LO QUE TIENES QUE SABER
A las 10 am de mañana lunes, la mesa de la Convención Constitucional entregará formalmente el borrador de la nueva Constitución de Chile al Presidente Gabriel Boric. Con este hito termina la etapa más compleja de un proceso constituyente que fue aprobado en su inicio por casi el 80% de la población, pero que ahora, cuando toca evaluar el resultado -en el plebiscito del 4 de septiembre, el entusiasmo está lejos de parecerse al que despertó en su comienzo. Ciento 54 convencionales divididos en comisiones temáticas elaboraron un texto de 388 artículos (más 57 normas transitorias) sobre cómo se configuraría Chile de ahora en adelante, y cuáles son los derechos que la nueva Carta Magna consagra para la ciudadanía. Y tan determinante como el contenido de la propuesta para su evaluación final ha sido el devenir de los mismos constituyentes: desde el falso cáncer de Rojas Vade hasta “el pueblo unido avanza sin partidos” como canto final -y entremedio hasta un convencional votando desde la ducha de su casa- hicieron que la esperanza en encontrar un camino que hiciera sentido a la amplísima mayoría que quiere una nueva Constitución se fuera diluyendo con el tiempo. Pero no hay que culpar solo al espectáculo. La pandemia y las consecuencias económicas de ella -un dólar a $ 930-, más una ligazón estrecha entre el desempeño del gobierno de Boric y lo que ocurría en la Convención, han tenido efecto en este bajón de entusiasmo.
De hecho, esta semana La Moneda ya debió reconocerlo y verbalizar que la posibilidad de que gane el Rechazo es plausible. Y desde mañana, empieza a correr la bolita. Varios rostros asociados a la centroizquierda anunciarán que no están con la propuesta constitucional. La duda, ahora, es qué pasara el 4 de septiembre. O más bien el 5.
En este clima, el gobierno cumplió con lo prometido y este viernes presentó su reforma tributaria, uno de los pilares de su programa. El ministro Mario Marcel- entrevistado en esta edición de Pulso- dijo que esperan con ella recaudar el 4,1% del PIB, para lo cual se subirán los impuestos al 3% de las personas y bajarán el de las empresas de 27% a 25%, entre otras medidas.
Y aunque no estaba entre sus puntos fundamentales, el Presidente Boric debió poner en el primer lugar de su agenda la seguridad pública. Para eso, presentó esta semana un plan nacional, el cual incluye 30 medidas con foco en la persecución del crimen organizado, el control de armas y el fortalecimiento del rol municipal.