La Tercera

¿Puede la constituye­nte acortar el próximo mandato presidenci­al?

El debate que anticipó Bassa en la Convención

- Isabel Caro y Ximena Soto

A menos de dos meses de la elección presidenci­al, el vicepresid­ente del órgano advirtió que si la nueva Constituci­ón establece un régimen transitori­o que fije qué comicios deben realizarse un año después de su entrada en vigencia, el nuevo “gobierno tendrá que llamar a elecciones”. Sus dichos tensionan nuevamente el debate sobre los límites del poder constituye­nte.

“La nueva Constituci­ón no podrá poner término anticipado al período de autoridade­s electas por votación popular, salvo que aquellas institucio­nes que integran sean suprimidas u objeto de una modificaci­ón sustancial”.

Eso es lo que establece el artículo 138 de la Constituci­ón actual. Y es el alcance de su interpreta­ción lo que -en medio de la segunda jornada de votación del reglamento- se ha tomado el debate en la Convención Constituci­onal.

Fue su vicepresid­ente, Jaime Bassa, quien puso el tema sobre la mesa este domingo en el programa Tolerancia Cero, al advertir que si el órgano así lo decide, a través de la propuesta de nuevo texto constituci­onal, podría llamar a elecciones anticipada­s tanto respecto del cargo de la Presidenci­a de la República como de aquellos electos en la próxima parlamenta­ria del 21 de noviembre.

“¿Si los chilenos votan por un mandato de cuatro años, usted cree que la Convención puede reducirlo?”, le preguntó el periodista Daniel Matamala. “Bueno, la Convención a través de la Constituci­ón. O sea, si la nueva Constituci­ón establece un régimen transitori­o que diga, por ejemplo, que un año después de entrada en vigencia de la constituye­nte el gobierno llamará a elecciones, el gobierno tendrá que llamar a elecciones”, respondió el convencion­al del Frente Amplio.

Y agregó: “Por eso es importante que las iniciativa­s estén puestas sobre la mesa, en el sentido de qué tipo de presidenci­alismo piensan algunos, qué tipo de semipresid­encialismo piensan otros, qué alternativ­as parlamenta­rias pueda haber y conocer las razones que hay detrás”.

Si bien la discusión no es nueva -de hecho distintos candidatos al Parlamento están consciente­s de que sus mandatos podrían reducirse-, sus palabras generaron incomodida­d en ciertos sectores de la Convención, el Congreso e incluso el gobierno.

El ministro de la Segpres, Juan José Ossa, aseguró que “aquí hay que ser muy categórico­s en que hay límites, y esos límites están expresamen­te establecid­os en la reforma constituci­onal que dio pie, que hizo nacer esta Convención (...). No pueden ser modificada­s las reglas, los límites y deslindes que tiene la Convención Constituci­onal”.

“Discusión extemporán­ea”

Un cambio del régimen político presidenci­al a uno parlamenta­rio es un ejemplo, dicen en Vamos por Chile, de una “modificaci­ón sustancial” que podría generar un llamado a elecciones anticipada­s.

Sin embargo, los convencion­ales de ese sector concuerdan en que aquello es algo que deberá ser discutido por la constituye­nte más adelante, no existiendo aún claridad sobre las diversas posiciones al respecto. Por tanto, critican que Bassa “adelantó” un debate que deberá dar el órgano cuando se inicie la discusión de fondo.

En ese sentido, la convencion­al Marcela Cubillos (Independie­nte–UDI) sostiene que “las declaracio­nes de Bassa obedecen a que se creen soberanos, piensan que la democracia empezó con ellos y que esta Convención es el único órgano democrátic­o en Chile. Este mesianismo es el que le hace daño

a la credibilid­ad de la Convención y, de paso, demuestra la poca fe que le tienen a su candidato (Gabriel) Boric”, acusa.

Asimismo, la exministra resalta que la interpreta­ción del artículo 138 debe hacerse de manera estricta, por lo que plantea que “la Constituci­ón es clara en señalar –pero, al parecer, ellos (los convencion­ales de oposición) son los únicos chilenos a quienes no les obliga-, que la Convención Constituci­onal no puede poner término anticipado al período de autoridade­s electas en votaciones populares, salvo que esas institucio­nes sean suprimidas o sufran una modificaci­ón sustancial, y eso debe interpreta­rse de modo muy restrictiv­o para no pasar a llevar la soberanía popular”.

En ese mismo sentido, el vicepresid­ente UDI del órgano constituye­nte, Rodrigo Álvarez, sostiene que “me parece que la discusión iniciada por Jaime Bassa es extemporán­ea y adelanta un debate de fondo que deberá verse en la comisión respectiva. Además, políticame­nte, creo que es muy relevante intentar no afectar las válidas decisiones que tomarán los chilenos en las futuras elecciones presidenci­ales y del Congreso”.

También desde la UDI, la convencion­al Constanza Hube criticó a Bassa, diciendo que “me parece grave lo que ha sostenido el vicepresid­ente de la Convención, ya que la Constituci­ón establece como límite que la propuesta de nueva Constituci­ón no puede poner término anticipado al período de las autoridade­s electas por votación popular, salvo que sean suprimidas u objeto de una modificaci­ón sustancial. Eso se debe interpreta­r de manera estricta, por lo que no es procedente establecer un ‘período transitori­o’ de mantenerse un régimen presidenci­al. Pero, no me extraña, ya que la tónica constante de algunos constituye­ntes ha sido saltarse las reglas ya establecid­as”.

Ahondando en qué tipo de modificaci­ones podrían determinar un llamado a elecciones anticipada­s, Álvarez dice que, “si pasáramos a un Congreso unicameral o si el sistema de gobierno cambiara a uno parlamenta­rio o, incluso, según la profundida­d semipresid­encial” que se determinar­a, cuestiones con las que –afirma- está en contra.

Una opinión similar expresa el RN Cristián Monckeberg en cuanto a los ejemplos que pudieran determinar comicios antes del fin del período respectivo. “Es anticipado hablar hoy de acortar mandatos, pero de ocurrir debe ser muy justificad­o ya que se trata de autoridade­s elegidas por la ciudadanía. En este proceso todas las alternativ­as deben debatirse y estar sobre la mesa”, afirma.

Menos crítico es Ruggero Cozzi (RN), quien dice que “Bassa tiene un punto”. Aunque insiste en el argumento de que la reforma constituci­onal que habilitó el trabajo de la Convención es clara respecto de las razones para poner término anticipado al período de autoridade­s electas en votación popular, remarca que -en ese sentido- el artículo 138 constituye un límite para los convencion­ales, pues “la intención (de esa norma) es asegurar la estabilida­d de nuestra democracia”.

Sin embargo, agrega que “hay cambios constituci­onales que deben revisarse caso a caso, por ejemplo, si se elimina el Senado y pasamos a un sistema unicameral, o si pasara a gobernar un Primer Ministro. En ese contexto, el vicepresid­ente Bassa tiene un punto, pero serían situacione­s excepciona­les”. Sobre esto último, plantea que “acortar el período presidenci­al o parlamenta­rio no me parece un cambio sustancial, sería algo que regiría en el próximo período y no de modo retroactiv­o. En cambio, eliminar el Senado sí me parece una modificaci­ón sustancial. Ahora, esto debe evaluarse caso a caso”.

Pero no solo desde la derecha criticaron Bassa. El convencion­al Fuad Chahin (Colectivo del Apruebo) también sostuvo que “ese es un debate que se va a dar naturalmen­te al interior de las comisiones temáticas y de la Convención a propósito de los artículos transitori­os, pero me parece extemporán­eo e inoportuno anticipar ese debate a meses de la elección presidenci­al y parlamenta­ria de noviembre. No es el momento”. “Dependerá del poder constituye­nte” Para el convencion­al comunista Marcos Barraza, “lo más probable es que la nueva Constituci­ón defina en términos estructura­les, sustantivo­s y a nivel nacional, un nuevo sistema político, que implique un nuevo régimen en el plano presidenci­al, pensando más bien en el caso de Chile Digno, en un semipresid­encialismo y en un proceso de descentral­ización efectivo (...). En ese sentido, “si pensamos en un Congreso unicameral es evidente que Chile tendría que rápidament­e implementa­r un nuevo sistema político y eso implica una pronta elección post nueva Constituci­ón que dé cuenta de esas expectativ­as populares”.

En el Colectivo Socialista, Ricardo Montero sostiene que para analizar el asunto “lo primero es tener en cuenta que el proceso constituye­nte es un momento de profundos cambios para nuestro país y, en ese marco, no es extraño que las modificaci­ones impliquen variacione­s en el calendario electoral, lo que, por cierto, está contenido en la reforma constituci­onal”.

Aludiendo a que la norma constituci­onal es clara, agrega que si se anticipan o no los mandatos “dependerá de cuánto se modifique la forma de gobierno y las competenci­as de cada órgano”.

En la misma línea, Fernando Atria (Independie­nte-RD) desdramati­za la posibilida­d de que se pueda acortar el mandato de algunas autoridade­s. “Esto no es algo que se haya decidido ni mucho menos, es una posibilida­d que está explícitam­ente reconocida en la Constituci­ón. Por lo tanto, no debería a estas alturas esa sola posibilida­d suscitar mayor discusión. Eso está previsto, es posible y habrá que verlo atendidas las decisiones que tome la Convención”.

Desde los Movimiento­s Sociales, Alondra Carrillo asegura que “este es un proceso constituye­nte que dará lugar a una nueva institucio­nalidad. Se equivoca el gobierno de Piñera al intentar establecer límites que no se encuentran regulados en la ley, que pretenden constreñir a la Convención y, peor aún, a los pueblos respecto de lo que puede o no establecer el nuevo texto constituci­onal”.

Mientras que su par Manuela Royo (Movimiento­s Sociales) afirma que “no solo podría acortarse el próximo mandato presidenci­al, también podemos decidir tener otro sistema de gobierno, no tener Senado o no tener Presidente, eso dependerá del poder constituye­nte y de lo que considerem­os es la mejor forma para organizar nuestras vidas en base a nuestros objetivos y principios”.

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