LA ARAUCANÍA: UN DIÁLOGO NECESARIO
SEÑOR DIRECTOR
Muchas voces afirman que la CAM es un grupo terrorista con el que no se debe negociar, lo que contradice cualquier proceso de resolución de conflictos.
En el mundo existen más de cien definiciones de terrorismo en función del contexto, complejidad y amplitud conceptual. Por ejemplo, el profesor Fernando Reinares (2005) incluye entre los rasgos que definen el terrorismo a la violencia sistemática, usualmente dirigida en contra de blancos simbólicos, con mensajes y amenazas a fin de ganar control social.
Así, pese a las similitudes conceptuales que buscan clasificar a los actores de la CAM como terroristas, hay que diferenciarlos de las experiencias internacionales en Irlanda del Norte, España y Colombia, donde el terrorismo actuó en todo el territorio nacional y de acuerdo con Laqueur (1999) atacó indiscriminadamente, pretendiendo causar el mayor número de bajas posibles.
Es importante tener en cuenta esta distinción a la hora de resolver un conflicto político muy localizado y con causas sociales y económicas que requieren herramientas de diálogo y mediación para alcanzar la paz.
En los países mencionados, se negoció intensamente un cese el fuego con diferentes gobiernos. Si el diálogo previo de los gobiernos en Chile no ha podido evitar el cese de la violencia, que se ha hecho más sistemática, hay que pensar en las causas del conflicto y en la falta de legitimidad de un Estado que no ha sabido responder a las demandas.
Las medidas policiales y judiciales no resuelven el problema de fondo (el negacionismo de derechos territoriales), por lo que se necesita un nuevo enfoque en el diálogo, con una mediación nacional o internacional con terceras partes imparciales.
Beatriz Hernández
Doctora en Estudios Europeos Académica Universidad Diego Portales