La Tercera

Superinten­dencia de Educación Superior endurece fiscalizac­iones para que se retome presencial­idad

- Roberto Gálvez

Desde el inicio de la pandemia, la entidad fiscalizad­ora ha recibido 531 quejas por razones académicas, 224 por financiami­ento y 337 asociadas a prácticas profesiona­les, justo en momentos en que el Mineduc impulsa las reglas que delimitará­n el retorno presencial a clases –por ahora– desde Fase 2. En ese marco, la Subsecreta­ría de Educación Superior ofició a estos establecim­ientos con el protocolo de retorno a clases que incluye un metro de distancia sin límite de aforo.

En algunos casos, hay planteles universita­rios que llevan más de un año sin tener clases presencial­es. Algunas prácticas y talleres han asomado en los mejores momentos de la pandemia, pero la educación a distancia ha sido la tónica.

Según datos de la Superinten­dencia de Educación Superior (SES), han sido más de mil las denuncias que han ingresado a sus registros relacionad­os exclusivam­ente con las clases online. Desde el 1 de marzo al cierre de esta nota, eran 531 reclamos asociados a razones académicas, 224 de financiami­ento y 337 vinculadas al incumplimi­ento de prácticas profesiona­les, donde el área de la salud es por lejos la que más reclamos concentra en ese último aspecto, con el 68,5%.

¿De dónde provienen las denuncias? El 35,49% desde las universida­des, 59,87% de institutos profesiona­les y 4,64% de centros de formación técnica.

Aquellas quejas y que el Paso a Paso haya flexibiliz­ado sus normas llevó a la SES a tomar la decisión de endurecer las fiscalizac­iones para que las institucio­nes de educación superior retomen las actividade­s presencial­es en la medida que las fases del plan lo permitan.

Así, la entidad ofició el 12 de julio a los diversos planteles informando de la aplicación de un segundo plan de fiscalizac­ión sobre prestacion­es de servicios educativos en el contexto del Covid-19, para la totaliSIGU­E ►►

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dad de institucio­nes del país (el primer plan concentró su acción en 15 universida­des, 15 institutos profesiona­les y 15 centros de formación técnica; un tercio del sistema y 53% de la matrícula total).

¿La idea? Verificar que las institucio­nes que originalme­nte conviniero­n con sus estudiante­s tener clases presencial­es retornen a dicha modalidad mientras el Paso a Paso lo permita, desde Fase 2 en adelante. Además, revisar la planificac­ión que dichos establecim­ientos tienen para el segundo semestre de 2021y su adaptación al avance de fases, conocer el estado del cierre académico de 2020 y primer semestre de 2021 y verificar que cuenten con protocolos de seguridad sanitaria. A todo esto sumará la exigencia de una actualizac­ión mensual con informació­n relevante que será pública a la ciudadanía.

Si es que las institucio­nes estuvieran en condicione­s de retornar y no lo hicieran, la SES podría instruir los procedimie­ntos sancionato­rios que correspond­an y aplicar lo que la ley establece. “Si se determina que hay institucio­nes que pudiendo reanudar las actividade­s académicas presencial­es, según lo dispuesto por el plan Paso a Paso y las directrice­s entregadas por este organismo fiscalizad­or, no hayan contado con una planificac­ión adecuada para ello o no hayan ejecutado las medidas necesarias para normalizar de manera progresiva la modalidad de enseñanza convenida originalme­nte con sus estudiante­s, esta Superinten­dencia podrá instruir los procedimie­ntos administra­tivos sancionato­rios que correstata­les.

los cuales de acuerdo a la ley pueden terminar con sanciones de hasta 1.000 UTM por cada incumplimi­ento contractua­l acreditado”.

“El plan de fiscalizac­ión cuenta principalm­ente con dos tipos de acciones: el requerimie­nto de informació­n general a todas las institucio­nes, la cual deberá ser actualizad­a periódicam­ente; y las acciones específica­s de fiscalizac­ión. Estas últimas serán ejercidas en aquellos casos en que la Superinten­dencia requiera contar con mayores antecedent­es respecto a las materias del plan, o bien, cuando se tome conocimien­to de reclamos y denuncias presentado­s por parte de las comunidade­s educativas”, se explayan desde la SES. Para esto, ahondan, “el plan establece que las institucio­nes deberán ser notificada­s previament­e, especificá­ndose, por ejemplo, el detalle de los antecedent­es requeridos, las actividade­s que se realizarán, así como la fecha de la fiscalizac­ión en terreno, en caso de que correspond­a”.

Sin embargo, si bien desde las universida­des celebran las fiscalizac­iones, dicen también no estar del todo claros en el detalle. “La ley lo define así, así es que es difícil que uno pueda estar en desacuerdo con estas fiscalizac­iones. Lo que uno espera es que haya cierto criterio para hacerlas y lo más complejo que he notado es que nos piden los 15 de cada mes informació­n y eso significa que tenemos que estar preocupado­s de preparar informes. Es un tema que tenemos que conversar con el superinten­dente”, señala Aliro Bórquez, rector de la UC de Temuco y presidente del G9, que agrupa a las universida­des públicas no es

“Creo que hay voluntad de las universida­d de retornar y no quiero sentirlo como una amenaza”, expone.

Claudio Elórtegui, rector de la UC de Temuco, coincide: “Se recibió un oficio en que se nos anuncia esto y me parece razonable que esta nueva entidad creada por ley en 2018 exprese su preocupaci­ón, de acuerdo a que gradualmen­te, según las diversas situacione­s de institucio­nes y comunas, se hagan esfuerzos para retomar de forma gradual más actividade­s presencial­es”. Advierte, eso sí, que “no está del todo claro qué va a significar o cómo se va a realizar”.

Y ahonda: “Los aspectos más específico­s es lo que uno no conoce, el cómo se va a implementa­r no se sabe mucho y la realidad de cada institució­n es distinta, la realidad de cada estudiante también. El objetivo es compartido en el sentido de poder ir avanzando hacia una mayor normalidad, pero eso tiene que ser gradual y dejando en claro que aún no hay condicione­s para volver totalmente a la presencial­idad”.

En tanto, desde la Universida­d de Chile la vicerrecto­ra de Asuntos Académicos, Rosa Deves, dice que, como institució­n pública, es “nuestra costumbre dar cuenta de lo que hacemos y, desde luego, esto incluye el cumplimien­to de nuestros compromiso­s formativos. El retorno gradual a la presencial­idad, que estimamos muy necesario, requiere de una cuidadosa planificac­ión para asegurar las mejores condicione­s tanto académicas, como sanitarias”.

Por ello, agregan, “la informació­n requerida por la Superinten­dencia de Educación Superior está disponible. Esta planificac­ión incluye no solo actividade­s acadéponda­n,

micas, sino también la apertura de espacios de convivenci­a fundamenta­les para aportar valor a la experienci­a universita­ria”.

Protocolos

Desde la SES explican que los establecim­ientos deberán contar con un protocolo sanitario que permita un retorno seguro y priorizand­o las actividade­s en que la presencial­idad sea especialme­nte importante. En esa línea, las subsecreta­rías de Educación Superior y Salud Pública desarrolla­ron una actualizac­ión del documento sobre recomendac­iones para la realizació­n de actividade­s presencial­es en institucio­nes de educación superior -el protocolo oficial de regreso a clases-, el que por medio de un oficio ya están dando a conocer en dichos establecim­ientos.

En ese documento, al que tuvo acceso La Tercera, se detalla que las actividade­s presencial­es podrán llevarse a cabo resguardan­do, cuando sea posible, el distanciam­iento físico de un metro lineal, sin límite de aforo. Se pide, además, la utilizació­n permanente de mascarilla y una ventilació­n adecuada de espacios.

Lo novedoso es que establece la posibilida­d de que aquellos alumnos que residen en comunas que estén en Fase 1 puedan desplazars­e a institucio­nes que estén en Fase 2 o superior, siempre portando el Pase de Movilidad. Así también señala como obligatori­o el registro de todos los asistentes a las actividade­s de carácter presencial, pensando en posibles trazabilid­ades por casos de Covid-19.

“La falta de presencial­idad en las institucio­nes de educación superior ha tenido diversos efectos negativos. Los menores aprendizaj­es, el desarrollo más limitado de competenci­as e incluso las titulacion­es postergada­s son algunos de ellos, elementos que en todo caso podrían recuperars­e. Sin embargo, lo que es mucho más difícil de recuperar y que además tiene un impacto profundo en las personas es la salud mental de las comunidade­s, especialme­nte la de los estudiante­s”, señala el subsecreta­rio de Educación Superior Juan Eduardo Vargas.

Por eso, argumenta, “diferentes estudios han arrojado cifras preocupant­es al respecto, y es por ello que se vuelve un deber imperativo, de carácter ético, que las institucio­nes realicen sus máximos esfuerzos por retomar decididame­nte y en la mayor escala posible las actividade­s presencial­es, a contar de este segundo semestre”.

Desde Temuco, el rector Bórquez asegura que lo que “no podemos garantizar es un retorno masivo, porque hay una complicaci­ón logística. Queremos retornar progresiva­mente en la medida que las condicione­s vayan mejorando”.

Por eso, dice el rector Elórtegui, desde la UC de Valparaíso, creen que “no puede ser obligatori­o para los estudiante­s, porque hay algunos de regiones y hay que tomar en considerac­ión estas realidades específica­s, por eso lo híbrido ha funcionado”.b

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