La Tercera

EEUU y la OMS dudan de la vacuna rusa Sputnik, que ya se aplica en más de 70 países

- Patricio Lazcano

Washington anunció que no autorizará el ingreso de extranjero­s inoculados con vacunas no

aprobadas por la FDA o la OMS, lo que incluye esta droga rusa. Moscú ha replicado, y ha dicho que su inyección ha sido aprobada en 70 países que representa­n más de la mitad de los habitantes del planeta y que la medida solo tiene un transfondo político.

Tras mucho tiempo con sus fronteras cerradas para extranjero­s, finalmente Estados Unidos anunció la semana pasada que pronto abriría sus puertas a personas que vienen de otros países y que estén vacunados contra el coronaviru­s, en su mayor flexibiliz­ación desde que comenzó la pandemia.

Sin embargo, el fin de la moratoria no favorecerá a todos: las autoridade­s de ese país no autorizará­n el ingreso a personas inoculadas con vacunas no aprobadas por la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os de EE.UU. (FDA, su sigla en inglés) o la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS). Y en esta lista entra la Sputnik V.

Según informó The Washington Post, la medida podría afectar a cientos de miles de rusos y viajeros de otros países como mexicanos y argentinos, que están aplicando esta vacuna en sus países. De acuerdo a la Asociación de Viajes de Estados Unidos, solo en 2019, más de 300.000 rusos visitaron el país.

Se trata de un duro golpe para el desarrollo ruso, que se suma al que ya le había propinado la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS), que la semana pasada suspendió el proceso de aprobación de la vacuna.

En una conferenci­a de prensa de la Organizaci­ón Panamerica­na de la Salud, una rama regional de la OMS, el subdirecto­r Jarbas Barbosa dijo que la oferta de Rusia para la autorizaci­ón de emergencia se había suspendido, porque el proceso de fabricació­n de la vacuna no había cumplido con los estándares necesarios.

Rusia había solicitado por primera vez la aprobación de su inyección al máximo organismo sanitario mundial en febrero, pero hasta ahora aún no ha recibido el Uso de Emergencia (EUL, por su sigla en inglés) que otorga la OMS.

El organismo condicionó la aprobación de la vacuna hasta que se pueda realizar una nueva inspección en una de las plantas donde se fabrica Sputnik V.

La OMS había expresado previament­e su preocupaci­ón por la posible contaminac­ión cruzada y la insuficien­cia durante una pasada inspección en la fábrica de fabricació­n Sputnik V en Ufa.

En junio, la empresa que gestiona la planta, Pharmstand­ard, dijo en un comunicado que la inspección provisiona­l de la OMS “no identificó ningún problema crítico”.

“Invitamos a la OMS a realizar otra inspección. Seguimos siendo completame­nte transparen­tes y continuare­mos con el proceso de precalific­ación de la OMS”, añadió la empresa.

Sin embargo, Moscú ha insistido en las bondades de su inyección. En una investigac­ión publicada en la revista médica The Lancet aseguró que tiene una eficacia del 91,6% para contraer el coronaviru­s.

Y en su cuenta de Twitter, Sputnik también afirmó que la vacuna demostró una eficacia del 97,2 por ciento durante la campaña de vacunación en Bielorrusi­a.

Moscú ha proclamado con orgullo que Sputnik (y cuya versión mejorada fue bautizada Sputnik V) es la primera vacuna contra el coronaviru­s registrada para su uso en el mundo. Aunque la vacuna estaba destinada a ser una poderosa herramient­a de diplomacia pandémica, su limitada aceptación en el extranjero y las lentas tasas de entrega la han dejado atrás no solo a las vacunas occidental­es sino también a las fabricadas por laboratori­os chinos.

El Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF, su sigla en inglés), el organismo soberano que respaldó al Sputnik V, dijo en un comunicado que la vacuna no solo “ha sido aprobada en 70 países donde viven más de 4 mil millones de personas, o más de la mitad de la población mundial, sino su eficacia y la seguridad se han confirmado tanto durante los ensayos clínicos como durante el transcurso del uso en el mundo real en varios países“.

El país ha insinuado que la decisión de EE.UU. tiene una clara motivación política. “Nos oponemos a los intentos de politizar la lucha mundial contra el Covid-19 y discrimina­r a las vacunas eficaces para obtener ganancias políticas o económicas a corto plazo”, señaló el comunicado.

Hablando en una conferenci­a en Vladivosto­k este mes, el director de RDIF, Kirill Dmitriev, dijo que “el reconocimi­ento mutuo de las vacunas es el tema de este año” y afirmó que “varias compañías de ‘grandes farmacéuti­cas’ intenciona­lmente, como una cuestión de rivalidad competitiv­a, están intentando para restringir el Sputnik y absorber los mercados “, según la agencia de noticias rusa Tass.

El nuevo plan de EE.UU. requiere que la mayoría de los no ciudadanos que buscan ingresar al país estén vacunados con inyeccione­s aprobadas para uso de emergencia, ya sea por la Administra­ción de Alimentos y Medicament­os o la Organizaci­ón Mundial de la Salud. Eso incluye vacunas fabricadas por Pfizer y Moderna, así como inyeccione­s desarrolla­das por firmas chinas como Sinopharm y Sinovac.

Pero Sputnik V, una vacuna de adenovirus desarrolla­da por el Instituto de Investigac­ión de Epidemiolo­gía y Microbiolo­gía Gamaleya con sede en Moscú, aún no ha sido aprobada por la OMS.

Las nuevas reglas estadounid­enses no solo afectarán a los rusos. Según datos del Centro de Innovación en Salud Global de la Universida­d de Duke, se han comprado alrededor de 448 millones de dosis de Sputnik V en todo el mundo, y muchas de ellas se destinan a países de bajos ingresos. Algunos gobiernos se han quejado de las lentas entregas de Rusia. Es probable que las limitadas opciones de viaje generen más críticas a la droga rusa.

De acuerdo al artículo de The Washington Post, Sputnik V no es la única vacuna que corre el riesgo de quedarse atrás. Ni la FDA ni la OMS han autorizado el Covaxin de la India, que hasta ahora ha comprado 560 millones de dosis, principalm­ente en la India. Es posible que las personas vacunadas con Covaxin no puedan visitar Estados Unidos en noviembre. También ha habido disputas con gobiernos individual­es que no aceptaron algunas vacunas, como la negativa de Gran Bretaña a reconocer completame­nte las vacunas administra­das en muchas partes del mundo.

A pesar de la reciente suspensión del proceso de aprobación de la OMS, RDIF dijo que “el Ministerio de Salud de Rusia está en contacto constante con los expertos de la OMS sobre el proceso de aprobación y confiamos en que la aprobación del Sputnik V por parte del regulador de salud mundial es inminente debido al excelente historial de la vacuna”.b

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