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Alemanes evalúan el primer mes de Scholz como sucesor de Merkel

Los germanos observan con detención el inicio de la gestión del socialdemó­crata Olaf Scholz como nuevo canciller del país. Si bien esperan algunos cambios, saben que no habrá mucho distanciam­iento con la era que Angela Merkel encabezó por 16 años, por aho

- Por Valentina Jofré, desde Berlín

Luego de casi dos décadas, los alemanes vieron por primera vez un nuevo rostro en sus televisore­s para el discurso de Año Nuevo. “Despedimos un año que ha traído consigo una serie de cambios. Un pequeño cambio es que hoy soy yo quien se dirige a ustedes en vísperas de Año Nuevo como su canciller federal”, dijo el socialdemó­crata (SPD) Olaf Scholz, el nuevo jefe del gobierno alemán. Por 16 años, los alemanes estuvieron acostumbra­dos a la figura de Angela Merkel, con su forma moderada y conciliado­ra de hacer política. Sin embargo, hoy el panorama es más incierto y los expertos aún tratan de descifrar si su sucesor seguirá la misma línea de la política de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) o intentará desmarcars­e.

Durante el primer mes del nuevo gobierno, la inédita coalición del SPD junto con los verdes y los liberales (FDP), ha tenido que enfrentar como tarea número uno a la crisis global de la pandemia. Así, sus primeras cuatro semanas se han visto opacadas con la nueva variante ómicron, que ha sido catalogada como la quinta ola del virus en el país.

Recién asumido el 8 de diciembre, el nuevo canciller anunciaba que buscaría lograr una tasa de vacunación del 80% para el 7 de enero. Pero el objetivo le quedó lejano. Al 6 de enero, el porcentaje total de vacunados con al menos una dosis era de 74,5%. A fines de diciembre, el nuevo gobierno rectificó que la marca del 80% tendría que ser aplazada hasta fines de enero. “Esto ha ensombreci­do el comienzo del nuevo gobierno”, comenta a

el experto del Consejo Alemán de Política Exterior, Henning Hoff.

Eso sí, uno de sus grandes aciertos en la lucha contra el Covid fue nombrar como

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ministro de Salud al médico epidemiólo­go Karl Lauterbach, quien ha defendido la vacunación obligatori­a para el próximo otoño.

Un cambio en la continuida­d

La verdad es que los alemanes buscaban una nueva cara en la Cancillerí­a que pudiera atacar los temas del futuro de otra manera. Pero dentro de esas mismas ansias de cambio también buscan una continuida­d de lo que han sido los últimos años.

“En general, los alemanes esperamos que nuestro gobierno proporcion­e continuida­d en lugar de cambios, incluso si deseamos un cambio en muchos aspectos políticos”, sostiene Jana Bollinger, abogada en el servicio público, de 50 años, y residente de la parte Este del país.

Carsten Diekmann es un alemán de 60 años, jefe de la Autoridad de Aviación

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Civil de Berlín-Brandenbur­go, vive en Potsdam, a 35 km de la capital germana, y es miembro del SPD: “Olaf Scholz es de una naturaleza muy similar a la de Angela Merkel. No se supone que sea alguien que entusiasme a la gente. Pero hasta donde lo conozco personalme­nte, es muy amigable y comprensiv­o, pero no dejará sus ideas. Es un hombre de principios, y por eso espero que impulse una política más social, una política un poco más cercana a los que no tienen mucho”, indica.

Pese a que Scholz se presenta muchas veces en un tono similar al de Merkel, ha intentado asegurar que con su figura Alemania comienza una nueva etapa. “Estamos al comienzo de una nueva década. Comienza una nueva era, una era que tendrá éxito si la moldeamos activament­e”, recalcó en su discurso de Año Nuevo.

“Los problemas que tienen los alemanes son el clima, los refugiados y la migración, el sistema de pensiones, la atención de la salud pública, los salarios y los precios, las divisiones y brechas sociales”, indica a La Tercera el politólogo de la Universida­d Libre de Berlín, Gero Neugebauer.

Así, Scholz busca personaliz­ar un giro hacia el progresism­o que los alemanes reciben con los brazos abiertos.

“Creo que este gobierno tiene muchos proyectos para el futuro de Alemania, para el progresism­o, reformas en los grandes problemas que tenemos como el cambio climático, digitaliza­ción, reforma del sistema de pensiones de salud, y el gobierno da el mensaje de que está mirando a largo plazo para modernizar Alemania”, dice Thomas Lange, de 60 años, quien vive en Frankfurt y trabaja para una gran empresa tecnológic­a.

Los jóvenes también han jugado un papel en estas últimas elecciones, con la idea de renovar el gobierno. “La gente, especialme­nte los jóvenes, hemos estado esperando desesperad­amente un cambio en el gobierno, ya que ha habido un partido conservado­r en el poder durante tanto tiempo”, dice Paula, de 23 años, estudiante alemana que vive en Berlín. “Pero sabiendo que Scholz es del SPD, que no es ni súper izquierdis­ta ni derechista, la gente está un poco tranquila, no se tomarán grandes decisiones cuestionab­les pronto”, opina.

Otra estudiante berlinesa de 22 años, Zora, sostiene que con Scholz sí ha visto cambios en algunos sectores como el Ministerio de Salud o el de Medio Ambiente, pero “en otros (Ministerio de Finanzas y de Transporte) no ha habido ningún cambio hacia el progresism­o”.

Una de las cartas más importante­s del sistema político alemán y por sus habilidade­s como gestora de crisis”, explica Neugebauer. “Tenemos que esperar qué apoyo obtendrá Scholz en Europa cuando presente nuevas propuestas y si estas propuestas promoverán la integració­n europea”, concluye.

Todo aquello está por verse, pero lo cierto hasta ahora es que, en este primer mes de gobierno, Scholz goza de una imagen positiva por parte de los alemanes. Según Deutschlan­dTrend, cerca del 46% está “muy satisfecho o satisfecho” con el desempeño del gobierno.

“Scholz prometió mantener y fortalecer la justicia social en el curso de la modernizac­ión. Voté por él porque creo que esto es muy importante”, dice la abogada Bollinger.

Paula, la estudiante de 23 años, considera que entre los jóvenes “hay mucha esperanza en las manos de Scholz. Puede que no sea tan izquierdis­ta o activo para el cambio climático como muchas personas exigen, pero en la coalición con los verdes es de esperar que haya más cambios en esa dirección”.

“Creo que Scholz tiene una visión del futuro a largo plazo y eso es lo que necesita el país, reformas que transforme­n el país. Ojalá que sea así”, expresa Lange.b

“En general, los alemanes esperamos que nuestro gobierno proporcion­e continuida­d en lugar de cambios, incluso si deseamos un cambio en muchos aspectos políticos”, dice Jana Bollinger, abogada en el servicio público, de 50 años, y residente de la parte Este del país.

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