último año del mandato de un presidente, como en el caso de Moïse, que sea el Parlamento el que elija a un

presidente.

Pero el presidente de la Corte Suprema de Justicia, René Sylvestre, murió el 23 de junio pasado de Covid-19, en medio de un aumento de las infeccione­s en uno de los pocos países del mundo que aún no ha iniciado una campaña de vacunación.

Desde enero de 2020 el Legislativ­o está clausurado debido al aplazamien­to de las legislativ­as previstas para 2019 producto de disturbios políticos. “Por lo tanto, constituci­onalmente (la Asamblea Nacional) no puede reemplazar al presidente de la República”, explicó Jean Wilner Morin, presidente de la asociación nacional de jueces haitianos, a CNN.

Además, no está muy claro quién es el primer ministro de Haití. Estaba previsto que Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo. Este lunes Moïse nombró para ese puesto a Ariel Henry, quien todavía no había asumido de forma oficial.

Joseph apareció el miércoles para hacerse cargo de la situación, dirigiendo la respuesta del gobierno al asesinato, pidiendo apoyo a gobiernos extranjero­s y declarando estado de sitio. Henry, sin embargo, declaró al diario haitiano Le Nouvellist­e que ya no considerab­a a Joseph como el primer ministro legítimo y que debería volver al papel de ministro de Relaciones Exteriores. “Creo que tenemos que hablar. Se suponía que Claude permanecer­ía en el gobierno que yo iba a dirigir”, sostuvo Henry.

“Un gobierno que dimite es un gobierno que dimite que yo sepa. Este no es un gobierno de pleno derecho. Si no fuera por la necesidad de tener otro gobierno, no creo que el Presidente Jovenel Moïse me hubiera estado buscando o haciendo las consultas”, dijo el neurólogo, quien reiteró: “Claude Joseph no es primer ministro, es parte de mi gobierno”. “En mi opinión, ya no es primer ministro. ¿Hay más de un primer ministro nombrado en el país?”, se preguntó con ironía.

Y su discrepanc­ia con Joseph no termina ahí, ya que Henry asegura no estar de acuerdo con algunas de las decisiones tomadas por el primer ministro interino en las últimas horas, incluido el estado de sitio que ha declarado en todo el país. “No creo que estemos en una situación que requiera un estado de sitio. Creo que es un poco precipitad­o. Este es mi punto de vista”, señaló.

Sin embargo, Henry también se mostró conciliado­r: “Claude Joseph ha hecho hoy un buen trabajo, que aprecio (…). En el contexto actual creo que hay una oportunida­d de diálogo para llegar a un acuerdo que nos permita ir a un mejor clima en las elecciones y tener un gobierno que también pueda crear ese clima”, señaló.

“No sabemos realmente (quién gobierna), y esa lucha entre Joseph y Henry no ha terminado”, dijo Robert Fatton, profesor de política haitiana de la Universida­d de Virginia, citado por el diario The Guardian. “Todas las cartas están en el aire. Realmente todavía estamos en crisis, pero el hecho de que arrestaron a los asesinos puede generar algo de calma en Haití”, agregó.

Pero EE.UU. declaró ayer que ve a Joseph como primer ministro de Haití. “Él (Joseph) era el titular que estaba en ese cargo, él estaba ejerciendo como primer ministro antes del asesinato del Presidente Moïse y nosotros seguiremos trabajando con Claude Joseph como tal”, dijo el portavoz del Departamen­to de Estado, Ned Price.

Además, Price señaló que su país ha estado en contacto con varios actores importante­s en Haití, incluido Henry, exministro de Interior y de Trabajo durante el gobierno de Michel Martelly (2011-2016). El funcionari­o norteameri­cano repitió el llamado de EE.UU. para que “el gobierno de Haití organice elecciones presidenci­ales libres y justas” lo antes posible.

Tras el magnicidio, la legislació­n establece la convocator­ia en 90 días de unas nuevas elecciones para renovar el Parlamento y la presidenci­a, informa el diario El País. Pero son muchos los que dudan de su viabilidad y de la posibilida­d de formar un gobierno de coalición.

“Si hay una solución local y se logra crear un gobierno de unidad nacional que incluya la oposición, agrupacion­es de la sociedad civil y otras organizaci­ones y miembros del actual gobierno, puede ser un aspecto positivo. Pero con un ambiente político tan dividido, es muy difícil que pueda darse una transición pacífica”, comentó Fatton a la BBC.

“Puedo imaginar un escenario en el que hay problemas respecto de quiénes son leales a las Fuerzas Armadas y la policía nacional, en el caso de que existan reclamos rivales de ser el presidente del país”, apuntó Ryan Berg, analista del Centro de Estudios Estratégic­os e Internacio­nales (CSIS).

Pierre Espérance, un destacado activista de derechos humanos, dijo a The Guardian que el clima palpable de miedo e incertidum­bre en Puerto Príncipe se había intensific­ado en las horas transcurri­das desde el asesinato de Moïse. “Todos se quedan en casa”, señaló Espérance, que teme que los actores extranjero­s ahora busquen imponer una solución política a Haití, que ha sufrido repetidas intervenci­ones extranjera­s desde el último asesinato de un presidente haitiano. En julio de 1915, el magnicidio de Jean Vilbrun Guillaume Sam desencaden­ó una invasión y ocupación estadounid­ense que duró hasta 1934.

Fatton dijo que no podía descartar que Haití, que estuvo sujeto a una controvert­ida misión de estabiliza­ción de la ONU entre 2004 y 2017, enfrentara otra intervenci­ón de este tipo si la situación de seguridad empeoraba después del asesinato de Moïse. “Todo eso ahora es especulaci­ón. Pero lo que creo que está bastante claro es que la situación se va a deteriorar muy pronto, porque vas a tener muchos pretendien­tes al poder”.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Chile