Consejos para que tu hogar no se convierta en un horno durante el verano
Uno de los aspectos a los que se pone atención cuando se busca un nuevo lugar para vivir, en especial si es un departamento, es su orientación ¿Influye en cuánto calor se sentirá en la temporada veraniega? “Claro que sí”, sostiene María Luisa del Campo, directora del centro tecnológico Kipus de la Universidad de Talca. “Pero lo que más influye es la orientación de las ventanas”. Si la mayoría de ellas está orientadas al norte o al poniente, la vivienda será muy calurosa en verano. Distinto será si las ventanas dan al sur y al oriente.
El material también es un factor importante. Los hogares que tienden a concentrar mayor energía térmica son aquellos de hormigón, ladrillo y adobe, “materiales con los que están hechas la mayoría de las construcciones en Chile”, dice Gabriela Sabadini, coordinadora de proyectos técnicos en la Corporación Chilena de la Construcción y Desarrollo Sustentable Chile Green Building Council.
¿Y qué pasa cuando dejamos las ventanas abiertas todo el día? “Al hacerlo, estamos intercambiando el aire exterior con el interior de nuestras casas, por lo que si esto se realiza cuando hay más calor en el exterior, estamos aumentando más rápidamente la temperatura interior de nuestra vivienda”. Por lo tanto, abrir las ventanas sólo es una buena opción cuando afuera está más fresco que adentro, explica Sabadini.
¿Qué se puede hacer?
El aire acondicionado parece la solución más obvia y eficaz, pero su valor suele ser prohibitivo.
Del Campo sugiere instalar elementos de control solar por el exterior, como celosías o persianas. “Lo que debemos hacer es impedir que el sol llegue a nuestras ventanas”, dice. Lo ideal, aclara ella, es “que estos elementos puedan eventualmente ser retirados en invierno, para que el sol ayude a calentar los recintos”. Sabadini agrega, “una malla, a pesar de ser negra, puede ser súper eficiente, porque permite que se mueva el aire”, ejemplifica. Aleros, quitasoles, también ayudan.