Instituciones y libertad económica en Chile
Chile pasó del puesto 11 en 2009 al 29 en la versión 2021 del Índice de Libertad Económica mundial, del Instituto Fraser. Si bien el índice en sí mismo no refleja bienestar ni calidad de vida, estudios demuestran que mejores posiciones se asocian con mayor crecimiento del producto, tasas de inversión más elevadas y reducción más rápida de la pobreza. La caída en el ranking se explica por el deterioro en el funcionamiento de las instituciones laborales, comerciales y legales, y no por cambios en la participación del sector público en la economía.
Las regulaciones del mercado laboral y en barreras comerciales, la integridad del sistema legal, y la corrupción asociada a regulaciones de negocios explicarían la baja en el ranking. Con respecto a la primera dimensión, los cambios en la regulación laboral aprobados en 2016 modificaron las características de las negociaciones colectivas, e incrementaron, según el índice, la rigidez del mercado laboral. Mercados laborales más dinámicos están asociados a mayor crecimiento económico.
En la segunda dimensión, el índice refleja un incremento en las barreras comerciales no arancelarias, asociadas a condiciones para comerciar un producto internacionalmente. Si bien las tarifas comerciales no se han modificado sustancialmente, el deterioro en el índice puede reflejar la creciente complejidad de los procesos de comercio exterior.
Con respecto a la tercera dimensión, la protección de los derechos y propiedades personales es central en el desarrollo de una sociedad moderna. Sin embargo, el índice destaca una mayor vulneración de esta dimensión: captura un deterioro en la corrupción asociada a regulaciones de negocios. En esta dimensión se observa una baja con respecto valor del índice de 2018.
Simultáneamente, la estabilidad monetaria destaca como factor que mejoró fuertemente respecto a 2009. Esto refleja el éxito del Banco Central en mantener una inflación baja y estable, inclusive en un contexto de variación significativa en el precio de los commodities y de fluctuaciones del tipo de cambio nominal. En particular, Chile obtuvo casi el máximo valor en esta dimensión.
La literatura demuestra que tener una inflación baja y estable es clave para dar certidumbre en las decisiones de inversión y reducir la pobreza. En un contexto en que se debate la autonomía del Banco Central, estos resultados refuerzan la importancia de mantenerlo autónomo y con una meta clara para contribuir al desarrollo macroeconómico.
El análisis desagregado del Índice de Libertad Económica demuestra que el deterioro en el funcionamiento de las instituciones laborales, comerciales y legales debería ser prioridad para retomar una senda de crecimiento sostenido y de reducción de la pobreza.