STEFAN RINKE “Otra vez, Chile está en la vanguardia de procesos que podrían ser significativos”
El académico alemán, reconocido estudioso de la historia latinoamericana, habla del nuevo escenario del país y del proyecto que lidera sobre Colonia Dignidad.
El historiador alemán Stefan Rinke (Helmstedt, Baja Sajonia, 1965) ha vivido durante largos períodos en Chile, y siempre se ha sentido, dice, “muy bienvenido como alemán”, recibiendo “mucha simpatía de parte de los chilenos”. Una simpatía que normalmente se acompaña de “ciertas imágenes de lo alemán y de los alemanes: su puntualidad, su disciplina, qué se yo. Todos esos estereotipos. Eso me ha impresionado bastante”.
Esa cuerda de mutua amabilidad se ha pulsado, en general, durante las permanencias en Chile de este profesor del Instituto de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Libre de Berlín (ciudad esta última desde la cual se comunica con La Tercera por video, en un escritorio donde despunta un banderín de Colo-Colo, su equipo chileno favorito). Pero ha habido también algún mal rato por razones vinculadas a su actual su objeto de estudio.
En julio de 1997, después de que los jóvenes Salo Luna y Tobías Müller se fugaran de Colonia Dignidad y denunciaran al enclave, el caso recibió gran cobertura en los medios. No era lo más recomendable, por esos días, ser alemán en Santiago. “Algunas personas me confrontaron en la Biblioteca Nacional, diciéndome que los alemanes somos tan imperialistas”, cuenta Rinke. “Fue la primera vez que me atacaban por mi nacionalidad”.
Contar la anécdota, añade, sólo persigue ejemplificar en torno a un problema común para Alemania y Chile. Y ahí es donde reasoma ese historiador profesional interpelado en la biblioteca. Esta vez, eso sí, lo hace con plena conciencia de lo que significa ser alemán y de que el gobierno de su país le haya encargado un proyecto de historia y memoria en torno a las huellas y al legado del feudo de Paul Schäfer.
Una sesentena de personas (exhabitantes, niños adoptados forzosamente y abusados, opositores chilenos que sufrieron apremios, etc.) ha dado testimonios de su experiencia en la llamada benefactora para un proyecto que Rinke lidera en nombre de su universidad, y para el cual cuenta en Chile con apoyo de colegas de las universidades Alberto Hurtado y Católica del Maule. El proyecto se llama “Colonia Dignidad: un archivo de historia oral chileno-alemán”, y considera, según informa www.cdoh.net, la “grabación, conservación y elaboración científica de una selección de videoentrevistas biográficas de perspectivas múltiples”.
La iniciativa académica, cuyos detalles pueden conocerse en la señalada página web, arrancó en enero de 2019, y pese a los estropicios pandémicos, sus resultados deberían estar el próximo año disponibles sin costo para los “investigadores serios”, como el historiador no olvida precisar. Tampoco deja Rinke de destacar que “Colonia Dignidad es una historia compartida entre Chile y Alemania, es una de las cosas que nos unen: es un asunto en el cual comparten la responsabilidad el Estado alemán y el Estado chileno”.
Hoy, se permite aclarar, “el problema sigue vigente”, pues hay victimarios que no han sido castigados por sus crímenes, “y además es muy difícil distinguir entre víctimas y victimarios: muchos, especialmente varones que crecieron allá, fueron víctimas de violaciones en su niñez y más tarde se transformaron también en miembros de la élite, en victimarios”.
¿Qué más ve pendiente?
Creo que Colonia Dignidad ofrece aún varios aspectos que hay que investigar. Por ejemplo, todavía no sabemos mucho sobre las redes de las élites de la colonia en Alemania y en Chile. ¿Qué tipo de apoyo recibieron del régimen militar y de partidos políticos? Nos hace falta investigar. Por otro lado, se está viendo la transformación de Villa Baviera en un lugar turístico, lo que es un poco decepcionante, ¿no? No puede ser sólo un lugar de placer, porque también es uno donde se cometieron crímenes graves. Creo que hace falta mucha discusión sobre esto, lo que nos ayudará en el futuro a la creación de un lugar de memoria en la misma Colonia: sería importante para la sociedad chilena, pero para la alemana también. En eso debemos continuar trabajando, y nuestro archivo audiovisual será parte de eso.